Celebración del Pleno de control del Parlamento vasco / ADRIÁN RUIZ HIERRO - EFE

Celebración del Pleno de control del Parlamento vasco / ADRIÁN RUIZ HIERRO - EFE

Opinión

El votante vasco frente al espejo

Publicada

Noticias relacionadas

Uno de los aspectos más importantes de la estrategia electoral de los partidos y que más al detalle tienen que observar, son las características de los votantes, sus sentimientos frente a la política, los problemas que perciben que más afectan al país y a sus propias vidas, y las ubicaciones ideológicas que declaran en las encuestas.

Sobre todo, son estas últimas las más importantes a la hora de definir estrategias electorales o comunicativas. No solo de aparecer en los medios de comunicación viven los partidos. Además, hay que saber para qué y cómo aparecer. Esto no es una simple carrera de popularidad.

Por eso la ciencia política, aplicada al terreno de la competición electoral, dedica tiempos importantes en observar cómo se ubican en las distintas escalas cada uno de los electorados, para posteriormente, los partidos definir estrategias de ataque a los distintos partidos.

Ejemplo: si un partido de izquierdas ocupa unas posiciones entorno al 2 y 4 en la escala ideológica (donde 0 es extrema izquierda y 10 es extrema derecha) y existe otro partido que ocupa posiciones en torno al 3 y el 5, el primer partido realizará ataques al segundo intentando desplazarlo a la derecha para quedarse con los votantes que se muevan entorno al 3 y 4. 

En Euskadi, el mapa es más complejo ya que a la dimensión ideológica clásica (izquierda-derecha) hay que añadirle la dimensión identitaria (Nacionalista vasco- Nacionalista español). 

En cualquier caso, la dificultad estriba en Euskadi en que (y a pesar de que en los últimos años ha crecido la presencia de la dimensión ideológica) la dimensión identitaria tiene una presencia protagonista. Esto es, los puntos de choque entre partidos de distintos bloques se dan sobre todo en esta dimensión al igual que la competición por electorados afines dentro de cada uno de los bloques políticos.

Hoy nos vamos a centrar en la dimensión ideológica:

Tenemos que empezar señalando que en Euskadi el centro de la escala (que se suele ubicar en el 5 por ser la mitad entre el 0 y el 10, pero también por ser donde más votantes se ubican), está inclinado hacia la izquierda. De hecho, en el último Sociómetro la media se encuentra en el 4,3.

Pues bien, en esta escala el partido cuyos votantes se ubican en ese centro del 4,3 es el PSE. También en el centro, pero escorado ligeramente a la derecha se encuentran los votantes del PNV (4,9). Esta es la clave que explica que el PSE busque diferenciarse del PNV (incluso con ataques) en cada campaña electoral.

Sus electorados son ideológicamente muy parecidos. Por eso hay una tasa de transferencia entre ambos partidos tan elevada a pesar de sus diferencias en la dimensión identitaria.

Tanto PNV como PSE son los que compiten por un electorado más amplio y no solo porque la mayor parte del electorado se sitúe donde se sitúan sus votantes. Los abstencionistas, los que no declaran su voto en las encuestas, incluso quienes no tienen derecho a voto, se ubican también en estas alturas de la escala ideológica.

En la izquierda, tenemos un efecto curioso en los últimos años. EH Bildu, quien representa la posición casi hegemónica en ese bloque (tiene la mayor parte de los votos de izquierda), tiene unos votantes que se han ido centrando. Ahora están en el 3,1 cuando hace unos pocos años sus votantes se autoubicaban más a la izquierda del 2,5.

EH Bildu se ha quedado como fuerza casi hegemónica de la izquierda y teniendo en cuenta que el electorado de izquierdas es amplio en Euskadi le da para competir por la victoria en la arena autonómica

Esto explica dos fenómenos de las recientes elecciones autonómicas: En primer lugar, EH Bildu ha entrado en el terreno de competición de la llamada izquierda confederal (Podemos+Sumar) que tenían posiciones de izquierda, pero no tan extremas. De hecho, en el último socionmetro estos votantes se sitúan en el 3,6. La pelea por el electorado de izquierdas se ha resuelto a favor de los soberanistas y esto nos lleva al segundo fenómeno.

EH Bildu se ha quedado como fuerza casi hegemónica de la izquierda y teniendo en cuenta que el electorado de izquierdas es amplio en Euskadi le da para competir por la victoria en la arena autonómica. La pregunta es si puede pasar de competir a ganar. Seguramente y ante su posición hegemónica en la izquierda, EH Bildu empiece a buscar otros electorados en la dimensión identitaria.

En la derecha no parece que la pelea se haya resuelto de la misma manera. Evidentemente la cantidad de votantes de derecha es mucho menor y la competición entre PP y VOX por los votantes conservadores no se ha resuelto aún y (aunque con ventaja para los de Feijoo) la disputa sigue abierta.

El escenario es interesante, ya que tanto a izquierda como a derecha habrá movimientos en esta legislatura. Unos para sobrevivir y otros para tener éxito

Los votantes de Vox se ubican en 7, mientras que los votantes del PP en el 5,9. Solo podemos explicar como un error estratégico que el PP en Euskadi pelee por los votantes situados más allá del 6. Son pocos (apenas 1 escaño), los tiene que pelear con una fuerza extremista como VOX y eso les hace abandonar al electorado de centro derecha que se ubica entre el 5 y el 6 y que se ha quedado huérfano o empieza a notar el abrigo del PNV.

El escenario es interesante, ya que tanto a izquierda como a derecha habrá movimientos en esta legislatura. Unos para sobrevivir y otros para tener éxito. 

No obstante, queridos lectores, he de recordar que todavía nos queda una dimensión que analizar, la identitaria y que en Euskadi es la más determinante. Les emplazo a que la abordemos en el siguiente artículo.