Voluntarios de Aranzadi trabajando en la tercera y última fase del Proyecto de Exhumación del Cementerio de Orduña (Bizkaia)

Voluntarios de Aranzadi trabajando en la tercera y última fase del Proyecto de Exhumación del Cementerio de Orduña (Bizkaia) Crónica Vasca

Política

Gogora ya ha logrado identificar a 17 personas enterradas en la fosa común de Orduña

Las seis nuevas identificaciones en la fosa de Orduña elevan a 17 las víctimas reconocidas por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos

Más información: Los represaliados de Orduña eran “muertos-vivientes”

Publicada
Actualizada

José Gómez Narváez, Aquilino Flores Bautista, y Manuel Vivas Fernández (Badajoz); y Zollo Villar Toledo, de Ciudad Real y Antonio Bootello Negrete (Málaga) son los últimos seis identificados de la fosa común de Orduña, en Bizkaia. Tras este tipo de exhumaciones, luego siempre hay aún un reto superior: identificar a las víctimas. 

El pasado diciembre la Sociedad de Ciencias Aranzadi finalizó las labores de exhumación en el cementerio de Orduña cuando se recuperaron en total los restos de 93 personas, de los cuales 17 ya han sido identificados y entregados a sus familiares. 

Las últimas seis identificaciones se han dado a conocer este lunes, cuando Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, las ha anunciado: "Es una historia muy compleja, con unos tentáculos que llegan hasta el presente y el reto es conseguir identificar al mayor número de víctimas posible”, asegura Alberto Alonso, director de Gogora. 

Exhumaciones en la fosa común de Orduña

Las víctimas eran todos varones que fueron recluidos en la Prisión Central de Orduña (1939-1941), una cárcel que anteriormente había sido utilizada como campo de concentración (1937). Los reclusos eran fundamentalmente militantes de partidos y sindicatos, maestros, alcaldes o agricultores afiliados a organizaciones políticas u obreras y fueron encarcelados por delitos de rebelión fundamentalmente.

La mayor parte de los reclusos eran de Badajoz, Ciudad Real y Málaga y provenían de otras prisiones o campos de concentración, como el de Castuera (Badajoz) y el Fuerte de San Cristóbal (Navarra). Estas personas eran trasladadas al cementerio de Orduña en camiones y autobuses y solían morir, en la mayoría de ocasiones, de avitaminosis a consecuencia de las condiciones de insalubridad, miseria, violencia y falta de alimentos a las que fueron sometidos.

En total se registró la muerte de 201 personas, para las que se han desarrollado tres fases en el proyecto de exhumación y en las que se han localizado a 93 personas. Del total del número de cuerpos encontrados, Gogora ha podido identificar —con estas últimas seis identificaciones—, a 17 personas. 

Prisión de Orduña

Prisión de Orduña Jaime del Olmo

ADN de los familiares

Para que la identificación, es necesario el cotejo del ADN de descendientes de los fallecidos, con las muestras extraídas de los restos óseos.

Por ello, los implicados en la excavación —Aranzadi y Gogora—, hacen un llamamiento a los familiares de los represaliados que figuran en el registro a que presten sus muestras de ADN: "Este es el eslabón que nos falta para identificar a todos", asegura Lourdes Herrasti, antropóloga y voluntaria de Aranzadi. 

En este sentido, Gogora mantiene abierta una campaña para intentar, a través de la colaboración con las diputaciones de Cáceres y Badajoz, identificar a estas familias. Para ello tienen disponible dos vías de contacto: el correo gogora@euskadi.eus y el teléfono +34 944 032845.