Al cuarto intento, a cinco días de las autonómicas del 21-A, y con la agresión al candidato del PNV, Imanol, Pradales, cerca de suspender el encuentro, por fin los candidatos a lehendakari de los principales partidos políticos han participado juntos en un debate electoral. Esta vez ha sido la televisión pública vasca, ETB-2, la que ha logrado reunir en su canal en castellano a los contendientes que el próximo domingo competirán por el trono de Ajuria Enea.
Imanol Pradales (PNV) y Pello Otxandinao (EH Bildu) han vuelto a verse las caras este martes en un encuentro a siete bandas donde el resto de candidatos: Eneko Andueza (PSE-EE), Javier de Andrés (PP vasco), Miren Gorrotxategi (Podemos), Alba García (Sumar) y Amaia Martínez (Vox), no han pasado desapercibidos y han protagonizado numerosos momentos de tensión. La mayoría de ellos con el candidato socialista como protagonista y con su homólogo de la izquierda abertzale -a quien las encuestas dan como ganador- como principal diana.
La cita venía marcada por el ataque que pocas horas antes, en torno a las siete y media de la tarde, había sufrido Pradales a su salida de un mitin en Barakaldo. El candidato jeltzale fue rociado con espray pimienta y fue trasladado al hospital de cruces. Lo que brevemente dejó su participación en el aire y puso en peligro el transcurso de este. Ya antes de aquel suceso, el debate prometía ser considerablemente bronco a raíz de las declaraciones que Otxandiano había realizado la noche anterior en cadena SER sobre ETA.
El candidato soberanista evitó llamar banda terrorista a esta organización criminal, y se preveía que el tema de la memoria y la 'deuda ética' de Bildu quedaran en el centro de la conversación. Sin embargo, este tema apenas ocupó espacio durante el debate y tuvo que ser Vox quien pusiera sobre la mesa este punto. Ni siquiera Andueza o De Andrés hicieron referencia a este punto que, al contrario de lo ocurrido en el debate de RTVE, no contaba con un punto específico sobre la memoria histórica y democrática.
Ya desde antes del debate la mirada estaba puesta en Pradales. El candidato del PNV, llamado a suceder al lehendakari, Iñigo Urkullu, llegó a los estudios de ETB "todavía con el susto en el cuerpo" y sin ver bien del ojo izquierdo, tras la agresión sufrida horas antes; por lo que todos los demás participantes dedicaron su intervención inicial a solidarizarse con él.
Andueza, el más intenso
Nada más comenzar el encuentro, el candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, trató de marcar el tono. Con una actitud desafiante hacia el resto de participantes y protagonizando numerosos choques con la gran mayoría de ellos. Especialmente con el candidato del PP vasco, con quien protagonizó el primer gran desencuentro de la noche al abordar la eficiencia de las políticas económicas tomadas por el Gobierno central y el Ejecutivo vasco. “Ustedes son los únicos que impiden que la gente tenga mejor calidad de vida”, le echó en cara el candidato socialista a De Andrés.
Desde entonces, Andueza formó parte de la gran mayoría de roces y momentos de principal tensión. En un intento por marcar distancias tanto con Pradales y la formación jeltzale; como con Otxandiano y la coalición soberanista, el dirigente de los socialistas vascos afeó de nuevo al candidato del PNV que todavía no se haya negado a la posibilidad de un pacto con EH Bildu, y negó una vez más que su formación vaya a apoyar un Gobierno de la izquierda abertzale tras el 21-A.
Fue precisamente durante este punto, el dedicado a los pactos, y ya encarada la recta final del debate, cuando se produjo uno de los momentos más destacados. Andueza trató de apostar con el candidato del PP vasco y vinculó su rechazo a EH Bildu a que su homólogo del Partido Popular abandonara su escaño en el Parlamento una vez pasados los comicios. Ante lo que De Andrés contestó que él respondía al mandato de la ciudadanía vasca y aseveró que la palabra de Andueza "no vale nada", en alusión a los pactos que los socialistas mantienen con Bildu en Madrid y Pamplona.
Otxandiano elude hablar sobre un 'procés' a la vasca
Poco antes, Andueza había sido protagonista de otro coche, aunque esta vez con Otxandiano en la otra parte. Durante el bloque dedicado al autogobierno, que por momentos volvió a estar ocupado con el tema de la vivienda -aunque este era un punto del bloque anterior- el candidato socialista le preguntó a Otxandiano si él y EH Bildu pretendían llevar a cabo un 'process' a la vasca con el apoyo del PNV.
Una cuestión sobre la que el candidato soberanista no se quiso pronunciar. De hecho, mientras Andueza trataba de debatir con tono más beligerante, Otxandiano se dedicó a vender el discurso de su partido y evitó mirar directamente a su homólogo del PSE.
En este mismo bloque, la candidata de Podemos, Miren Gorrotxategi, y De Andrés también se vieron las caras en un debate intenso sobre la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Una medida que desde el PP piden revisar, y que desde la coalición morada defienden con uñas y dientes. "Atacar y criminalizar a quienes reciben la RGI me parece que es inmoral" aseveró Gorrotxategi al candidato popular quien, durante una de sus primeras intervenciones, aseguró que "dos tercios" de los preceptores de esta ayuda tienen capacidad para trabajar, pero la están cobrando "sin prestar un servicio a la comunidad".
Osakidetza y el 'todos contra Pradales'
El debate fue variando de un 'todos contra todos' hacia un 'todos contra Pradales u Otxandiano'. Mientras en los bloques dedicados a la economía, los pactos y el autogobierno los choques y desencuentros se repartían casi por igual; en el segundo, el centrado en los servicios públicos, todos los candidatos pusieron a Pradales en el punto de mira.
Desde el momento en que se empezó a hablar de Osakidetza el debate se convirtió en un "seis contra uno", como denunció Pradales. El candidato jeltzale fue víctima de un aluvión de críticas en contra del PNV y de la gestión del Gobierno vasco. Dejándole casi en solitario dentro de un escenario muy similar al visto durante los debates anteriores. Él optó por proponer "un pacto de país" para la sanidad en Euskadi.
Fue justo en este momento cuándo más incómodo se le notó a Pradales, que aguantó bien el encuentro, y cuando se produjo el cara a cara más destacado entre el candidato del PNV y el de EH Bildu. Momento en el que Otxandiano cuestionó por qué los nacionalistas vascos no han llevado a cabo en los últimos ocho años las medidas que proponen en esta campaña. A lo que Pradales respondió a su principal rival de estas elecciones si "se le había olvidado que hubo una pandemia".
Durante todo el debate, como tónica general, el candidato del PNV confrontó permanentemente con Bildu. Quiso evidenciar que ambos partidos representan dos modelos opuestos para gobernar Euskadi. En ese sentido, llegó a acusar a Otxandiano de querer una economía vasca "a la venezolana".
Tanto Pradales como Andueza quisieron remarcar sus grandes diferencias con Bildu. Y, por momentos, arrinconaron el candidato abertzale, que apenas habló de sus propuestas.