PNV y PSE llevan la Ley de Educación a su examen final pese al rechazo de Bildu

Euskadi tendrá una nueva Ley de Educación antes de que termine el año. Tras meses de retrasos, conflictos dentro de la coalición de Gobierno, y disidencias entre los diferentes grupos parlamentarios, incluso aquellos que hace año y medio firmaron el Pacto Educativo que sentaba las bases de esta norma, la Comisión de Educación celebrada en el Parlamento vasco, y con los votos a favor de PNV y PSE-EE, ha dado luz verde a este texto que enfrentará su último examen el próximo 21 de diciembre. 

La norma entra ahora en el último proceso antes de su aprobación y aunque el apoyo de los partidos que componen el Gobierno autonómico es suficiente para que salga adelante, la Ley de Educación se ha alejado por completo de aquel consenso alcanzado en abril de 2022 y del que fueron partícipes EH-Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. De hecho, ambas fuerzas, han expresado su contrariedad al proyecto de ley y han votado en contra este miércoles. 

Se trata de la primera vez que la coalición soberanista ha reflejado expresamente su rechazo a la norma. Aunque en el pleno donde se votaron las enmiendas a su totalidad, la formación abertzale mantuvo la misma línea que el PNV y el PSE, hacía tiempo que esta amenazaba con separarse del acuerdo de abril, y finalmente, este martes las bases del partido ratificaron la decisión de Bildu de votar en contra de esta ley. 

Con todo esto, la norma que debe entrar a sustituir a la de Ley 1/1993, de 19 de febrero, de la Escuela Pública Vasca -la cual lleva la firma del socialista Fernando Buesa, Asesinado por ETA en febrero del 2000-, y que se había planteado como una ley de consensos y para los próximos 30 años, será sometida a votación el próximo jueves 21 de diciembre, y saldrá adelante con el voto a favor del 54% de la Cámara autonómica. Una mayoría mucho menor de la que aunó hace poco más de año y medio aquel Pacto Educativo que sí contaba con el beneplácito del 90% de los parlamentarios.

Gorka Álvarez Martínez (PNV) y María Jesús San Jose (PSE-EE) en la Comisión de Educación del Parlamento vasco / L. Rico - EFE

"Crónica de un acuerdo arruinado"

Mientras en Elkarrekin Podemos-IU llevaban tiempo denunciando que el proyecto de ley se alejaba de lo acordado en 2022, e incluso llegaron a enmendar este texto en su totalidad, en EH-Bildu el rechazo a la norma ha sido más progresivo y hasta casi el último momento se mantuvieron junto al PNV y al PSE. Un escenario que cambió drásticamente cuando los socios del Ejecutivo presentaron varias autoenmiendas a su propia ley, incluida una que permitía "blindar" los modelos Lingüísticos en el sistema educativo de Euskadi.  

De hecho, buena parte de la sesión celebrada este miércoles, que no ha llegado a durar una hora, ha estado centrada en el debate sobre los modelos. El proyecto de ley aclara que estos permanecen vigentes y recoge que la educación en Euskadi se estructura como "un sistema multilingüe" con el euskera como eje, y en el que el alumnado alcance el nivel B2 en los dos idiomas oficiales y un B1 en una tercera lengua al acabar la enseñanza secundaria.

Esta cuestión ya provocó un complicado malentendido entre el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, y la parte socialista del Gobierno, en referencia al papel que iban a tomar una vez aprobada la ley.  Mientras en el PSE-EE insistían en que la continuidad de los modelos había quedado blindada, Bildarratz y el resto del PNV apostaba por que estos se mantuvieran, pero que cada centro estableciera un proyecto lingüístico propio. 

Miembros de la Plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro se han concentrado este miércoles para protestar contra la futura Ley de Educación / Adrián Ruiz Hierro - EFE

Desde aquel momento, como ha denunciado este miércoles la portavoz de EH-Bildu en la Cámara, Nerea Kortajarena, hubo "un cambio significativo" y se "cambiaron las reglas del juego". Unas acusaciones similares a las que poco después ha realizado su compañero de partido, Ikoitz Arrese, dentro de la propia comisión, en donde ha denunciado que PNV y PSE han querido "dejar fuera a EH-Bildu" con la enmienda relativa a los modelos. En esta línea, ha criticado que "no ha habido debete" en torno a este tema y ha asegurado que aquellos puentes "que se tendieron en el acuerdo educativo se han roto".

También desde la formación morada han compartido su rechazo a la norma, y en concreto, su parlamentaria, Isa González, ha denunciado que con su aprobación, Euskadi va a tener "una mala la Ley de Educación", porque PNV y PSE, junto a EH-Bildu "han escrito la crónica de un acuerdo arruinado". Además, González ha insistido en que su formación no va a votar a favor de una norme que, además de incumplir el pacto de abril, "traiciona el espíritu de la 'ley Buesa'" y nace para "perpetuar el sistema de segregación", acentuado también "por la cuestión lingüística". 

Al rechazo de EH-Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, has que sumar el del resto de fuerzas políticas en la oposición, aunque en este caso los motivos están relacionados con la propia euskaldunización de la ley; y la disconformidad clara y expresa tanto de los sindicatos como de las organizaciones en defensa de la escuela pública, que este miércoles se han manifestado a las puertas del Parlamento vasco.