Votar y vermut

Antes se salía de misa y se votaba, ahora se vota y se va a tomar el vermut. La constatación de este cambio de costumbres la hacía Arrate Jauregi, jefa del servicio de Procesos Electorales del Gobierno vasco, en la presentación de un nuevo sistema de recogida y tratamiento de los datos electorales, HautesData, con el que para las 22:30h del domingo tendremos el escrutinio de las urnas al 100%.

La cosa promete ser rápida, al igual que lo has sido esta campaña, ya que realmente el peso de la misma se ha concentrado en estos últimos cinco días. Las jornadas de reflexión son muy curiosas, diría que hasta exóticas en un mundo donde los impactos inmediatos permiten borrar fácilmente lo acontecido más allá de una semana. Los periodistas obligados a generar contenido, preguntan a los y las candidatas por este día donde se vuelve a caer en lo esperado, con la familia, en el monte, un paseo, leer… ninguno reconocerá estar nervioso, pero todos lo están. Miedo a no cumplir con las expectativas que se han marcado más allá de los resultados, entrar o no en la Cámara vasca, ganar en votos y/o escaños, ser primera fuerza en el territorio más disputado o tener un número suficiente de escaños para ser influyentes.

Vamos con algunas consideraciones de cómo llegan los candidatos a la foto finish para la cita electoral:

Imanol Pradales (EAJ/PNV)

Se ha puesto la corbata. Sorprendió a todos el martes en el primer debate con los siete cabezas de lista siendo el único en vestir esta prenda y la ha mantenido el resto de la semana. Pradales quiere transmitir la institucionalidad y la formalidad de un lehendakari. El lenguaje no verbal tiene un peso en la comunicación que llega a alcanzar el 70% y lo ha utilizado para proyectar su imagen al frente de la Lehendakaritza. La agresión sufrida tras el mitin en Barakaldo afortunadamente ha quedado en una anécdota. Recuperado del susto, si hemos visto una evolución de su mensaje. El candidato del PNV ha puesto el acento en los últimos días de campaña en convertirse en una oportunidad. La sociedad pedía cambio y él considera que tiene en sus manos mejorar aquellos servicios sociales que se han visto afectados, especialmente Osakidetza. Imanol por encima de la marca.

Pello Otxandiano (EH Bildu)

En una campaña que iba al tran tran y donde todo estaba a favor de Bildu, las encuestas, los debates, el mensaje... Aquí sí, la marca por encima del candidato, Pello Otxandiano, hasta que decidió acudir a una entrevista de ámbito estatal y agitar la campaña al no describir a ETA como banda terrorista. Medios de comunicación, tertulias, incluso su aterrizaje en las conversaciones de la calle le han obligado a matizarse, pidiendo disculpas a las víctimas y asegurando que aún les quedan pasos pendientes por dar. Si la inclusión de terroristas en las listas de Bildu en las municipales y forales de 2023, y su posterior compromiso de que fueran apartados no hizo mella en sus resultados, ¿por qué este error sí podría afectar? En los decididos por la coalición abertzale, lo dudo, en los indecisos se abre el interrogante.  Aspiran a tocar el cielo con sus mejores resultados. En Álava acarician ser primera fuerza y el sorpasso al Pnv sería todo hito.

Eneko Andueza (PSE/EE)

Lo tenía díficil. Una campaña que se ha planteado en clave de a dos, la pugna entre PNV y EH Bildu, lo de sacar cabeza no ha resultado fácil para el candidato socialista. Sin embargo, tanto en entrevistas y debates se ha llevado el mérito de que todas las miradas se posasen en él, gracias a su fluido verbo y en ocasiones hasta ejercer de moderador dentro de la discusión. Al fin y al cabo, sabe que tiene la llave y busca retener el amorcito de los votantes que eligieron socialistas para las generales y que no se vayan a otros caladeros. Andueza de Eibar, torero y banderillero. 

Javier de Andrés PP

Resulta curioso que uno de los temas que utiliza el Partido Popular como ariete contra Pedro Sánchez sean sus pactos con Bildu y su blanqueamiento en lo referente al terrorismo. Pues su candidato en el País Vasco, ni alusión al tema. Quedó como el elefante en mitad de la habitación el día del debate, ni mención, ni confrontación a cuenta de la polémica sobre ETA que echó a rodar el candidato Otxandiano con su polémica respuesta. La campaña de De Andrés ha versado sobre dos ejes, equiparar al resto como socios de un mismo bando y cuestiones relativas a la seguridad, la RGI y la defensa del concierto económico.

Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos/Ahal dugu)

Gorrotxategi ha sido incapaz de aportar una razón de peso en la que su electorado distinguiese su programa del de Sumar. Los morados han puesto el acento en la importancia de los servicios públicos, especialmente, cuidados, Osakidetza y educación. Se han pasado toda la campaña intentado combatir al PNV, con vídeos y lemas anti jeltzales, algo llamativo si atendemos a que la fuga de votantes que sufren va a la bolsa de Bildu.

Alba García (Sumar Mugimendua)

Hay cierto consenso en considerarla candidata revelación. De ser una desconocida, a destacar por su aplomo en los debates y por segmentar bien los temas en los mismos. No es ninguna casualidad que la chaqueta color rosa haya sido su mejor aliada en campaña porque le ha ayudado a identificar el color de su ropa con la marca Sumar. Aspiran a ser la izquierda confederal que consiga representación en ele Parlamento vasco.

Amaia Martínez (Vox)

Su irrupción en la política vasca peligra. No tienen asegurado sobrepasar el 3% de votos requerido para entrar en la Cámara y que el llamado voto útil les elimine del mapa político vasco. Lo cierto es que la campaña de Vox podría ser la misma allá donde se presentan, cuestión identitaria, inmigración relacionada con el aumento de la criminalidad, ilegalización de partidos independentistas… Confían en que siempre las encuestas les tratan mal y ansían volver a dar la sorpresa el domingo.