El presidente de EEUU, Donald Trump, se reúne con Elon Musk en la Casa Blanca, en Washington

El presidente de EEUU, Donald Trump, se reúne con Elon Musk en la Casa Blanca, en Washington EFE

Opinión

Hacer de la necesidad virtud

La guerra comercial puede ser una oportunidad para reforzar Europa, recuperar talento y diversificar mercados

Más de la autora: Pelos en la gatera

Publicada

De vez en cuando es bueno darle la vuelta a la tortilla, y ver la parte que nos ha quedado más bonita, con el fin de intentar sacar partido de lo bueno, y minimizar lo negativo.

Quizás viendo la que está cayendo en el mundo de la economía, tras el anuncio de los aranceles de Trump, esta sea una excelente ocasión para poner en valor aquellas cuestiones que pueden ayudarnos a salir airosos, o menos tocados de esta guerra comercial sin parangón, en la que tenemos claro que no habrá ganadores.

Lo primero sin ninguna duda es actuar con cabeza, reflexionar y medir los tiempos. A la visceralidad no es bueno responder de la misma forma. Es infinitamente mejor hacerlo con estrategia y valorando siempre pros y contras.

En nuestro caso la respuesta debe ser a través de Europa y sin duda, este sería un buen momento para que el viejo continente recuperara el impulso que tuvo en otros momentos. Un impulso que se atisbo en época de pandemia, pero que con el tiempo se ha ido diluyendo hasta perderse.

Sabemos quiénes en Europa, tienen más afinidad con la administración Trump: Italia y Polonia

Obviamente esto requiere unidad y consenso, que si bien no parece sencillo, cuando menos debería intentarse. Los escollos están claros. Sabemos quiénes en Europa, tienen más afinidad con la administración Trump: Italia y Polonia. Sin embargo, y sabiendo que aquí no se perdona ni a “amigos”, ni a “enemigos”, podríamos aprovechar para poner en marcha una estrategia común y consensuada entre todos.

Además, es seguramente una excelente oportunidad para generar conciencia política y ser conscientes de lo que conllevan las políticas populistas y la extrema derecha. Ya sabemos que en EEUU hay quienes se arrepienten de lo que han votado.

Ya empiezan a escucharse testimonios, el más evidente el de Elon Musk en contra de la política arancelaria de Trump, y a favor del libre comercio. Musk como otros benefactores de Trump han sufrido pérdidas multimillonarias en cuestión de horas y eso duele. La contestación interna es importantísima, y en paralelo es bueno aprender del ejemplo de lo que allí está ocurriendo y saber que mucho más cerca hay quienes apostarían, ya lo hacen, por implementar políticas semejantes con las consecuencias que eso supone. Aprender y recordarlo cuando toque votar.

Entre las cosas buenas que nos trae esta crisis y que tenemos que aprovechar, es que ya conocemos personas ligadas al mundo de la ciencia que se fueron desde aquí a EEUU y que quieren volver, ante la complicada situación que allí se ha generado. Esta noticia es buenísima si supone recuperar talento que perdimos hace tiempo, en algo tan importante y tan sensible como es la ciencia.

Es el momento de abrir nuevos mercados. Todos estamos sufriendo las decisiones de Trump y todos necesitamos establecer nuevas alianzas

Pero hay más cosas que bien trabajadas nos situarán en el medio y largo plazo con ventaja, y sobre todo con recursos para no tener una excesiva dependencia de nadie, algo que ya tenemos sobradamente comprobado que es malo. Es el momento de abrir nuevos mercados. Todos estamos sufriendo las decisiones de Trump y todos necesitamos establecer nuevas alianzas. Hagámoslo también con estrategia.

Diversifiquemos el mercado y busquemos las mejores sinergias. Y aquí no podemos obviar la importancia del mercado asiático: China e India. Toca hilar muy fino para que estos países sean aliados de verdad y no nos utilicen para colocar mucho mas baratos que los nuestros, los productos que ahora no van a vender a EEUU.

En paralelo vamos siendo cada vez más conscientes de la importancia del consumo de proximidad, de invertir en todos esos productos y servicios que somos capaces de generar nosotros mismos, con una contrastada calidad.

Nos queda también hacer una mención al capítulo de viajes. Parece que de manera espontánea ya estamos descartando ir a EEUU, y eso por dos motivos: el primero como respuesta a lo que desde allí nos está llegando, y en segundo lugar y tal vez, más importante por precaución ante las noticias de que cada vez hay más trabas para entrar en aquel país, cuando no problemas aún más serios.

Cabe preguntarse si a la inversa vamos a resultar penalizados y dejaran de visitarnos los casi 4 millones de norteamericanos que vinieron en 2024. Está por ver.
En cualquier caso estamos ante un escenario que puede suponer una catarsis en muchos aspectos. Además de esperar para ver como se van desarrollando los acontecimientos toca hacer de la necesidad virtud.