En la víspera de las reuniones con el consejero Azpiazu, Elkarrekin Podemos y Bildu han presentado las líneas maestras de las contrapropuestas que van a poner sobre la mesa del Gobierno en la negociación presupuestaria. En un momento que Bildu interpreta como de "cambio de era" y no de "tormenta", los dos partidos con los que ha habido acuerdos presupuestarios a lo largo de la legislatura han adelantado sus exigencias a Azpiazu, que darán a conocer en detalle tras sus reuniones en Lakua este miércoles.
En un momento en el que, más allá de los gestos, se antoja difícil la consecución de acuerdos, la coalición abertzale, que ha presentado sus propuestas de la mano de Maddalen Iriarte y Nerea Kortajarena, ha adelantado que serán seis los ejes que se pondrán encima de la mesa: el deterioro de los servicios públicos, el problema del precio de la vivienda, las dificultades de los jóbenes para emanciparse, el deterioro del primer sector, la fiscalidad y la pérdida de poder de decisión en empresas estratégicas.
Este último punto, con los casos de Siemens Gamesa, Ibermática o Euskaltel como ejemplos más recientes, lleva meses siendo uno de los 'filones' que ha encontrado la oposición en su crítica al Ejecutivo autonómico, con el foco centrado en la 'falta de política industrial'. Sin desvelar los detalles Nerea Kortajarena sí ha dejado caer que van a exigir una ampliación del fondo Finkatuz, sobre el que el borrador presupuestario ya plantea la inyección de otros 40 millones para llegar al objetivo de 300 fijado para esta legislatura. El fondo de inversión en empresas estratégicas, hasta el momento, ha invertido en CAF, Kaiku y recientemente en ITP Aero.
Junto a esa propuesta, la coalición pondrá encima de la mesa soluciones para el problema de la vivienda, en el que han insistido en las dificultades que hay ahora mismo para acceder, con los jóvenes destinando el 80% de sus ingresos y una edad de emancipación "entre las más altas de Europa". También se pedirán medidas estructurales para Osakidetza, regulaciones al precio del alquiler y que se aborde la reforma fiscal, sobre la que Iriarte ha dicho que actualmente hay una fiscalidad "pactada con el Partido Popular", para poder financiar el aumento de gasto.
Inversiones que concreten el pacto educativo, la clave para Podemos
Ese punto, la reforma fiscal -sobre la que Azpiazu ya ha dicho en alguna ocasión que "no toca" todavía-, también será, otro año más, una de las exigencias de Elkarrekin Podemos. La coalición morada, que acudirá al encuentro con Azpiazu con Miren Gorrotxategi, David Soto y Jon Hernández, pondrá encima de la mesa un abordaje de la reforma fiscal como uno de los asuntos más importantes, aunque "no será una línea roja". Los morados no descartan la posibilidad de presentar una enmienda a la totalidad, pero públicamente su intención será la de tratar de negociar.
Energía, salud y vivienda serán otra de las tres líneas maestras junto a la que ahora es la piedra de toque: el pacto educativo. Su cumplimiento y su concreción en inversiones presupuestarias formará parte de las claves para dar luz verde a las cuentas públicas por parte de los morados. En concreto, el equipo de Gorrotxategi va a exigir a Azpiazu que se aborden inversiones en materia de crear escuelas públicas en los pueblos que no cuentan con ellas y la publificación de centros, un aspecto que venía recogido en el pacto presupuestario.
Los listones, en cualquier caso, parecen muy altos para unos Presupuestos que parecen encaminados a salir adelante solamente con los apoyos de los socios de Gobierno. Algo que no será ningún problema, ya que PNV y PSE cuentan con una holgada mayoría, pero sí supondrá un paso atrás en esa estrategia de pactos de país y grandes acuerdos que puso de largo Urkullu al comienzo del curso político.