La unidad sindical de la Ertzaintza lo tiene claro, todos aquellos reclamos que sirvan para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores son algo positivo. No importa si estos vienen de los cuatro grandes sindicatos del cuerpo de policía vasco: ErNE, Esan, Euspel y Sipe, o de otros movimientos externos como puede ser la plataforma 'Ertzainzas en Lucha', popularizada en las últimas semanas por el aluvión de protestas realizadas contra el Departamento de Seguridad y el Gobierno vasco.
Mientras desde el Ejecutivo y el PNV hablan de una mano negra y se refieren a este colectivo como si se tratara de un rival al que hacer frente, llegando incluso a asegurar que está "presionando" a los agentes y sindicatos presentes en la mesa de negociación; la realidad parece estar muy alejada de esta postura y la mayoría de los miembros de la Ertzaintza comparten buena parte de lo que este movimiento pide.
De hecho, desde la unidad sindical aseguran haber participado en todas las manifestaciones y protestas impulsadas en las últimas semanas, incluso en aquellas en las que no se han mostrado sus siglas. Principalmente porque, como explican, siempre es mejor que sus peticiones lleguen desde la movilización colectiva y "cualquier mejora que se consiga va a ser extensiva al resto de compañeros del cuerpo", independientemente de que la pida uno u otro sindicato o plataforma.
Por esta razón, señalan que para las protestas que se realizaron este martes en las cercanías de la Torre Madariaga, en Busturia, donde se realizó el Consejo de Gobierno -y en las que participaron cerca de un millar de policías-, la propia plataforma 'Ertzainas en lucha' les pidió no acudir con sus pancartas y estandartes, para dar una visibilidad global también a aquellos agentes que no pertenecen a ninguno de los colectivos sindicales.
"Poca voluntad negociadora"
Las peticiones de la Ertzaintza eran, al comienzo de las protestas, muy claras: mejoras en las condiciones laborales y en los salarios, renovación del equipamiento con el que trabajan, y la actualización de un convenio "que lleva desde 2011 sin tocarse". Peticiones que lejos de ser descabelladas deberían poder negociarse con el Departamento de Seguridad, sin ningún problema, aunque llegar a un acuerdo, como en todo los casos de este tipo, sí podría ser más complicado.
Sin embargo, la pugna con la institución que dirige el consejero Josu Erkoreka ha escalado notablemente por la "poca voluntad negociadora" que han mostrado desde el departamento. Llegando así hasta el punto actual, con los cuatro sindicatos fuera de la mesa de negociación, y reclamando que, "hasta que no se vea una voluntad clara de negociación", las protestas van a mantenerse.
Manifestaciones como la que el pasado jueves se realizó a las puertas del Parlamento vasco y que obligó incluso a paralizar el recorrido del tranvía de Vitoria. Un suceso que lejos de pasar desapercibido o ser tomado como una protesta más, está siendo ahora investigado por cómo los ertzainas desplegados y en servicio no cortaron una actividad que no había sido aceptada por las instituciones.
Asimismo, muestran su claro descontento con la actitud y pasividad de la directora de Recursos Humanos del Departamento de Seguridad, Izaskun Urien, y exigen mantener contacto directo con, al menos, una de las seis viceconsejerías y, en determinados puntos, con el propio Erkoreka. Incluso, los sindicatos denuncian que pese a sus demandas, el consejero, "no ha estado en ninguna reunión".
"Como vicelehendakari y consejero de Seguridad lo que debe hacer es juntarse con los sindicatos de su departamento. No hay otro camino o por lo menos nosotros no concebimos otro diferente. Nosotros estamos un poco mosqueados porque si realmente nos mandan una directora, habiendo 6 viceconsejerías por encima y un consejero, si realmente tienes intención de negociar mandas a primeras espadas porque lo que digan va a ir a misa", aseveran.
Balones fuera
Mientras tanto, en pleno "clima de protesta social" -como dijo hace no tanto el presidente del EBB, Andoni Ortuzar-, el Gobierno vasco más que buscar una solución que calme las ya habituales protestas de ertzainas, a lo que se dedica es a mirar hacia afuera y acusar al propio colectivo 'Ertzainas en lucha', de instigar estas manifestaciones para dañar la imagen del Ejecutivo y del PNV.
Para Erkoreka y para la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, todo esto viene de "alguien de fuera de la Ertzaintza, sin nombre y sin cara", que está llamando a la movilización de los agentes. Sin embargo, más allá de quién o quiénes estén detrás de la plataforma asindical -aunque es cierto que se desconoce-, lo que sí es seguro es que la gran mayoría de los ertzainas están a favor de las protestas. Sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un colectivo profesional en el que cerca del 90% de trabajadores están sindicados.
Ya reunieron cerca de 4.000 agentes el pasado 9 de mayo en Bilbao, paralizaron los accesos de las tres capitales vascas el 25 de ese mismo mes, y en lo que llevamos de junio ya han salido tres días a las calles para trasladar una vez más sus demandas al Departamento de Seguridad.
Todo esto a menos de un mes para el 'Grand Départ' del Tour de Francia desde Bilbao, un evento deportivo internacional, que necesita de un operativo policial inmenso y que los sindicatos de la Ertzaintza están amenazando con paralizar y boicotear si la situación no encuentra una solución en las próximas semanas.