Tximi López, vicepresidente de la Comisión gestora de UGT Euskadi

Tximi López, vicepresidente de la Comisión gestora de UGT Euskadi Araba Press

Empresas ENTREVISTA

Tximi López (UGT): “Esperamos que el Gobierno vasco fuerce a la patronal a llegar a algún tipo de acuerdo sobre el SMI”

El vicepresidente de la Comisión gestora de UGT Euskadi, Tximi López, aborda en Crónica Vasca la propuesta sobre el salario mínimo interprofesional vasco y la relación actual del sindicato con el Gobierno autonómico

Torres propone un SMI de convenio de hasta 19.390 euros anuales

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El pasado 1 de mayo, Tximi López se estrenaba, de cara al público, como vicepresidente de la Comisión gestora de UGT Euskadi. Quedaba así al mando de la central sindical vasca de manera temporal, pero en un contexto delicado, no solo por la incertidumbre que el tejido industrial atraviesa, también por los múltiples acuerdos en el sector público que ha tenido que negociar. 

A todo ello se le ha sumado la negociación por un SMI vasco, acuerdo que daba un paso esta misma semana después de que el Gobierno vasco haya presentado su análisis y propuesta: una horquilla de entre 1.268 y 1.385 euros mensuales brutos en 14 pagas.

¿Qué lectura hacen de ese estudio desde UGT Euskadi?

El coste de la vida en Euskadi es un 7% por encima de la media de España, el consumo medio de las familias vascas está un 11,3% por encima de la media nacional y tenemos un IPC con el que estamos en cabeza, junto a Baleares. Eso es lo que refleja el estudio del Gobierno vasco y lo único que hace es avalar la teoría de UGT y del resto de sindicatos vascos de que aquí se dan las condiciones para tener un SMI vasco. ¿Cuál es el diferencial entre UGT y ELA o LAB? Pues que nosotros abogamos por que ese salario mínimo interprofesional se negocie en los convenios sectoriales. Porque habrá sectores que puedan tener un diferencial aún mayor de lo que propone el Gobierno vasco, porque son capaces de absorber un importe mucho mayor sin que la competitividad de las empresas se vea influenciada en negativo. 

¿Creen que esa horquilla propuesta por el Departamento de Economía, Trabajo y Empleo puede ampliarse?

Puede y debe ampliarse. Habrá sectores en que esa horquilla pueda ser mucho mayor y habrá en los que sea menor, pero por encima de esos 1.385 euros que ha establecido el Gobierno vasco. El grave problema que tenemos es, primero, cómo obligamos a la patronal a sentarse a negociar el salario mínimo interprofesional vasco y el segundo es dónde.

¿Dónde?

Entendemos que tiene que ser en un sitio donde cualquier tipo de acuerdo tenga un carácter obligacional. Nosotros no estamos para hacer brindis al sol. 

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Una vez presentado este estudio, es el turno nuevamente de los dos grandes protagonistas: sindicatos y patronal...

Esperamos que el Gobierno vasco fuerce también a la patronal a sentarse y a llegar a algún tipo de acuerdo. Evidentemente, si en una mesa en la que hay tres patas, Gobierno vasco, sindicatos y patronal, dos patas abogan por un acuerdo, mucho más difícil tendrá Tamara Yagüe salir de aquí sin llegar a un acuerdo. Nosotros no compartimos su visión de que un SMI vasco restaría competitividad, porque el salario mínimo de empresa profesional ha subido un 61% desde el año 2018 y no ha significado ninguna pérdida de competitividad para las empresas.

Precisamente este jueves la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, condicionó esta negociación a que también se hablase de otros temas como el absentismo laboral, ¿ven así más cerca esa negociación?

Hay un dato que nadie discute, que es que el absentismo en Euskadi está muy por encima de la media de otros países. Eso es un dato objetivo que no discutimos. El problema es por qué existe ese absentismo. Hay un factor que no se tiene en cuenta que es el factor psicosocial, es decir, cada vez son más las bajas por depresión, por estrés… Nosotros como sindicatos ponemos el enfoque ahí, abogamos por reforzar la labor inspectora en cuanto a las medidas de seguridad, por mejorar las condiciones de trabajo; pero la patronal no quiere hablar de eso, lo que quiere ver es cómo reduce el absentismo.

¿Por parte de UGT hay algún condicionante?

Nosotros hemos hecho una propuesta muy concreta, que ya existe en otras comunidades autónomas, como Castilla y León o Cantabria, que es la figura del delegado territorial provincial de prevención, que se dedicaría a inspeccionar empresas y comprobar que las medidas de seguridad son adecuadas. Creemos que siempre que ha habido una labor inspectora potente ha habido una reducción de todo lo que investigan.

El SMI debe negociarse en un sitio donde cualquier tipo de acuerdo tenga un carácter obligacional

Mencionaba antes al Gobierno vasco… Mikel Torres volvía a hacer esta semana una interpelación a la negociación, ¿les vale con ello?

No, creemos que si lo que de verdad quieren es que se trabaje sobre la base de un estudio, tienen que sentarnos en la mesa a todos los actores sociales, tanto empresarios como sindicatos. Esperamos que después de este estudio venga una labor de trabajo sobre él, y eso solo se puede hacer, repito, en un sitio que sea obligacional, es decir, que no sea un simple green deal y que luego en cualquier convenio no se pueda respetar o que no se pueda aplicar. 

De hecho, la presentación del estudio de Gobierno vasco del SMI se hizo un día antes a los agentes sociales. ¿Cómo es la relación actual con Gobierno vasco?

UGT Euskadi siempre ha tenido una relación de cordialidad. La relación es fluida, pero no siempre fructifica en acuerdos o son del nivel que UGT Euskadi quiere; pero evidentemente UGT Euskadi forma parte de todos los organismos que desde el Gobierno vasco se han creado para fortalecer el diálogo social. Estamos en la mesa del diálogo social, estamos en el CES, estamos en cualquier organismo que el Ejecutivo crea para intercomunicar con los sindicatos. 

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¿En qué punto está el diálogo social vasco?

Nosotros hemos tenido unas semanas pasadas bastante activas con el tema de la mesa del diálogo social. Además, nos han presentado también el Plan de Industria recientemente en el que nosotros hemos hecho nuestras alegaciones y nuestros matices, que en gran parte es muy coincidente con el resto de formaciones sindicales que forman parte de la mesa del diálogo social… Hemos notado que en este mes de julio se ha activado otra vez la mesa.

Y con el resto de sindicatos… ¿Sigue existiendo esa cohesión entre centrales sindicales que se ha visto en los últimos meses?

La relación ahora es la misma, en positivo, que la que podíamos tener hace un mes, hace dos o hace tres, con nuestras coincidencias y con nuestras desavenencias. Voy a ponerte un ejemplo muy sencillo, todos abogamos por el salario mínimo interprofesional vasco, pero ellos optaron por la vía de la iniciativa legislativa, mientras que nosotros hemos optado por la vía de pactar en los convenios. Es decir, el objetivo es el mismo, pero muchas veces las vías de cómo conseguirlo no. Es positivo para los trabajadores de Euskadi que los cuatro sindicatos sigamos trabajando de manera coordinada, de manera conjunta. La unidad siempre hace más fuerza que ir cada uno por nuestro lado. 

Tenemos claro que los acuerdos son para cumplirlos y dónde tenemos que acudir en caso de que no se cumplan, que es a denunciar a los juzgados

Más allá de ciertos conflictos en la empresa privada -no de gran tamaño- se está viviendo un momento de cierta tranquilidad laboral, tras los ERE de Bridgestone y Guardian… ¿En qué estás trabajando?

Estamos en una situación de mayor preocupación por lo que le puede pasar a la industria, al tejido vasco y a los puestos de trabajo. Todo ello relacionado con la guerra comercial, la imposición de tasas, la competencia china y al sector de la automoción, que no atraviesa sus mejores momentos. En estos momentos, la conflictividad si se percibe como más baja es porque hay una especie de standby esperando saber qué decisiones van tomando las empresas. De momento, mientras haya ERTE donde el vínculo laboral entre trabajador y empresa se mantiene, no es un problema, lo que nos preocupa es qué va a pasar después de estos ERTE, si la actividad no se reactiva, si no se vuelven a coger las cuotas de producción, si vamos a pasar a un ERE como el de Bridgestone, el de Guardian o como algunas pequeñas empresas que ya están anunciando posibles cierres. De momento, en este ámbito, estamos a la espera. 

Respecto a empleo público, hace unos meses se cerraba el acuerdo con el Departamento de Educación. Algunos sindicatos han denunciado que el Ejecutivo no está cumpliendo con lo acordado. ¿Cómo lo ven desde UGT?

Nosotros tenemos claro que los acuerdos son para cumplirlos y dónde tenemos que acudir en caso de que no se cumplan, que es a denunciar a los juzgados. En este momento estamos valorando cuál es el grado de cumplimiento, si tenemos constancia de que hay un incumplimiento, haremos lo que hasta ahora hemos hecho siempre que es denunciarlo y, por supuesto, exigir el cumplimiento del mismo.

Y sobre la que históricamente ha sido la gran joya de la corona vasca, Osakidetza. El pacto de Salud sale adelante, pero con el rechazo de muchos de los agentes que habían formado parte de la negociación, incluido UGT…

Nosotros no hemos firmado el pacto, nos hemos salido en el último momento tras más de 10 meses de negociaciones y haber acordado 22 de los 24 puntos que se estaban trabajando. Pero esos dos últimos puntos para nosotros eran líneas rojas. ¿Y de qué estamos hablando? Sobre todo es del trasvase de trabajo público a privado. Entendíamos que este pacto por la salud pasaba por reducir lo privado e incrementar lo público y esto no se iba a cumplir.

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Retomando con el tema político. Este martes tuvo lugar la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el lehendakari, Imanol Pradales, de la que salieron como resultado algunos acuerdos vinculados a la Seguridad Social. ¿Son suficientes?

Son del todo insuficientes. La transferencia que entendíamos era de mayor calado, como era el desempleo, que es justo la que no se ha conseguido. Y creo además que se hace bajo excusas, diciendo que existe riesgo de la ruptura de Caja única y eso es mentira porque tenemos un ejemplo muy claro. Recientemente, se ha traspasado el ingreso mínimo vital, y no supuso, en ningún caso, la ruptura, se ha mejorado el servicio y creemos que en este sentido la transferencia de las prestaciones de desempleo era muy factible. Desde UGT Euskadi entendemos que cuanto más cercano sea el centro de decisiones, mejor y mayor acierto en el servicio vamos a tener con seguridad.

También ese mismo día se conocía la entrada de la SEPI en la operación Talgo, ¿qué valoración hacen de este movimiento?

Creemos que todo movimiento que ayude al mantenimiento de una empresa, además con el nombre y con la trayectoria de Talgo, es positivo. Han sido muchos meses de incertidumbre, no solo para los propios trabajadores, también para aquellas empresas subsidiarias que trabajan para Talgo. Creemos que es una noticia muy positiva, pero pedimos que siempre que se ayude a una empresa con dinero público o se subvencione, esté vinculado al mantenimiento de los puestos del empleo. Estamos cansados y hemos visto muchos ejemplos últimamente en Euskadi de que las empresas llegan, solicitan ayudas públicas, se les otorgan millones y una vez que se han agotado esas ayudas, echan la persiana se van.