A poco más de diez días de que finalice el plazo de alegaciones de los tres macro parques fotovoltaicos proyectados en Álava por Solaria, la polémica continúa. El diputado general del territorio ha reiterado su preocupación y apuesta por buscar opciones a la instalación de las placas y la línea de alta tensión que cruzará Álava y Bizkaia hasta llegar al Puerto de Bilbao, mientras que el rechazo por parte de los municipios por los que esta red pasaría aumenta y a las críticas ya existentes se han sumado recientemente las de los ayuntamientos de Zigoitia, Zuia y Urkabustaiz.
Ante tal avalancha de críticas, tal y como se avanzó en este periódico, Lakua ampliaba el pasado 12 de junio el plazo de alegaciones -que arrancó el 8 de mayo- hasta el próximo 10 de julio, casi un mes más de la fecha en la que estaba previsto que finalizase. La energética, por su parte, asegura que este tiempo está siendo destinado a estudiar alternativas con todos los ayuntamientos implicados.
“Solaria inició hace semanas un contacto cercano con ellos con el fin de conocer de primera mano las propuestas y alternativas sugeridas por los representantes municipales. Ese mismo trabajo de consenso y diálogo lo queremos hacer con los colectivos que quieran abrirse a debatir ideas y propuestas”, avanzan en Crónica Vasca desde Solaria; aunque admiten que todavía “no hay nada cerrado, lo primero es escuchar todas las propuestas para a continuación dar respuesta a todas las que puedan ser técnicamente asumibles”.
La línea de alta tensión, “un sobrecoste muy importante”
Y hacen este último apunte porque la línea de alta tensión ha sido uno de los puntos más criticados, pero también más complejos de abordar, ya que según Solaria, la energía se vuelca en Bizkaia ante la imposibilidad de volcarla en territorio alavés. En concreto, la electricidad producida se trasladaría mediante una línea de evacuación de alta tensión de 101 kilómetros que supondría una inversión de 45 millones de euros y que atravesaría Álava de norte a sur por las localidades de Ribera Alta, Ribera Baja, Iruña de Oca, Vitoria, Zuia, Urkabustaiz, Amurrio, Ayala y Ocondo. Una línea que tal y como aseguran, ha supuesto “un sobrecoste muy importante en este proyecto”.
Así, esta entraría en Bizkaia por Gordejuela y afectaría a otros siete pueblos bizkainos hasta llegar a Zierbena. Lugar escogido para descargar la energía producida por el sol al no haber subestaciones disponibles en la capital alavesa. Así, la energía se volcaría en una instalación que se construiría a menos de cinco kilómetros del puerto bizkaino y que dotaría de energía a este punto vasco que se encuentra inmerso en su transición hacia un modelo más verde.
Una transición con beneficios
No solo el Puerto, en general todo Euskadi está inmerso en una profunda transición hacia las renovables con el objetivo de ampliar su capacidad de crecimiento en un territorio que solo tiene un 10% de energía renovable instalada cuando los objetivos son consumir el 21% para 2030. Solaria se posiciona así como una de las compañías líderes en tecnología fotovoltaica y remarca: “Somos garantía de que este desarrollo renovable se va a hacer con el menor impacto posible, contando con las necesidades de todos los municipios, dando ingresos a los distintos territorios y generando empleos de calidad”; y es que estiman que “cada planta fotovoltaica de 50 MW generará un ingreso de 50 millones de euros para las arcas públicas durante los 30 años de vida útil de la planta”.
Cada una de estas instalaciones, Zierbena 2, Zierbena 3 y Zierbena 4, contaría con 103.432 placas solares que superarían las 374 hectáreas ocupadas -más de 100 hectáreas cada parque fotovoltaico- distribuidas en los municipios alaveses de Vitoria, Ribera Baja, Zigoitia, e Iruña de Oca. El proyecto supondría una inversión superior a los 104 millones y la potencia prevista generada serían 49,8 MW por cada parque.
Pero estos no son los primeros que la energética pondrá en marcha en Euskadi. Y es que actualmente tienen ya varios proyectos en desarrollo, los más avanzados son Vitoria 1 y Vitoria 2, en La Llanada Alavesa, que serán los primeros en conectarse a la red, tendrán 199.920 paneles fotovoltaicos y ocuparán casi 136 hectáreas de superficie.
Aunque desde Solaria inciden, se seguirá trabajando en el territorio, y van más allá: “Siempre estamos donde los ciudadanos quieren que estemos y, en cumplimiento de nuestros códigos de conducta, siempre se actúa de mutuo acuerdo con los agricultores o propietarios para hacer uso de sus terrenos. Como no podría ser de otra manera, cada propietario es libre de decidir si quiere alquilar o vender”, y recalcan para concluir: “Es importante resaltar que este alquiler es un ingreso recurrente y estable durante 30 años de vida útil de la planta del que se beneficia tanto la industria vasca como cada pueblo”.