El concejal del PP que decidirá quién gobierna en Durango: "Bildu es un lastre"

Antes de las elecciones del pasado 28 de mayo, EH-Bildu esperaba una victoria cómoda en el municipio vizcaíno de Durango. Con 7 escaños, en 2019 había logrado desbancar al PNV por primera vez en la historia de la localidad, gracias a los apoyos de Elkarrekin Podemos y a la inédita desaparición del PP en el Ayuntamiento. Sin embargo, la vuelta de los populares al Consistorio, con Carlos García como único edil, parece cerrarle de nuevo la puerta a la coalición soberanista, en el segundo municipio con mayor renta de Vizcaya -por detrás de Getxo-, y residencia de algunos de las grandes figuras políticas de Euskadi. 

Con 881 votos y un 6,13% de los apoyos, el Partido Popular tiene la lleve para que el PNV y el PSE-EE gobiernen en coalición como dicta el pacto que firmaron el pasado viernes, y Carlos García ya ha asegurado que su principal objetivo es evitar que la coalición soberanista se mantenga en el Gobierno una segunda legislatura. Independientemente de si socialistas y jeltzales están abiertos a negociar antes de que se conformen los Ayuntamientos, porque la primera victoria del PP en Durango pasa por destronar a la izquierda abertzale, tal y como anunció el candidato popular en la noche electoral. 

En su conversación para Crónica Vasca, García es muy claro, "Bildu es un lastre para Durango", y su victoria en los pasados comicios es "una anomalía que el Partido Popular va a solucionar". No solo "por principios, valores y convivencia" y porque la formación abertzale "es un partido con terroristas en sus listas" -como Atxon Berrizbeitia Eguren, número 16 en las listas para Durango-, sino porque como asevera el político popular, "sus políticas son muy negativas para el municipio".

En esta línea, insiste en que es "como Podemos pero todavía más radical", una formación "que aplica políticas chavistas como las de Cuba y las de Venezuela", que serían especialmente dañinas para la segunda localidad con mayor renta de este Territorio Histórico.  

La viuda del concejal asesinado por ETA, en Durango Jesús María Pedrosa, (2i), junto al presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, (3i) la presidenta del partido en Bizkaia, Raquel González, (4i) y el concejal electo, Carlos García, (2 d) en el homenaje a Pedrosa / Luis Tejido - EFE

18 años amenazado por ETA

Podría parecer que Carlos García se enfrenta a una situación complicada como el único representante de la derecha española en una localidad donde la izquierda abertzale tiene una presencia muy potente. Sin embargo, el edil popular se mantiene firme y a asegura que si desde algunos colectivos pretenden hacer presión, y obligarle a tomar decisiones en el Ayuntamiento "a fuerza de presiones, amenazas o insultos", "que pierdan toda la esperanza".

Y es que este político natural de Bilbao, exconcejal en Elorrio y en la capital vizcaína, vivió durante 18 años con escolta por las amenazas de ETA, y vio a varios compañeros suyo, como el edil de Durango, José Marí Pedrosa, ser asesinados por la banda terrorista. Por eso, asevera que su posición actual, "no es una bravuconada", sino que ya ha vivido todo tipo de presiones. "En el pasado lograron justamente lo contrario a lo que buscaban y sirvieron para reafirmarme en las decisiones que considero adecuadas y correctas, por eso no van a conseguir absolutamente nada si pretenden seguir por ese camino", insiste. 

Aunque en esta línea, explica que el único momento en el que sí ha sentido presión en las últimas semanas fue cuando el coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, les llamó fascistas a él y a sus compañeros de campaña. "Me pareció muy grave a nivel personal, que me llame fascista por ser de un partido en Durango con un concejal asesinado como es José Mari Pedrosa, y más teniendo en cuenta que viene del máximo dirigente de Bildu", critica.

Señala que aquello le "preocupó", no tanto por él sino por las personas de su candidatura y que hacían campaña con él, pero apunta que le ha "sorprendido gratamente" porque en vez de dar un paso atrás, esa amenaza y esos insultos han servido para reafirmar sus opiniones y su intención de "de sacar a Bildu con la campaña de Ayuso, como dicen ellos".

Por eso, buena parte de las propuestas que García defendió durante la campaña, y que espera poder implementar ahora aún estando fuera del posible Ejecutivo de coalición entre PNV y PSE, están relacionadas con la defensa y la memoria de las víctimas de ETA, especialmente de las 13 personas asesinadas en este municipio, "nueve de en Durango y cuatro vecinos fuera de él", recuerda. De hecho, una de sus iniciativas consiste en poner placas en honor a cada una de estas víctimas. 

La actual alcaldesa de Durango, Ima Garrastatxu, obtiene dos escaños más de respaldo en las elecciones de 2023.

Una decisión inamovible

El único problema que encuentra el edil del PP es que al haber mostrado ya su apoyo "incondicional" a la candidatura del PNV y el PSE con el fin de desbancar a Bildu, su capacidad de negociación con la formación jeltzale y los socialistas es muy baja. Así, García señala que esta ronda de contactos "hay que abordarla con discreción y con responsabilidad", y asegura que su relación personal con el resto de partidos, a excepción de Bildu y la alcaldesa, Ima Garrastatxu, "es especialmente buena". 

Siguiendo con esto, explica que "la relación de PNV y PSE con Bildu en el Ayuntamiento ha sido bastante tensa", durante esta última legislatura, y señala que durante la campaña, Garrastatxu puso una denuncia ante la Junta Electoral contra García y las candidatas del PNV y del PSE-EE. Todo porque las tres formaciones denunciaron la reducción del número de policías que iban a estar en los 10 colegios electorales de Durango. "De los 20 habituales se pasó solo a cuatro, por lo que no hubo presencia policial durante estas elecciones y a raíz de nuestras protestas nos denunció ante la junta electoral", asegura. 

Así, el único concejal del Partido Popular en Durango afronta cuatro años complicados y, como dice García, con varios retos por delante, "empezando por reactivar el PP" en el municipio vizcaíno, algo que parece haber hecho ya recuperando ese escaño perdido en 2019.