Euskadi decide su futuro en las elecciones más apretadas
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Y por fin llegó el gran día. Este domingo los vascos deciden el futuro de Euskadi en las urnas. Unas elecciones decisivas y más apretadas que nunca en las que la gran incógnita es si ganará por primera vez Bildu o ganará una vez más el PNV. La mayoría de las encuestas, incluido el promedio de las mismas que elaboró este diario, dicen que ganarán los abertzales, pero lo cierto es que los últimos días de campaña no les han ido muy bien, o eso parece...
Es evidente que, además de paradójica, ha sido una campaña de menos a más. Empezaba en los primeros días de abril con una baja intensidad, teniendo en cuenta que la final de la Copa del Athletic eclipsaba las elecciones. Los sondeos decían que más del 50% de los vascos no sentían interés por la cita con las urnas, incluso aunque los políticos hablasen de los temas que de verdad importan (Osakidetza, vivenda, economía). Se vaticinaba, además, una bajísima participación, pero quizás eso también cambie tras la altísima intensidad del final de la campaña.
Ese dato de la participación va a ser decisivo. En Crónica Vasca venimos contando hace tiempo que el electorado afín a Bildu está hipermovilizado y, sin embargo, existe mucha desmovilización entre el resto, en especial en los votantes tradicionales del PNV. Sin embargo, lo ocurrido al final puede cambiar el resultado esperado.
Dos hechos casi consecutivos lo cambiaron todo. Primero el pasado lunes por la noche Pello Otxandiano, en su ya famosa entrevista en la Ser, se negó a llamar "terrorista" a ETA y a condenarla, con unas palabras lamentables. Varios días después intentaba enmendar el error y pedía perdón a las víctimas si se habían sentido ofendidas, pero seguía diciendo lo mismo porque evitaba otra vez hablar de terrorismo o condena...
De todo lo que dijo Otxandiano tenía razón en una cosa: no todo Bildu era como Herri Batasuna, brazo político de ETA hace años. Porque es una coalición en la que están EA y Alternatiba, y estuvo Aralar, que son partidos diferentes y con posturas claras frente al terror. Pero, al mismo tiempo, queda claro que el candidato soberanista, militante de Sortu, el partido que controla la coalición, no quiere condenar el terrorismo y ni siquiera calificarlo así.
En segundo lugar, está la agresión, que por supuesto aquí condenamos, sufrida por el candidato del PNV, Imanol Pradales, al salir de un mitin jeltzale en Barakaldo y cuando se disponía a acudir al gran debate televisivo de EITB.
Esos dos hechos, como decimos, variaron el rumbo de la campaña, la hicieron mucho más tensa y, lo que es más importante, permearon socialmente, porque la gente en la calle sólo hablaba de ambas cosas. Algo se ha movido ya en la sociedad. ¿Aumentará por ello la participación? Lógicamente hasta este domingo no sabremos cómo han influido estos acontecimientos en los ánimos de los votantes. Ya tenemos dicho que, más allá de a quién beneficie o perjudique, cuanta más participación este domingo mejor para Euskadi.
Pasarán las elecciones y llegará el momento de hablar de pactos postelectorales. La sensación más extendida es que nos encontraremos otro pacto de PNV y PSE para seguir al frente del Gobierno vasco. Pero ya habrá tiempo para hablar de todo eso. Lo importante ahora es que tras esa campaña de menos a más, la voz la tienen los ciudadanos.