Pablo Iglesias en el mitin de Podemos de este viernes en Bilbao.

Pablo Iglesias en el mitin de Podemos de este viernes en Bilbao. Elkarrekin Podemos

Opinión DIARIO DE CAMPAÑA

Mus en el ecuador de la campaña

13 abril, 2024 05:00

En la ronda de pares los dúplex de EH Bildu se han enfrentado a la pareja de pitos que ha traído bajo mano Pablo Iglesias, exvicepresidente y exlíder de Podemos, para apoyar a sus compañeros. Por un día abandonó el campeonato de su bar de Lavapiés y llegó a Bilbao para decir a los suyos que un Gobierno de izquierdas es posible tras las elecciones del 21 de abril, a pesar de que el resto de partidos, incluido EH Bildu, crea que no. Iglesias ha lanzado “un órdago” a Pedro Sánchez para que lo permita en contraprestación a tener estabilidad en Madrid.

Lo dijo en Bilbao y lo repitió en la red social X donde señaló que todos asumen que el PNV gobernará Euskadi una vez más, para reforzar el mensaje de que los morados son la única alternativa. El post va acompañando al vídeo electoral de los de Miren Gorrotxategi, una caricatura de los que ocurre en un batzoki donde la camarera es la única que dice no a los jeltzales. Hubiera sido una fantasía si el batzoki en cuestión, hubiera llevado de apellido Garibaldi, en recuerdo a los votos del PNV que permitieron que Iglesias llegará al Gobierno de coalición.

No tardó mucho en sacar su baza de caballos y reyes el Diputado de Bildu, Oskar Matute, para replicarle que la única izquierda que puede ganar las elecciones del País Vasco y liderar el cambio es la suya, todo precedido de “con todo el cariño”. Matute remató la jugada con un “lo que puede facilitar que gobierne el PNV es la división de voto” y pinchó donde duele, en la fuga de votos que se están trasvasando de Podemos a Bildu. Hamarrako en el tanteo para los de Oskar.

Con el mismo amor y respeto intenta impugnar la jugada Iglesias, acusando a la izquierda soberanista de querer construir el futuro nacional vasco con Pradales, de los que dice son el sustento de la sostenibilidad del bloque del poder español que Podemos encaró con su irrupción. Recordar lo ocurrido en las elecciones gallegas nos anticipa que el resultado del tanteo no es halagüeño para Ahal Dugu, en riesgo alto de quedarse fuera de la Cámara de Gasteiz.

Imanol Pradales no se ha enredado en esta jugada, no está interesado en una partida con Podemos, la que de verdad importa de cara al resultado del domingo electoral es  la que mantendrá con Otxandiano. Para ello ha visitado el herrialde más favorable para Bildu, Gipuzkoa. No dan por perdida su hegemonía en el territorio, de hecho, salen a ganar Gipuzkoa y la inversión comprometida para Anoeta Berria de 50 millones es un guiño al equilibrio y muestra del peso del territorio para el PNV.

Industria y arraigo territorial es la parada de la caravana electoral de Eneko Andueza en el bastón socialista de Ermua. Desde allí, su llamamiento ha sido a incrementar la inversión en I+D para equipararla a la media europea.

El Partido Popular se ha sacado la foto surcando la bahía de La Concha para abordar uno de los temas menos identificables con las siglas de De Andrés, la necesidad y su compromiso con las energías limpias.

Sumar, por su parte, intenta sacar cabeza con la propuesta de reducir la jornada laboral y alaban la presencia de su líder en Madrid, Yolanda Díaz, apuntándose el mérito del mayor aumento del salario mínimo interprofesional.

Una campaña a medio gas en permanente espera a que alguno agarre la treinta y una de mano. La semana que viene llegarán las últimas encuestas, el último debate de candidatos y los nervios ante la inminencia de la cita electoral. Fin de semana para barajar propuestas y repartir cartas en la recta final.