El presidente del PP vasco, Javier de Andrés / MIGUEL TOÑA - EFE

El presidente del PP vasco, Javier de Andrés / MIGUEL TOÑA - EFE

Política

El PP vuela todos los puentes con el PNV y elige al mayor azote de Aitor Esteban como número dos

A dos años de las elecciones generales, el PP ha optado por un modelo de oposición duro y beligerante que vuelve a hacer insostenible su acercamiento a Aitor Esteban en el remoto caso de necesitar sus votos para hacer a Feijóo presidente

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Ese río nunca tuvo agua y si quedaba cualquier opción de llegar a cruzarlo, ayer los puentes saltaron por los aires con una nueva estrategia de tinta de calamar, de esparcir la sombra de corrupción, que ha soliviantado al PNV y reafirmado, aún más, su portazo a cualquier roce, entendimiento, acercamiento o simple contacto de los jeltzales con la dirección del Partido Popular.

La estrategia del PP con el grupo vasco es, cuanto menos, indescifrable. Feijóo se abría el martes a contactar con el PNV para sondear si hay fisuras en su sostén al Gobierno de Pedro Sánchez y así se lo encargaba a su hombre para todo, Miguel Tellado. 24 horas después, ayer miércoles, el mismo partido optaba por otra estrategia de tierra quemada que arrasa y “dinamita todos los puentes” para una relación afectiva entre los de Génova 13 y Sabin Etxea.

Un duro ataque proferido por el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, al relacionar a un empresario próximo al partido nacionalista, Iñaki Alzaga, con la trama del exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán. Alzaga es el presidente de Nortegás, de la que el Gobierno Vasco tiene un 12 %, y del Grupo Noticias, cercano al PNV y editor del diario Deia.

A dos años de las elecciones generales, sin números reales para una moción de censura de derechas que descabalgue al PSOE de La Moncloa, el PP ha optado por un modelo de oposición duro y beligerante que vuelve a hacer insostenible su acercamiento a Aitor Esteban en el remoto caso de necesitar sus votos para hacer a Feijóo presidente.

Si el PNV hablaba el martes de una “estrategia de márketing” para referirse a esa supuesta ronda de contactos, la misma formación daba por “dinamitados” los puentes de contacto. Y todo a la espera de que el propio Esteban responda a lo largo de este jueves a semejante andanada.

Y todo esto ocurría este miércoles mientras Alberto Núñez Feijóo optaba en paralelo por el perfil más duro dentro de su equipo, por Miguel Tellado, azote del PNV desde Madrid, para encargarse de la organización del partido de aquí hasta que se cierren las urnas de las próximas elecciones generales.

Un Tellado que no se ha caracterizado jamás por limar asperezas con Aitor Esteban ni con su sucesora en Madrid, Maribel Vaquero. El gallego en alza del PP de Feijóo es, de hecho, uno de los que más ha descalificado al PNV en lo que llevamos de Legislatura. Tellado calificó a Aitor Esteban de “títere” de Pedro Sánchez y dijo de él que era un “aprovechategui”. Todo en el contexto del debate de la cesión del palacete del PNV de París al partido nacionalista, a la que el PP se opone con fuerza.

El nuevo secretario general del PP ha acusado al PNV de comportamientos “miserables y asquerosos”, de formar parte del bloque “antisistema”, junto a Bildu y Podemos. Ha dicho de ellos que son un partido en “descomposición” y en “caída libre política”. Les ha acusado de estar en una “dramática subordinación” al PSOE, “alquilados” para ellos, e incluso ha dicho de ellos que es “imposible” distinguirlos de Bildu.

La nueva portavoz de Feijóo en el Congreso, Ester Muñoz, tampoco se anda con delicadezas. Ayer ya dijo que las relaciones con PNV y Junts no van a cambiar con su llegada. “Ayer Tellado llamó a los grupos para ver si siguen sosteniendo a un Gobierno de puteros y corruptos”, explicó a las puertas de Génova 13, la sede del PP. “No me sorprende que vayan a seguir apoyándoles”, añadió.

Feijoo celebra este fin de semana un Congreso Nacional que se prevé una balsa de aceite para su liderazgo. Y mientras llegan las elecciones, en las que se ve ya presidente electo, no tiene ningún problema en quemar toda la tierra que pudiera ser sustrato fértil para un futuro acercamiento al nacionalismo vasco moderado. El tiempo dirá si está estrategia es la más adecuada a sus intereses.