Miles de personas piden en Bilbao el fin de la "excepcionalidad" sin mencionar a las víctimas de ETA
El fin de la dispersión obliga a la izquierda abertzale a adoptar una nueva reivindicación, que las víctimas tachan como una "mentalidad vieja" que favorece la "impunidad para quienes asesinaron"
7 enero, 2023 19:16Después de que el covid-19 haya impedido durante dos años la movilización que la izquierda abertzale organiza cada mes de enero en Bilbao para pedir el fin de la dispersión de los presos de ETA, este sábado miles de personas -más de 20.000 según la Policía Municipal- han vuelto a salir a una reivindicación que ha estado marcada por el fin de la dispersión. Los manifestantes han exigido que jueces y fiscales que "dejen de retorcer la ley" y permitan, "con la legislación ordinaria", acercar a los reclusos "a casa".
La movilización, que ha comenzado a las 17.00 horas, ha vuelto a desbordar la calle Autonomía con miles de personas. No habían pasado ni tres minutos desde el comienzo de la cita cuando la lluvia ha comenzado a amenazar a las personas congregadas; sin embargo, pasados unos minutos las precipitaciones han remitido y los actos previstos se han realizado con normalidad: ha habido 'bertsos', 'irrintzis' y hasta una actuación en directo del popular grupo Huntza.
En la movilización han tomado parte representantes de EH Bildu, Podemos, ERC, Junts, CUP y BNG, así como de los sindicatos ELA, LAB, UGT, Steilas, ESK, EHNE, Etxalde, Hiru, CNT y CGT. Por su parte, PNV y CCOO se han adherido a la reclamación, aunque han rehusado participar en la marcha.
Aunque la marcha de este año viene marcada por el fin de la dispersión, la tónica ha sido la habitual: cantos de "Euskal presoak etxera" (presos vascos a casa) y alguna que otra ikurriña, banderas independentistas de Navarra y símbolos que piden el fin de la dispersión o la amnistía de los presos de ETA.
Habitualmente los manifestantes partían desde La Casilla hacia el Ayuntamiento, pero este año ha habido una diferencia reseñable: los organizadores han pretendido que el tramo que une la plaza Zabalburu y La Casilla se llenara de gente antes de comenzar la marcha para poder hacer la foto y mostrar músculo. Y aunque unos minutos antes de las 17.00 horas se veían grandes espacios de la calle sin cubrir, finalmente la popular calle de la villa se ha llenado.
Tras llegar a Zabalburu e interpretar el 'Txoria txori', de Mikel Laboa, la marcha ha continuado hasta el Ayuntamiento tras una pancarta con el lema 'Etxera bidea gertu' que ha sido portada, entre otros, por los portavoces de Sare Joseba Azkarraga y Begoña Atxa, junto a Anaiz Funosas, de Bake Bidean, el cantante Fermin Muguruza, y Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA.
Sare ha celebrado que "miles de personas de ideologías diversas han vuelto a llenar las calles de Bilbao exigiendo el fin de la vulneración de derechos que aún sufren los presos y presas 'vascos'", en referencia a los presos etarras. En el comunicado final, leído en euskera por Anaiz Funosas y en castellano por Joseba Azkarraga, los convocantes han resaltado que 34 años después del inicio de la política de alejamiento se ha ganado "entre todos esta etapa". "No tuvieron en cuenta la firme voluntad de la sociedad vasca de plantar cara, democráticamente, a esta vulneración de derechos", han resaltado.
Cambia la reivindicación
Precisamente el fin del alejamiento de los presos ha obligado a la izquierda abertzale a adoptar una nueva estrategia, dado que la anterior empieza a carecer de sentido.
Sare ha afirmado que da "por terminada" la etapa de política de alejamiento de los presos de ETA. "Es una etapa ganada, que ha costado mucho sufrimiento. Ahora nos toca la más importante, traerlos a casa", han apuntado desde la red ciudadana. Su portavoz, Joseba Azkarraga, ha apostado por iniciar "una nueva etapa" enfocada en el uso "exclusivo de la ley general penitenciaria". En esta línea, ha reivindicado que no haya "privilegios" pero tampoco excepciones".
Tras superar los 34 años que ha durado "la política de alejamiento", Sare reivindica iniciar "un nueva etapa" en la que se ponga el foco en "cómo encaminar el regreso a casa, utilizando exclusivamente la propia ley general penitenciaria". Azkarraga precisa que lo que se reivindica no es una "amnistía"; no se pide que haya "privilegios" pero "tampoco excepciones", de manera que se les aplique a los presos la legislación penitenciaria ordinaria.
Sare relaciona esas "excepciones" a que la justicia está "retorciendo la Ley": "Que dejen de actuar desde el ámbito judicial, con criterios de venganza y revancha. Que se ponga fin a la excepcionalidad que se les lleva aplicando décadas".
A diferencia de lo ocurrido en la mesa redonda organizada por Sare en la mañana del sábado, donde se le ha dado voz y reconocimiento a las víctimas de ETA, el "camino a casa" que se ha reivindicado en la manifestación no ha incluido mención expresa a las víctimas ni peticiones de perdón, arrepentimiento, asunción ni reconocimiento del daño causado. Y precisamente los colectivos de víctimas han declarado no entender que se celebre esta protesta cuando la dispersión es ya historia -actualmente quedan 14 presos fuera de Euskadi y Navarra-. Asimismo, tampoco comprenden que el lema se refiera a "la vuelta a casa" de los presos.
"Somos muchísimos más los que no estamos ahí. Yo no voy", ha escrito en sus redes sociales Consuelo Ordoñez, presidenta de Covite, minutos después del arranque de la manifestación
Nueva "etapa"
Una vez dada por concluida la dispersión de los presos, Etxerat y Sare han modificado esta semana el logotipo que utilizaban para reclamar el acercamiento de los presos de ETA para adaptarlo a la petición del "fin de la política de alejamiento".
“Están en Euskal Herria, sí, pero aún continúa vigente la política penitenciaria de excepción", manifiestan ambas plataformas. Por ello, reivindican "un camino sin obstáculos, donde las progresiones de grado o los permisos penitenciarios, se apliquen sin excepción".
Esta postura de la izquierda abertzale no convence a las víctimas del terrorismo. Covite, la AVT o Dignidad y Justicia han criticado este cambio tanto por sus mensajes como por la propia manifestación.
"Logo nuevo, mentalidad vieja: impunidad para quienes asesinaron o ayudaron a asesinar", expresaba el Colectivo de Víctimas Covite a través de sus redes sociales tras conocer el cambio de logotipo. "Antes disfrazaban su verdadero objetivo con la exigencia del fin de la dispersión, ahora lo hacen con los supuestos 'obstáculos' para conseguir terceros grados. No son obstáculos. Es la Ley", sentencian.
En la misma dirección, la asociación Gogoan-Por una memoria Digna critica "la impostura desvergonzada" sobre la denuncia de que se rechaza la concesión del tercer grado de algunos presos de ETA. En este sentido, afirman que es "un insulto a la inteligencia" y de "escasa honestidad" hacer creer que todos los presos etarras transitan la reinserción restaurativa". Gogoan considera que hay presos que sí lo hacen, pero "otros muchos, y el conjunto de la izquierda abertzale vinculada a Sortu, por el momento, no".
Del mismo modo, Gogoan afirma que, "terminada ya la injustificada política de alejamiento", el debate penitenciario sobre los presos de ETA se está centrando ahora en el acceso al tercer grado, una clasificación que permite, en su régimen normal, salir diariamente a la calle, pernoctando en la cárcel, o regímenes de semi libertad.
La Fundación Fernando Buesa, por su parte, lamenta la "empatía" que reciben los presos de ETA frente al "olvido" de sus víctimas. Precisamente en relación a dicha reflexión, ‘Crónica Vasca’ publicaba recientemente las críticas de la Fundación tras las manifestaciones de apoyo al etarra Aritz Aranburu en el aniversario de la muerte de Antonio Molina.
Reivindicación "ya lograda" para CCOO
El PNV ha decidido no asistir a la manifestación, y en la misma dirección, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, CCOO Euskadi tampoco se ha sumado a la protesta. El sindicato considera que se reivindica algo que ya se ha logrado, y subraya que la política penitenciaria ha evolucionado de forma “sustancial''.
CCOO Euskadi considera que este nuevo escenario debe ser refrendado por una "reflexión autocrítica" del mismo ámbito político que "negó durante décadas la posibilidad de la justicia restaurativa a las personas presas de ETA, y que acompañe a los ineludibles procesos individuales de reinserción".
Asimismo, el sindicato cree que esta reflexión debe tener como objetivo reparar "en la medida de lo posible" el daño provocado a las víctimas y a la sociedad vasca, reconociendo lo "injusto e injustificado del mismo".
“Una cosa es pedir el fin del alejamiento de los presos y otra reivindicar el 'etxera', que es tanto como defender la impunidad. Hay una parte de nuestra sociedad que conecta sentimentalmente más con el agresor que con la víctima. No en mi nombre”, apostillaba hace unos días en las redes sociales Joseba Eceolaza, miembro de CCOO y autor de ETA: la memoria de los detalles.
Por su parte, los sindicatos ELA, LAB, UGT, ESK, Steilas, CGT/LKN, CNT, EHNE, Hiru y Etxalde sí han apoyado la manifestación. El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, denuncia que la política penitenciaria "todavía sigue siendo una política de excepción". "No hay más que ver los últimos precedentes que hay de fiscalía de la Audiencia Nacional poniendo recursos a las progresiones de grado admitidas por las instituciones penitenciarias vascas", apunta.
Por su parte, la coordinadora general del sindicato LAB, Garbiñe Aranburu, denuncia que "al colectivo de presos se les sigue aplicando una política de excepción que vulnera sus derechos" y está "alargando y entorpeciendo la vuelta a casa de los presos".
El secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, explica que "un año más reivindicamos la necesidad de ir cerrando un conflicto que, por desgracia, duró muchos años". "Nosotros no vamos a olvidar aquello, pero la sociedad vasca tiene que avanzar, cerrar una herida lo antes posible, y en eso estamos trabajando, sin olvidar a nuestras víctimas", ha concluido.
Rédito político
Víctimas del terrorismo de ETA y de otras violencias sufridas en España en las últimas décadas han coincidido este sábado en denunciar la "revictimización" que supone que las utilicen desde algunos partidos políticos y han asegurado que "a todas les une el dolor, pero piensan diferente". Estas reflexiones se han producido en una mesa redonda organizada por Sare durante la mañana del sábado. A diferencia de en la movilización de la tarde, en esta mesa redonda las víctimas de ETA sí han tenido visibilidad y reconocimiento.