Euskadi suma otros 60 millones al Instituto Vasco de Finanzas susceptibles de entrar en más empresas

"No dejar a nadie atrás". Con ese mantra -más propio del Gobierno central que del vasco- es con el que dio este martes el consejero Azpiazu algunas de las líneas maestras del presupuesto autonómico, que ahora esperan a detallarse algo más durante la semana que viene durante las comparecencias parlamentarias previas a una negociación que Hacienda pretende llevar hasta el 23 de diciembre, que es cuando se esperan aprobar las cuentas públicas. Los presupuestos estarán marcados por el gasto social, por las obras del TAV y por un encarecimiento de los precios de la energía que también pasa factura a las entidades públicas, pero también dará lugar a que las inversiones sigan creciendo.

Inversiones como la dotación del fondo Finkatuz: el vehículo inversor del Gobierno vasco, del que se espera la entrada en ITP Aero y sobre el que se ha ejecutado recientemente la última ampliación de capital hace tan solo una semana para cumplir con los compromisos de las cuentas públicas de 260 millones. Ahora los Presupuestos del Gobierno vasco de 2023 destinan 60 millones al Instituto Vasco de Finanzas (IVF). El ente público tiene abiertas ahora mismo muchas líneas de financiación: los créditos covid con el IVF, las cuatro líneas aprobadas en abril para hacer frente a las consecuencias de la guerra, anteriormente las líneas vinculadas al Brexit... y la financiación de Finkatuz.

El ente público ya ha usado a Finkatuz para entrar en empresas -aunque de momento las participaciones se han circunscrito a Kaiku y CAF-, pero ahora mira al frente con más inversiones sobre la mesa. Fuentes del Ejecutivo confirman a este periódico que parte del presupuesto del Instituto Vasco de Finanzas irá destinado al vehículo inversor aunque todavía está por conocer la cuantía. El objetivo de Lakua era que el Gobierno terminase con la legislatura con 300 millones en el fondo arraigo y ese objetivo, más que alcanzable, se podría quedar ya al alcance de la mano en 2023 si no directamente conseguido antes de 2024 si la negociación parlamentaria se presta a ello.

El fondo tiene encima de la mesa más operaciones según explicó la consejera Tapia a 'Crónica Vasca' en su primera entrevista del curso. Pero el Instituto Vasco de Finanzas también ha acometido operaciones de motu propio sin contar con Finkatuz. La última, el pasado mes de enero cuando el Ejecutivo autonómico accedió a ULMA, una de las cooperativas más grandes de la Corporación Mondragón. Ahora se dibuja un calendario en el que lo más urgente es la entrada en ITP Aero -la junta extraordinaria de accionistas en Indra este próximo viernes debería desatascar el consorcio de accionistas que acompañarán a Bain Capital-, pero se abre después una interesante ventana en la que se pueden abrir más operaciones para el Gobierno vasco para garantizar el arraigo de empresas estratégicas.