Movilización de trabajadores de Talgo contra los impagos de objetivos

Movilización de trabajadores de Talgo contra los impagos de objetivos

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Talgo prepara el primer 'parte de daños' de la era Jainaga por la multa y la pelea accionarial

La compañía controlada ahora por Sidenor, Gobierno vasco, BBK y Vital presentará esta semana resultados negativos que amenazan con enturbiar el clima laboral

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Llega la hora de conocer cómo de malo fue el ejercicio 2024 para Talgo desde el punto de vista del negocio. La histórica firma ferroviaria había remontado el vuelo a nivel de rentabilidad en 2023 pero el cuello de botella en las dinámicas de fabricación, unido a la parálisis en la toma de decisiones por la incertidumbre a nivel accionarial, apuntan a un pobre nivel de ventas y a pérdidas importantes en la hoja de resultados que se hará pública este viernes.

Este último ejercicio está muy condicionado, según ha avanzado la compañía, por esos 117 millones de euros que se deben incluir en las cuentas correspondientes a las sanciones de Renfe por los retrasos en las entregas de los Avril.

La multa, confirmada por el operador ferroviario el pasado mes de diciembre aunque sujeta ahora a posibles aplazamientos, es en realidad parte del mismo problema de falta de capacidad productiva para dar salida a los pedidos, agravada en este caso por la parálisis de actividad durante la pandemia o los problemas con el suministro en los meses posteriores, como defienden los sindicatos.

Los representantes de los trabajadores fueron informados poco después de confirmarse la entrada de Sidenor, Gobierno vasco, BBK y Vital de que el resultado negativo en 2024 era seguro, por lo que no se abonaría nada de la parte salarial correspondiente a objetivos.

Principio de acuerdo del consorcio vasco para adquirir una participación en Talgo

Principio de acuerdo del consorcio vasco para adquirir una participación en Talgo VK

Un plan industrial

Una vez seguro el acuerdo por el que Trilantic deja su 30% del accionariado en manos del consorcio vasco, al que aun le faltan por perfilar algunos flecos, tanto dirección como parte social han puesto las cartas boca arriba, y eso que el mal desempeño del negocio el pasado ejercicio se daba por descontado.

No solo por la multa millonaria de Renfe, también por la evolución del día a día en las plantas y los lentos ritmos de entrega de los trenes a los clientes, que lastran los ingresos y la rentabilidad. Hay que recordar que Talgo logró impulsar el beneficio en 2023 por encima de 12 millones de euros tras un 2022 prácticamente plano precisamente por las dificultades comunes al sector a la hora de obtener márgenes positivos por los elevados costes fijos asociados a la inflación. El último ejercicio con pérdidas fue precisamente 2020, el año de la pandemia.

Un cartel indica la sede de Talgo, a 9 de febrero de 2025, en Madrid

Un cartel indica la sede de Talgo, a 9 de febrero de 2025, en Madrid Europa Press

En este movido contexto desembarcará José Antonio Jainaga una vez se formalice la compra de la parte del accionariado de Trilantic, un escenario por otro lado conocido por el industrial vasco cuando decidió comprar billetes para subirse al tren.

Planta alavesa de Talgo

Planta alavesa de Talgo

La plantilla de la fábrica de Rivabellosa no ha ocultado estos meses que Jainaga era la opción preferente por el respaldo del que goza el dueño de Sidenor a todos los niveles y la sensación de que su concurso puede traer nuevas inversiones a Euskadi, aunque la prioridad sindical es contar con información sobre sus planes para relanzar el negocio y la capacidad industrial.

Una vez se conozca a cuánto ascendieron las pérdidas el año pasado habrá que ver si la actual dirección opta por ceder ante las movilizaciones o se mantiene en que no habrá compensaciones, algo inédito en los últimos años, en los que siempre se ha pagado algo dentro de esa horquilla hasta un 12% correspondiente a objetivos. El comité advierte de nuevas movilizaciones si no hay cambios en la postura respecto al pago de objetivos.