¿Fin a la huelga de los jardineros de Vitoria? Comité y empresa cierran un pacto que se vota este martes

Tras seis meses de huelga, la polémica con los jardineros parece llegar a su fin.
Como ya avanzamos hace unos días, la plantilla y la empresa se habían acercado mucho en sus posturas, aunque sin alcanzar aún una resolución.

Este lunes se ha confirmado que la empresa Enviser y los representantes de los trabajadores (LAB, ELA y ESK) han alcanzado un preacuerdo, tal y como estaba previsto. Todo apunta a que este martes el conflicto podría poner punto final a la huelga que comenzó el pasado mes de marzo.

Tras la reunión celebrada en Preco, se ha materializado el acuerdo, que será sometido a votación mañana en las asambleas convocadas por los sindicatos con los trabajadores. El contenido del preacuerdo no se conocerá hasta que sea presentado oficialmente a la plantilla, aunque, según ha señalado un representante de ELA, se muestra “feliz y confiado” en que los empleados avalen el pacto.

Mejora de condiciones laborales

La mejora para los jardineros de la ciudad pasa por una subida salarial, ya que actualmente sus sueldos rondan el SMI.

En esta última propuesta, la plantilla solicitaba un incremento salarial significativo para el próximo año, así como la inclusión de una nueva contrata de siega de zonas verdes con entrada en vigor en 2028 y la posibilidad de prorrogarla hasta 2029.

Durante las negociaciones sí se ha logrado una reducción de la jornada anual, por lo que la cuestión pendiente es meramente económica, a la espera de comprobar si el acuerdo se ratifica esta semana.

Ocho reuniones y la casa sin barrer

Desde el inicio de la huelga, los trabajadores solicitaron la participación del Ayuntamiento en la negociación, aunque esta institución ha mantenido que se trata de un conflicto laboral entre la empresa Enviser y sus empleados.

A mediados de junio, el Gobierno Vasco dictó una resolución para establecer de forma extraordinaria unos servicios mínimos durante la huelga, a solicitud de la empresa y del Ayuntamiento, con el objetivo de “garantizar el mantenimiento de los servicios esenciales a la comunidad”.

En cambio, el Departamento de Economía, Trabajo y Empleo tuvo en cuenta el legítimo derecho a la huelga, así como los informes de Tráfico y Bomberos de Vitoria, que alertaban sobre la “peligrosidad” del estado de algunas zonas verdes y vías urbanas. Los sindicatos, sin embargo, se opusieron al considerar que este servicio no es esencial para la comunidad.

La huelga ha tenido repercusiones en varios ámbitos, como en los espacios verdes de las piscinas municipales durante el verano pasado y en la celebración del Araba Euskaraz, que tuvo que cambiar su ubicación original —el parque de Olarizu— porque no se podía garantizar el desarrollo normal de la fiesta de las ikastolas de Álava.