Urkullu aprobará sus últimos presupuestos mientras sigue sin aclarar la fecha de las elecciones

Este jueves, en el penúltimo pleno del año, el Parlamento vasco aprobó nada menos que seis nuevas leyes. Seis normas, entre las que destacan la Ley de Empleo y, sobre todo, la Ley Vasca de Educación -que se presentó como el gran logro de este Gobierno-, y con las cuales el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se acerca un poco más a cumplir el calendario legislativo que PNV y PSE-EE pactaron hace casi cuatro años. 

Ahora, la Cámara autonómica afronta el pleno final de este 2023. En una sesión donde el lehendakari y buena parte de su Ejecutivo, incluidos el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y el de Hacienda, Pedro Azpiazu, sacarán adelante los últimos presupuestos de su trayectoria al frente de la política vasca. Unas cuentas que, sin embargo, serán rechazadas por el resto de los grupos parlamentarios.

Desde EH Bildu hasta Vox, pasando por Elkarrekin Podemos-IU, PP y Ciudadanos, se han mostrado en contra de unos presupuestos que, a su juicio, no responden a las necesidades actuales de la sociedad vasca y son propios de un gobierno "en funciones" y "agotado", que se mantiene vigente por el empeño del lehendakari por sacar adelante y "deprisa" algunas de las iniciativas parlamentarias todavía pendientes. 

De hecho, el propio Urkullu insistió el pasado viernes en que tanto a él como a su Ejecutivo les quedaba un "largo recorrido" por completar y aseguró que aún quedan por aprobarse "cerca de 100" propuestas que serán estudiadas en la Cámara vasca antes de las elecciones autonómicas del próximo año. Unos comicios para los que todavía no hay fecha pero que, según las últimas quinielas, podrían tener lugar el próximo abril. 

El lehendakari, Iñigo Urkullu, junto al consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en el Parlamento vasco / Legebiltzarra

"No somos Galicia"

El lehendakari lleva meses tratando de no dar pistas sobre cuándo serán las elecciones vascas, y aunque incluso algunos de sus compañeros dentro del PNV, como la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, apuntaron en su día que marzo era un buen mes para convocar estos comicios, desde el Ejecutivo autonómico insisten en que todavía hay tiempo para sacar adelante algunos de los proyectos de ley pendientes. 

En concreto, hay dos normas que están marcando este último periodo de la legislatura y cuyo proceso parlamentario está condicionado la convocatoria electoral. Estas son, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que previsiblemente se aprobará en febrero; y la Ley de Infancia y Adolescencia, cuya tramitación ha llevado a la Cámara vasca a tomar una decisión casi inédita: habilita enero para adelantar la presentación de enmiendas al día 6 de este mismo mes - antes estaba prevista para el 8 de febrero-, y, en caso de que se presenten enmiendas a la totalidad, poder realizar el debate sobre estas también en enero. Algo que, finalmente, permitiría aprobar esta ley en febrero. 

Esta decisión implica que marzo quede ya descartado como mes para realizar las autonómicas del próximo año, y acerca considerablemente la posibilidad de que estas acaben teniendo lugar en abril. Lejos de las elecciones a la Xunta de Galicia que este mismo jueves el presidente, Alfonso Rueda (PP) ha convocado para el próximo 18 de febrero, y que desde hace más de una década solían realizarse junto a Euskadi. Incluso en 2020, durante la pandemia por el COVID-19, ambos ejecutivos se pusieron de acuerdo para aquella convocatoria electoral. 

De hecho, Rueda llamó este jueves al lehendakari Urkullu para informarle de su decisión antes de que esta fecha se diera a conocer. Sin embargo, Urkullu, que en los próximos comicios no formará parte de las listas del PNV, sino que será sustituido por el nuevo candidato, Imanol Pradales, descartó por completo la posibilidad de coincidir una vez más con la Xunta. "No somos Galicia" aseveró el lehendakari a su salida del Parlamento vasco.