"¿Cómo valora la incoherencia entre sus palabras y sus hechos en relación con el caso De Miguel?". Esta es la pregunta parlamentaria que este lunes registraba el presidente del PP, Carlos Iturgaiz, para que el lehendakari, Iñigo Urkullu, responda en el pleno por la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre el escándalo de corrupción de exdirigentes del PNV.
En el escrito presentado ante la Cámara de Vitoria el líder del PP vasco recuerda que en enero se conoció el fallo del Supremo acerca del 'caso de Miguel', "que quizá deberíamos llamar "caso PNV", hasta la fecha, probablemente, la más importante trama de corrupción detectada en el País Vasco".
Para justificar su dardo al lehendakari, Iturgaiz también recuerda que poco antes de la decisión del TS se supo que el cabecilla de la trama corrupta había representado a la sociedad pública Hazi -"es decir, al Gobierno vasco"- ante diferentes instituciones como la propia Unión Europea. Y sostiene que estos hechos evidencian "una posición insólita para un condenado por corrupción, por la que ni el Gobierno vasco ni el propio Sr. Urkullu han ofrecido explicaciones a los ciudadanos".
Una trama que nació en el PNV
Así las cosas, Urkullu tendrá que responder en sede parlamentaria sobre esta cuestión que tantos problemas y tantas preocupaciones le ha provocado al PNV en los últimos años. No en vano tanto De Miguel como el resto de cabecillas de la trama corrupta eran dirigentes del PNV de Álava cuando sucedieron los hechos, una década atrás.
Dicha trama nació en el seno del partido. Y está ya demostrado que sus integrantes se aprovecharon de sus contactos políticos, todos ellos cosechados gracias a su militancia peneuvista, para perpetrar sus corruptelas. Por ello la cuestión ha sido algo así como un quebradero de cabeza constante para la formación hegemónica vasca.
El propio Urkullu y el presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, pidieron perdón a la sociedad por este escándalo ya en 2019, cuando se conoció la primera sentencia del caso, dictada por la Audiencia Provincial de Álava. Ahora, con el segundo fallo judicial, ya firme, ambos volvieron a exponer esa petición de disculpas a los ciudadanos al mismo tiempo que recordaban que el PNV no ha sido juzgado en este caso y que ponían en valor la buena conducta de sus militantes.
La visión de los partidos de la oposición, Bildu, Podemos y PP, es coincidente: todos ellos aseguran que el caso De Miguel no es un escándalo aislado sino una forma de funcionar habitual.