Siete meses de parálisis legislativa: el Parlamento vasco retomará su actividad a finales de septiembre
Las dos últimas grandes leyes aprobadas por el anterior Gobierno vasco fueron la de Educación y la de Transición Energética y Cambio Climático
10 agosto, 2024 05:00En época estival, el parón en la política es más que evidente todos los años. Si bien en el panorama vasco el mes de julio ha sido bastante intenso con las reuniones que el lehendakari, Imanol Pradales, ha mantenido, en lo que se refiere a la actividad parlamentaria será, en esta ocasión, un paro aún más largo de lo habitual. Así, con el mes de enero también inhábil, desde que el 22 de febrero el entonces lehendakari, Iñigo Urkullu, disolviese el Parlamento y convocase elecciones para el 21 de abril, pasarán siete meses sin celebrarse plenos, ni comisiones en el Parlamento vasco.
La próxima fecha fijada en el calendario es el 26 de septiembre, cuando está previsto que se celebre un pleno ordinario y al día siguiente, el viernes 27, un pleno de control. Así, y desde el 25 de julio, hay ya acumuladas 28 iniciativas, seis de ellas son preguntas para su respuesta por escrito, cuatro solicitudes de comparecencia a petición de la comisión y las 18 restantes solicitudes de información por parte de un parlamentario. Sobre Atención Primaria o la Ertzaintza, entre otros temas, rondan estas iniciativas presentadas. Asimismo, EH Bildu ha multiplicado sus preguntas sobre el euskera al Gobierno vasco para saber, por ejemplo, qué políticas se han desarrollado para la promoción del audiovisual en euskera.
Las últimas leyes aprobadas
De esta forma, hasta finales de septiembre habrá un parón considerable de la actividad política. Las dos últimas grandes leyes aprobadas fueron la de Educación y la de Transición Energética y Cambio Climático, dos de los grandes retos del anterior Gobierno vasco.
Tras muchos contratiempos, la Ley de Educación fue aprobada en diciembre del año pasado con los únicos apoyos de los 41 parlamentarios que reunían entonces el PNV y el PSE-EE —socios de gobierno— en la Cámara vasca. Por su parte, la oposición en contra, incluidos EH Bildu y Elkarrekin Podemos, pese a que en un primer momento fueron parte del llamado Pacto Educativo del 7 de abril de 2022, que reunió a más del 90% de los parlamentarios del Parlamento vasco.
Mientras que el PP, Ciudadanos y Vox criticaban que esta norma impone la "euskaldunización y los valores identitarios" dentro del sistema educativo de Euskadi, desde Bildu denunciaban que se perpetuasen los modelos lingüísticos y se abriese la puerta a "un modelo D minus", en el que "prevalezca el derecho de las familias a elegir la lengua frente a los objetivos establecidos por la ley".
Por otra parte, el segundo éxito del anterior Ejecutivo antes de que Urkullu se despidiese como lehendakari fue la aprobación en febrero de 2023 de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático con los apoyos del PNV, el PSE-EE y Bildu y la negativa de Elkarrekin Podemos, PP vasco, Vox y Ciudadanos. Una norma que estuvo en el aire durante meses y cuyos principales objetivos, prevé avanzar en la neutralidad climática, la resiliencia y la transición energética justa para el año 2050.
Próximos desafíos
Por delante, al nuevo Gobierno vasco encabezado por Imanol Pradales se le presentan varios desafíos. Entre los más importantes, Osakidetza, la Ertzaintza o completar las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika.
La situación del Sistema de Salud Vasco es uno de los retos más inminentes. Precisamente, en el mes de julio, Pradales mantuvo reuniones con partidos políticos, sindicatos y colegios profesionales para avanzar en esta cuestión. Así, el lehendakari ha marcado como objetivo cerrar el gran pacto por Osakidetza en seis meses, poniendo en marcha la mesa de trabajo la primera semana de septiembre.