El rechazo vecinal, asociativo y político manchan el 'difuso' proyecto del Guggenheim de Urdaibai
La construcción de este museo en la reserva natural de Busturialdea ha provocado el rechazo de miles de vecinos de la zona, así como el cuestionamiento político de EH-Bildu y Elkarrekin Podemos sobre la idoneidad y necesidad de este proyecto
2 diciembre, 2023 05:00Desde que en 2008 el entonces diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, anunció el proyecto del Guggenheim de Urdaibai, las posturas en torno a este nuevo museo en la reserva de la biosfera de Busturialdea, protegida por la Unesco, han sido muy diversas. Desde quienes aseguran que la llegada de un proyecto como este ayudaría a impulsar la economía de una zona donde las inversiones públicas no sobran; hasta quienes muestran su contrariedad más absoluta ante la construcción de un nuevo Guggenheim en un espacio natural protegido. Con todas las consecuencias ecológicas y medioambientales que esto podría tener.
Los propios vecinos de la zona han dado muestra de su rechazo a este proyecto que la Diputación General de Bizkaia y el Gobierno vasco parecen estar empeñados en sacar adelante. De hecho, el pasado octubre cientos de personas se manifestaron en Gernika como protesta a un museo que, según la plataforma Stop Guggenheim Urdaibai "no responde a las necesidades de la comarca, sino a otros intereses", y que de erigirse, causaría grandes daños en la única reserva de la Biosfera de Euskadi.
Asimismo, más allá de las denuncias y movilizaciones protagonizadas por los diferentes colectivos vecinales de Gernika y Murueta (las dos localidades más afectadas), y por asociaciones como Ekologistak Martxan, desde donde recientemente han denunciado la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de modificar la normativa para que la construcción del Museo se pueda realizar a menos de 20 metros del litoral de Murueta -antes el mínimo eran 100 metros-, existe también una amplia oposición política a este proyecto, protagonizada por EH-Bildu y, sobre todo, por Elkarrekin Podemos-IU.
Sin embargo, la oposición que ambas formaciones políticas están haciendo es profundamente diferente. Mientras en la formación abertzale critican la "inconcreción" de este proyecto y reclaman que desde el Ejecutivo y la Diputación General aclaran cómo va el desarrollo de este; en la coalición morada insisten en que la construcción de este Museo debe paralizarse y piden apostar por una alternativa diferente.
La postura intermedia de Bildu
En el caso de EH-Bildu, además de haber registrado en el Parlamento vasco varias preguntas sobre el Guggenheim de Urdaibai, la última el pasado 3 de noviembre de la mano de Jasone Aguirre, desde la dirección soberanista en Bizkaia, han querido denunciar públicamente “la falta de definición del proyecto”. Razón por la cual, aseguran que en su caso no están “en la contrariedad”, precisamente, “porque hay una indefinición absoluta de lo que quieren hacer”. Algo con lo que sí han sido muy críticos.
“Lo que hemos puesto encima de la mesa fue la falta de concreción sobre el proyecto, su indefinición, no hay una propuesta concreta y lo hemos hecho notar. La Diputación Foral está dando pasos y firmando contratos, y es bastante llamativo que sin haber formulado realmente un proyecto se estén haciendo intervenciones o acciones de este calado”, denuncian desde la coalición abertzale.
En esta línea, otro punto que han tratado “con mucha preocupación” es el tema de la desprotección y la “limitación de la protección en la costa”. Concretamente por la decisión de limitar a menos 20 metros la distancia mínima para construir en el litoral de Murueta. Una acción que, junto a muchas otras, “parece ser contraria al tratamiento que debería tener una reserva de la biosfera”.
Con esto, desde Bildu Bizkaia destacan un tercer eje sobre el que se han pronunciado recientemente: el asunto de la gobernanza. Aseveran que, a su juicio, “sea cual fuera el proyecto, y viendo la dimensión de este, debería abrirse un debate sobre el mismo o, al menos, tenerse en cuenta”. Por ello, recuerdan la reciente manifestación en Gernika que congregó a más de 4000 personas. “Hay una masa contraria a esto y lo que debe hacerse primero es informar a la gente y abrir un debate. No solamente sobre este proyecto sino sobre toda la comarca”, insisten.
El rechazo total de Podemos
Quien sí está haciendo una oposición más activa contra la construcción del Guggenheim de Urdaibai es Elkarrekin Podemos. De hecho, la coalición morada incluyó este proyecto en su intento de negociación con el Gobierno vasco para la Ley de Presupuestos de Euskadi. Entre otras cosas, vincularon su apoyo a las cuentas vascas a que el Ejecutivo abandonara por completo este proyecto. Sin embargo, según Elkarrekin Podemos, la negociación presupuestaria no existió y por tanto su oposición en la Cámara vasca contra este museo quedó en nada.
Mientras, en la Diputación Foral de Bizkaia, el grupo de la formación ‘progresista’ explica que en los últimos meses se han reunido con diversos colectivos, plataformas y demás asociaciones para conocer su parecer sobre el Guggenheim de Urdaibai. Y así, a raíz de estos encuentros, Elkarrekin Podemos ha optado por esta posición contraria y ha formado parte de las diferentes movilizaciones sociales, tanto en Bilbao cerca del Guggenheim, como la que se realizó en Gernika.
En esta línea, según explica el juntero, Richar Vaquero, en búsqueda de una explicación, registraron una pregunta en las Juntas Generales de Bizkaia “que era muy clara y concreta”, dirigida a la Comisión de Medioambiente. Sin embargo, quien les contestó fue el nuevo candidato del PNV a lehendakari y actual diputado foral de Infraestructura, Imanol Pradales. "Básicamente lo que contestó es que todavía están en proceso y que llegará el momento en el que vayan a escuchar. Pero creemos que primero se tiene que escuchar a la gente y luego iniciar ese proceso de licitación o de búsqueda de espacios.
La razón por la que fue Pradales quien contestó a estas preguntas como diputado de Infraestructura es porque el proyecto del Guggenheim de Urdaibai “tiene un desarrollo comunitario transversal” que implica tanto al departamento de Cultura, como al de Medioambiente e Infraestructura.
"Nosotros vamos a luchar con todo lo que tenemos para que no se ejecute la construcción del Guggenheim. El problema está en que ellos han dado el inicio y esto es un área abierta, no solo se circunscribe a un departamento en concreto, sino que parece que toda la Diputación está convencida de que esto es lo más adecuado", asevera.
Temor al turismo masivo
Desde la coalición soberanista explican que recientemente la Diputación Foral se reunió con 36 especialistas sobre este mismo asunto, pero pese a eso, critican que realmente “no ha habido un verdadero proceso participativo” por parte del Gobierno foral, sino que desde este han mostrado “muy poca base” para defender" la propuesta del Urdaibai. “No pueden concretar lo que quieren hacer. Hablan del entorno y de atraer turismo y nos preocupa una posible masificación de ese turismo. Algo que en una reserva de la biosfera no parece lo más conveniente”, aseguran. De hecho, puesto que el tema medioambiental “está tomando bastante fuerza”, el factor del turismo y su posible masificación hay que tenerlo en cuenta.
Con todo esto, es importante recordar que el proyecto en sí, “todavía no se ha firmado” y aunque la legislatura echó a andar en mayo, desde la propia Diputación de Bizkaia no cuentan con tener listo el Guggenheim de Urdaibai durante este mandato. “Es una cuestión que está muy verde. No hay un calendario. De momento esto se materializa en nada”. Por eso, en la dirección de Bildu en Bizkaia reclaman que hay que la necesidad de este proyecto debe debatirse. Pero no solo desde el espectro político, sino con toda la comarca, los agentes sociales y los ciudadanos afectados.
También en Elkarrekin Podemos parte de sus críticas se apoyan en esta postura, e insisten en que a este proyecto "pueden seguirle problemas relacionados" como el turismo masivo o el encarecimiento general de la vivienda en esta zona. "¿No hay problemas más importantes? Nuestra hipótesis de trabajo es que atiende obviamente a intereses particulares e individuales frente a los intereses colectivos. No entiendo como puede funcionar un proyecto de tal magnitud sin haber escuchado a la gente que vive en esta zona", denuncia Vaquero.