Como ya ocurrió en Galicia, la ruptura entre Podemos y Sumar va a marcar la campaña electoral y resultados de ambos partidos. Pese a los múltiples intentos de los morados por concurrir a las autonómicas junto al partido de Yolanda Díaz, posibilidad de apartar a su candidata incluida, estos últimos decidían hacerlo en solitario dejando un panorama incierto para la izquierda ‘progresista’. Tan incierto que las últimas encuestas les dan tres escaños entre las dos formaciones frente a los seis que consiguió Podemos hace cuatro años.
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Después de lo ocurrido en Galicia -Sumar consiguió un 1,9% del total de votos, mientras Podemos llegó al 0,3%, con 3.854 votos-, propuso concurrir en las elecciones vascas junto a Sumar, ¿cree que ir junto a este partido mejoraría las previsiones?
- Sí, la unidad de la izquierda es un elemento clave para fortalecer este espacio, sobre todo en un momento de cambio de ciclo. Siempre hemos sabido que la unidad era mejor y nosotros hemos hecho todo lo posible y lo imposible pero no nos han querido… Llegué a poner mi cargo encima de la mesa, a echarme a un lado si con eso se ayudaba en la consecución de la unidad… Pero no fue posible.
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Precisamente esto desde Sumar, tal y como dijeron, se vio como una "estrategia", ¿lo hubiera llegado a hacer?
- Claro, ¿cuándo nosotros hemos dicho algo y no lo hemos hecho? Me gustaría enfatizarlo, si algo nos caracteriza es que lo que decimos lo hacemos y esto se puede ver en el cumplimiento de nuestro programa electoral. Hemos cumplido con un 80% de todo lo que aportamos y el resto no lo hemos hecho porque no hemos tenido ocasión. Para nosotros el programa, y lo que proponemos, incluido el echarme a un lado, es un contrato social con los electores y, por tanto, lo que decimos lo hacemos. Si yo dije públicamente que estaba dispuesta a echarme a un lado, por supuesto que lo hubiese hecho.
- Han sido varías ediciones del Sociómetro las que le han colocado como la candidata más conocida -casi la mitad de los encuestados afirmaban conocerla-, sin embargo a la candidata por Sumar la conocían una de cada cuatro personas preguntadas… ¿Cree que, en caso de concurrir las elecciones vascas ambos partidos, la decisión de echarse a un lado hubiese afectado al resultado?
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Eso es algo que tenían que valorar todos los partidos que estaban llamados a confluir. Si realmente yo era un activo político no tenía mucho sentido que me echase a un lado, pero, por otro lado, si yo era el problema también estaba dispuesta a hacerlo. Creo que todo lo que ha pasado denota que no ha habido una voluntad de unidad por parte de Sumar
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¿Por qué cree que sumar se ha cerrado en banda a ello?
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Eso habría que preguntárselo a ellos. Yo ni lo sé, ni lo entiendo, aunque me gustaría poder saberlo.
Siempre hemos sabido que la unidad era mejor y nosotros hemos hecho todo lo posible y lo imposible pero no nos han querido
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¿Cree que su postura sobre concurrir a las autonómicas vascas junto a Sumar era compartida por el resto de su partido?
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El problema es que la militancia en Euskadi no ha podido ser preguntada porque como no fue posible el acuerdo no llegó a ser consultada. Realmente nadie sabe lo que opinaba la militancia sobre esta cuestión, aunque yo pienso que la hubiesen apoyado.
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Las previsiones que lanzan diferentes encuestas sobre su resultado chocan con el auge de la izquierda abertzale, que podría incluso superar al hegemónico PNV, ¿considera que la ruptura con Sumar va a beneficiar a EH Bildu?
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¿A quién beneficia? No lo sé, lo que sí sé es que perjudica al espacio político, a nosotros y a todas las personas que se sienten representadas por este espacio, que este es el drama. Nos debilita, divide el voto y puede desmotivar a mucha gente a la hora de votar. Este tipo de cuestiones desactivan al electorado.
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Desde Podemos apoyaron abiertamente la Ley de Amnistía. ¿Cree que esta beneficia realmente a la convivencia entre los catalanes y el resto de España, tal y como han dicho otros candidatos a lehendakari?
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La Ley de Amnistía era una ley obligada. Se había generado un problema muy grave, jurídico, proveniente de un conflicto político y mal resuelto, con la utilización de los mecanismos jurídicos para interferir en él. Había que darle una salida jurídica y esta ley es el instrumento que permite solucionar los problema políticos, desde la política y no desde la utilización del poder judicial, ni del uso torticero de los elementos judiciales.
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Y finalizando con Cataluña, ¿qué opina de la intención de la Generalitat de implantar el concierto económico?
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Nosotros nunca nos hemos mostrado en contra del concierto económico para Cataluña. Además, esta es una cuestión que lleva presente en el origen, antes de que se diera todo el conflicto político, el procés… Es una demanda que se lanzó y es legítima como está presente en Euskadi y Navarra. Cataluña en su momento no lo quiso hacer y por eso forma parte del régimen común, pero si ahora quiere hacerlo tendrá que arriesgarse, y aceptar el concierto económico, que tiene sus riesgos, para lo bueno y para lo malo… Asumir las consecuencias.