El Puerto de Bilbao aprieta con la Variante Sur Ferroviaria para parar el bajón de contenedores

La línea que separa el optimismo y la ingenuidad es a veces muy fina. Por eso Ricardo Barkala, presidente del Puerto de Bilbao, no quiere hacerse ilusiones cuando le preguntan por los plazos reales de construcción de la llamada Variante Sur Ferroviaria, la gran esperanza de Bilbao y la Diputación de Bizkaia para reconectar el recinto portuario con las grandes rutas de transporte de mercancías. Y eso que hay motivos para la esperanza: tras años de espera está previsto que antes del final de este 2024 arranque el proceso de adjudicación de las obras.

La licitación será un segundo hito burocrático importante para el proyecto en poco tiempo después de la reciente aprobación favorable a nivel medioambiental por parte del Gobierno central. Si no hay más contratiempos de última hora, esto supone que las obras podrían arrancar el año que viene.

"La necesitamos como agua de mayo", decía hace unos días Barkala sobre la Variante Sur Ferroviaria, eje central de la batalla que está dando la Autoridad Portuaria para mejorar las conexiones por tren y que incluye también la demanda de la gestión de los tráficos internos del puerto, incluida la llamada Teco (Tren Expreso de Contenedores) de Adif, y la mejora de la posición a través de la terminal de Júndiz.

Encajonado entre el mar, el monte Serantes (atravesado ya por un túnel de 4 kilómetros abandonado que se concibió precisamente para este propósito) y la densa hilera de municipios que componen la Margen Izquierda, lo cierto es que el principal puerto de Euskadi no tiene una salida sencilla por ferrocarril. Pero el Puerto de Bilbao necesita el tren para sobrevivir. Pese al precario estado actual de este tipo de conexiones, que comparten vía con las líneas de pasajeros, el peso del tren en el 'modus operandi' del puerto sigue creciendo y supone ya cerca de un tercio de todo el movimiento de contenedores.

Imagen aérea del Puerto de Bilbao

"Somos molestos"

Barkala aseguró en esa última comparecencia de finales de julio que la Autoridad Portuaria está haciendo todo lo posible para que los trámites se aceleren. "Estamos siendo incisivos y activos", dijo el presidente del puerto en relación a esas presiones en Madrid para mejorar la conectividad por tren.

La Variante Sur Ferroviaria, que se ha enfrentado desde su gestación hace casi tres décadas a la oposición de plataformas vecinales y ecologistas (Barakaldo, que pide una aproximación soterrada por El Regato, viene presentando alegaciones a este último proyecto) a pesar de que uno de sus grandes objetivos es precisamente sacar trenes con mercancías, con los correspondientes ruidos y riesgos, de los núcleos urbanos que atraviesan ahora.

Zona de carga y descarga de contenedor anexa al recinto del Puerto de Bilbao / Uniport

"Somos molestos, convivir con el tráfico de personas es complicado", apuntaba el presidente de la Autoridad Portuaria. Aunque la mejora de la conexión por tren es una demanda presente en casi todas las comparecencias del presidente del puerto, en este caso Barkala reconoció además preocupación por la bajada de las mercancías de contenedor (en un contexto de fuerte crecimiento de los graneles líquidos vinculados a la energía) dando a entender que es precisamente la falta de buenas rutas ferroviarias propias lo que está restando atractivo a Bilbao.

Descarga de contenedores en el Puerto de Bilbao

Apuesta estratégica

Y es que mientras las cosas apenas se mueven en el entramado portuario bilbaíno, otros competidores, incluidas capitales del Cantábrico como Santander o Gijón, van haciendo sus deberes. La culminación de la variante sur permitiría a Bilbao "competir en igualdad de condiciones" con otros puertos, incluidas las grandes infraestructuras del mediterráneo, y dotar de un mayor atractivo ante los operadores a la franja norte.

Aunque por ahora no hay motivo para la alarma porque otros tráficos están cubriendo ese hueco, las toneladas de mercancía en contenedor que mueve Bilbao han caído un 25% desde 2019 (un 28% en número de contenedores), siguiendo una dinámica bajista de forma continuada, con un único rebote postcovid en 2021, que se prolonga en la primera mitad de 2024.

La apuesta estratégica de la Autoridad Portuaria por el tren tiene que ver con un intento de recuperar tráficos estables por esa vía (la energía siempre tiene un carácter más cíclico) una vez sellada la paz social con los estibadores tras un largo conflicto laboral que pudo suponer también la pérdida de barcos y estaría detrás también de esa reducción del número de contenedores.