Trabajadora de Mercedes Vitoria, el corazón de la automoción vasca

Trabajadora de Mercedes Vitoria, el corazón de la automoción vasca

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La automoción vasca suspira por la moratoria al motor de combustión tras bajar ventas un 25% a Alemania y Francia

Bruselas podría retrasar a 2040 el límite para vender coches que usan gasolina y diésel por la fuerte presión del bloque de países que lidera Alemania, del que se desmarca España

Los gigantes vascos de la automoción recortan previsiones ante la caída de pedidos

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En los últimos días resuena con fuerza en el mundo de la automoción la posible moratoria de Bruselas al motor de combustión. Es casi una certeza que la normativa que fijaba el tope para fabricar coches de gasolina y diésel en 2035 se hará más flexible, está por ver cuánto.

Este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desmarcaba de la tendencia general de los socios europeos defendiendo el mantenimiento del límite de 2035, en contra del bloque que encabeza Alemania.

La enorme presión de sus gigantes de la automoción, entre los que se encuentra Mercedes, con planta en Euskadi, o grupos de mucho peso para los proveedores vascos de componentes como Volkswagen o BMW, ha forzado a Berlín a solicitar formalmente a la Unión Europea que levante el veto a los coches no eléctricos.

A Alemania se han unido otros miembros de la UE como Italia, con una industria automotriz de gran tradición, incluso Francia abre la puerta a una flexibilización de la norma para proteger el empleo.

Trabajadores de Gestamp

Trabajadores de Gestamp Gestamp

Visión contrapuesta

Frente a la postura de Sánchez, el Gobierno vasco ha reconocido públicamente que es preferible ser flexibles ante las dificultades que vive el sector, sacudido por la entrada de la competencia china y las trabas arancelarias en mercados como Estados Unidos.

No hay que olvidar que la automoción tiene una larga capacidad de tracción y moviliza actividad de sectores básicos como la siderurgia o el aluminio, que siguen de cerca también la posible reactivación de un negocio clave.

Tras las advertencias de los grandes grupos alemanes anticipando duros ajustes laborales, 2025 va camino de ser un año insuficiente para la automoción vasca.

Trabajadora de Michelin

Trabajadora de Michelin Michelin

Primero hay que recordar que las grandes plantas de Mercedes y Michelin en Vitoria han recortado sus previsiones de producción. Aunque estas dos tienen mecanismos por su tamaño para evitar impactos relevantes en la plantilla, no ocurre así en el caso de proveedores más pequeños.

Acabar con el veto para los modelos convencionales (distintas informaciones apuntan a que la moratoria podría ser solo para los híbridos enchufables), o al menos retrasarlo más allá de 2035, sería un mensaje de respaldo desde las instituciones europeas a la industria y daría aire a toda la cadena, empezando por los grandes fabricantes con bandera germana.

Bajón de neumáticos

Alemania y Francia son los mercados estrella a nivel exportador para las empresas vascas y lo son también en el caso de la automoción. Ambos suman una caída conjunta de compras a Euskadi de componentes, incluidos neumáticos, del 25%, según datos de Eustat entre enero y septiembre. De los casi 950 millones (neumáticos y piezas de vehículos) en nueve meses en 2024 se baja a poco más de 700 millones.

Los neumáticos, con dos grandes factorías como son Bridgestone y Michelin, caen casi un 40%, con más intensidad en Francia, mientras que las piezas y otras partes del vehículo acumulan un descenso del 17%.