Bildu pisa los talones al PNV a la espera de cómo influyan las 'retiradas' de Otegi y Urkullu

En las elecciones autonómicas de 2020 el PNV logró diez parlamentarios más que EH Bildu (31 frente a 21). Ahora mismo, según el Sociómetro que elabora el propio Gobierno vasco, esa distancia se quedaría en sólo cuatro asientos en el Parlamento de Vitoria (29 contra 25). Casi un empate técnico. Números que, eso sí, se conocen sin que sea posible todavía saber cómo influirán en los votantes las retiradas de Iñigo Urkullu y Arnaldo Otegi en la ajustada carrera por la Lehendakaritza, ya que la encuesta se realizó antes de conocer sendas noticias. 

Las encuestas del Ejecutivo pueden fallar en algunas cifras pero suelen estar bien encaminadas. El panorama que dibuja este Sociómetro apunta a que la coalición abertzale pisa casi literalmente los talones a los jeltzales. Además del desgaste del PNV que ya quedó claro en las forales del 28-M y las generales del 23-J, opera otro facto decisivo: Bildu ganaría cuatro escaños sobre todo a costa de Sumar-Podemos, que perdería tres. Así, el 'giro izquierdista' de Otegi y los suyos sigue funcionando. 

Si unas elecciones siempre tienen fuertes dosis de incertidumbre, estas autonómicas de 2024 son aún más inciertas de lo normal. Entre otras cosas porque a pocos meses de la cita con las urnas -quizás en marzo, Urkullu decide-, los dos primeros clasificados han cambiado de rostro. El PNV apuesta por un semidesconocido como Imanol Pradales. Bildu todavía no ha desvelado el nombre, pero ya se sabe que no será Otegi.  

Andoni Ortuzar, Imanol Pradales e Iñigo Urkullu / LUIS TEJIDO - EFE

Dos opciones de gobierno

En este contexto en gran medida inesperado -todos daban por hecho hace una semana que el lehendakari continuaría-, hay partido para las autonómicas, sobre todo porque, como ya pasó cuatro años atrás y como ya señalan los sondeos desde hace tiempo, los resultados apuntalan dos hipotéticas opciones de gobierno. 

En la Cámara vasca se reparten 75 escaños (25 por provincia). Así, se necesitan 38 asientos para alcanzar la mayoría absoluta. La reedición del pacto entre PNV y PSE es posible porque ambos sumarían 40 representantes. Y la creación de un tripartito entre Bildu, PSE y Podemos-Sumar también es posible porque los tres acumularían 39. 

Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE y candidato a lehendakari / Araba Press

El PSE tendrá la llave

Esta palmaria lucha por la hegemonía entre PNV y EH Bildu dejaría muy atrás al PSE. Una formación que venció en las generales en Euskadi, sí, y que crecería ahora (de 10 a 11), también, pero que está muy lejos de los dos grandes partidos nacionalistas. Así, parece claro que el pasado 23-J los socialistas se beneficiaron de esa tradición que dice que los vascos votan diferente en función del tipo de cita electoral. 

No obstante, está claro que, como hace cuatro años y como vaticinan los sondeos desde hace tiempo, el PSE volverá a tener la llave de la gobernabilidad. Gobernará el País Vasco como lehendakari el socio que elijan Eneko Andueza y los suyos. Así de sencillo. Así de complicado.

La opción más probable, una vez más, es que PNV y PSE repitan su entente de las dos últimas legislaturas. Están cómodos juntos -salvo algún sobresalto- en el Gobierno vasco y replican ese pacto tanto en las tres Diputaciones como en las tres grandes alcaldías de Euskadi (Vitoria, Bilbao y Donostia). 

Lógicamente Bildu y Podemos-Sumar van a poner encima de la mesa la posibilidad de formar un tripartito con el PSE. Andueza no para de repetir que no harán lehendakari a un candidato de la coalición abertzale. Semanas atrás, en una entrevista con este diario, fue taxativo al respecto. Tanto PNV como Bildu son socios necesarios del PSOE en el Congreso de los Diputados. Así, también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá algo que decir al respecto. 

Pedro Sánchez, tras ser reelegido presidente del Gobierno por mayoría absoluta en el Congreso posa en el hemiciclo / Juan Carlos Hidalgo - EFE

¿Sumar-Podemos?, PP y Vox

Los datos de este Sociómetro también señalan tendencias relevantes para el resto de partidos. Sumar-Podemos es una marca electoral que está en el aire, porque ambos todavía negocian concurrir juntos. Ambos socios saben que la mejor opción es presentarse unidos. Aún así, verían reducida su representación a la mitad, al bajar de seis a tres, lo que, como ya se ha dicho, explicaría el crecimiento de Bildu. 

Los resultados hipotéticos son mejores para el PP vasco, que con su nuevo líder, Javier de Andrés, obtendrían un escaño más en el Parlamento autonómico. Algo que apunta a una tendencia positiva para los populares -aunque insuficiente, es obvio- y que dejaría fuera de juego a Vox, que perdería su único escaño. 

Javier de Andrés, durante un Congreso territorial extraordinario del PP vasco para elegir a su nuevo presidente. EP