Legarreta arremete contra los "controles racistas" de Francia en Irun

En otro año marcado por un fuerte flujo migratorio y con cinco muertos más en el Bidasoa en su intento por pasar a Irun en lo que llevamos de año, el director de Inmigración del Gobierno vasco, ha vuelto a poner este jueves el foco en los "controles selectivos y racistas" que practica la Gendarmería francesa en la frontera vasca entre España y la República gala. En una entrevista en Radio Euskadi, Xabier Legarreta, ha sido así de contundente -usando una expresión poco frecuente en cargos institucionales, pero sí en colectivos como Irungo Harrera Sarea- al referirse al drama migratorio que lleva ya vivienda cuatro años Irun.

Un drama migratorio que ocurre en una frontera dentro del espacio Schengen, fundamentalmente por esos controles, a los que Legarreta se ha referido como "la mayor dificultad para atender a los migrantes en tránsito". Unos controles que no solo tienen consecuencias fatales, sino que en el día a día están fomentando "mafias que hacen negocio", asegura el director de Migración en una situación de la que, según ha dicho, tiene conocimiento el Gobierno central.

El director de Migración, Xabier Legarreta / Irekia

Aunque es imposible saber cuántas personas atraviesan esta ruta migratorio, el director de Migración ha ofrecido este jueves el dato de cuántas personas han utilizado los recursos del Gobierno vasco en su ruta: 4.500 personas. Hay "diversidad" en cuanto a los perfiles que utilizan estos recursos, según ha asegurado Legarreta: desde quienes apenas se acercan a cargar sus teléfonos móviles hasta quienes pasan una noche en los albergues autonómicos.

Sobre la reforma del Reglamento de Extranjería recientemente aprobada por el Gobierno central con el objetivo de facilitar las concesiones a migrantes para poder trabajar en España, el director de Migración ha valorado positivamente ese avance "necesario", al que se ha referido como "un pasito hacia delante". No obstante, en opinión de Legarreta, hacen falta "más avances", especialmente en el frente burocrático, donde, según Legarreta, "existen muchas personas con estudios universitarios que están trabajando en empleos de baja cualificación porque les cuesta conseguir la homologación".