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Graphenea busca los 4 millones de facturación a final de año empujados por el boom del grafeno

Los chips de grafeno encuentran su nicho de mercado en los biosensores, la fibra óptica y las cámaras de infrarrojos

3 junio, 2022 05:00

En plena crisis de los semiconductores, el mercado de los chips de grafeno vive ajeno a las turbulencias sumergido en un momento "emergente" y con "una gran proyección" de crecimiento. El grafeno se ha convertido en un material que trae consigo una revolución tecnológica para la medicina, la fotónica y la optoelectrónica y nuevos posibles usos que se encuentran en fase de estudio.

En 2010 Jesús de la Fuente fundó Graphenea, empresa líder mundial en la producción de chips de grafeno en la industria de semiconductores con sede en Donostia y oficinas en Boston (Estados Unidos). "Es un mercado pequeño y emergente", explica De la Fuente. La empresa donostiarra, con un equipo de 38 personas, cerró el año pasado con 3,3 millones de euros en ventas y en 2022 superarán, según prevé su fundador, los 4 millones

La hoja de ruta diseñada por la compañía dibuja una tendencia al alza de creciendo y ampliarán capacidades de producción con nuevos tipos de chips. Entre enero y mayo de 2022 han crecido un 40% comparado con el mismo periodo de 2021. 

Estos chips poseen propiedades que los hacen únicos en el mercado. "Su nivel de sensibilidad es mayor comparado con otras tecnologías con semiconductores como el silicio", apunta el fundador de Graphenea. El grafeno es un material de un solo átomo de carbono que se descubrió en 2004 y se extrae del gas metano, "un gas industrial de alta pureza, fácil y barato de conseguir". Dada su relativa novedad, hasta hace un par de años no se comercializaba. Ahora no solo se comercializa, sino que también proyecta nuevas posibilidades tecnológicas como solución a los límites de los semiconductores más convencionales.

Desde su descubrimiento, las aplicaciones de estos chips dentro de diferentes disciplinas científicas se han disparado, con grandes avances en particular en la electrónica de alta frecuencia, sensores biológicos, químicos y magnéticos, fotodetectores de banda ultra ancha y almacenamiento y generación de energía.

Instalaciones de Graphenea en San Sebastián / GRAPHENEA

Instalaciones de Graphenea en San Sebastián / GRAPHENEA

Nichos de mercado de los chips de grafeno

Un fuerte nicho de esta tecnología está en la medicina, concretamente en los biosensores. "Se pueden detectar moléculas a niveles bajísimos, de manera rápida, eficiente y barata", explica De la Fuente. Así, estos chips se utilizan para la detección de ADN, proteínas, glucosa y bacterias a niveles muy bajos que la tecnología actual tarda en detectar. Por ello, ayuda a obtener diagnósticos médicos de manera más rápida y eficiente. 

En el campo de la fotónica, por ejemplo, permite "convertir pulsos electrónicos en ópticos", señala. En otras palabras, permiten transmitir más información con menor energía a través de la fibra óptica.

Dado que el grafeno es un material casi completamente transparente y es capaz de transmitir ópticamente hasta el 97,7% de la luz, en el campo de la optoelectrónica, por ejemplo, ofrece soluciones de imágenes infrarrojas con cámaras de última generación y de alto rendimiento para la visión artificial, la automoción autónoma, la seguridad y la visión nocturna.

Además de estos usos, otros sectores buscan nuevas oportunidades del grafeno. Centros de investigación y universidades estudian el desarrollo de prototipos que lleven los chips de grafeno a otros mercados más extendidos dentro de la tecnología y la automoción. Se trata de un material ligero y resistente con alta capacidad para conducir el calor y la electricidad mejor que cualquier otro elemento, esto "significa que puede integrarse en una gran cantidad de aplicaciones", apunta De la Fuente. Aplicaciones que no tardarán en llegar ya que "el potencial del grafeno es muy grande".