Un trabajador en una empresa industrial vasca
Los trabajadores vascos son los que menos notan la extra de verano junto a gallegos y canarios
El sueldo medio en Euskadi se incrementa por el efecto de la paga veraniega un 13%, muy por debajo de Madrid o Cataluña, que superan el 20%
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Gran parte de los trabajadores tienen su nómina anual repartida en 14 porciones, 12 mensualidades más dos pagas extra que coinciden con las navidades y el inicio del verano.
Pero no sucede así en todos los casos. Aunque ese es el reparto que establecen la mayoría de convenios colectivos y el sistema de cobro también de los empleados públicos, hay trabajadores que perciben toda su remuneración en 12 nóminas, incluso los hay que la tienen repartida en 16.
Eso en lo referente a trabajadores a tiempo completo con contrato indefinido, sin tener en cuenta oscilaciones por volumen de jornada o por pasar periodos en el desempleo.
La curva salarial media que define el INE marca, en todo caso, un pico claro en el cuarto trimestre correspondiente a la extra de Navidad, que se paga en diciembre. El otro repunte del año, el que se produce por la extra de verano, tiende a estar más repartido entre el segundo y el tercer trimestre, con un efecto dispar por comunidades autónomas.
Euskadi es de hecho el territorio donde menos rebota el salario medio por ese pago extra que suele abonarse entre finales de junio y comienzos de julio, lo que apunta a unos ingresos más regulares a lo largo del año en la que sigue siendo la segunda comunidad autónoma con los sueldos más altos por detrás de Madrid.
Manifestación por un acuerdo en el convenio del Metal
Una 'ayuda' para cubrir gastos
La comunidad de la capital, que lidera tanto el coste salarial ordinario como el total (aquí se refleja el impacto de las extras), registró una diferencia del 21% por efecto de la paga de verano el año pasado (2.380 de salario medio ordinario y casi 2.900 con pagas), muy por encima del que se produjo en Euskadi, de solo el 13%.
Esa oscilación mínima en el sueldo medio vasco es similar en el verano anterior, mientras que en el de 2022 incluso se acorta más, solo un 11% más con la paga extra.
La mayor parte de comunidades se situán en la franja de la Comunidad de Madrid, con variaciones del 22% en Cataluña o Aragón y de hasta el 23% en Asturias.
Con el margen más corto el año pasado está Euskadi y unas décimas por encima están Galicia y Canarias, si bien en comparación Euskadi aguanta mejor el incremento de los ingresos en el tercer trimestre, es decir, la extra de verano estaría algo 'más repartida' en las empresas vascas entre junio y julio en relación a estos dos territorios.
Terraza de bar ambientada en Vitoria / EFE
Aunque la forma en que se reparten los ingresos a lo largo del año tiene un impacto menor en los grandes indicadores macro como el consumo o la recaudación fiscal, es cierto que el concepto de las extra responde histórica y socialmente a una especie de 'ayuda' para hacer frente a las facturas de navidad y de vacaciones y que, por ello, puede servir de estímulo para el gasto.
En realidad las pagas son legalmente una parte más del salario y no hay ninguna diferencia con una nómina mensual corriente, si bien es cierto que suelen ser, sobre todo en el caso de la extra de verano, el elemento más a mano a la hora de reducir costes en las empresas que atraviesan serias dificultades económicas.