La vía vasco-navarra de la trama Cerdán.

La vía vasco-navarra de la trama Cerdán. CG

Política

El silencio atronador ante la rama vasco-navarra de la trama Cerdán

El escándalo de corrupción salpica cada vez más a Euskadi: las andanzas de Antxon Alonso, las cooperativas son sede aquí, las peticiones del PNV... 

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Una semana más un escándalo de corrupción marca el paso de la política nacional. Pero también, en esta ocasión, salpica a la política de Euskadi. Me refiero, claro está, al caso Cerdán.

Con el último informe de la Guardia Civil sobre la mesa y aunque el exdirigente del PSOE haya salido de la cárcel, vemos que Euskadi aparece más que nunca en las investigaciones relacionadas con esta trama corrupta.

Podría decirse que la vía vasco-navarra del caso Cerdán va creciendo en importancia. No sólo porque Cerdán sea navarro ni porque las principales obras que se adjudicaron a la trama corrupta tuvieran lugar en la comunidad vecina.

Esta semana hemos sabido más de las andanzas de Antxon Alonso, socio de Cerdán en Servinabar, epicentro de la trama corrupta. Y más sobre Nolan y Erkolan, las dos cooperativas con sede en Euskadi vinculadas a a Koldo García y al citado empresario, amigos ambos de Cerdán.

Además, en unos papeles presuntamente apuntados por Cerdán se vinculaba al PNV con determinadas reclamaciones que habría hecho al PSOE a cambio de apoyar la moción de censura que entronizó a Pedro Sánchez, aunque los peneuvistas niegan tajante y categóricamente haber realizado esas peticiones.

También hablamos de algún grupo de comunicación y determinados periodistas presuntamente vinculados a estos personajes oscuros de la trama corrupta.

Todo esto nos lleva a concluir que el escándalo de Cerdán, Ábalos, Koldo y compañía salpica más que nunca a Euskadi y a Navarra, mediante lo que podríamos llamar la rama vasco-navarra del caso. Urgen, por tanto, muchas explicaciones.

No puede olvidarse que en su día se conoció que Antxon Alonso presentó a Cerdán y Arnaldo Otegi para que negociasen acuerdos políticos relevantes. Hablamos de un señor nacido en Euskadi, con empresas aquí y vinculado también a las citadas cooperativas.

Está claro que faltan muchos datos por conocer de forma fehaciente, pero también es obvio que la trama salpica, y mucho, a Euskadi. También faltan explicaciones, algunas de las que llegarán por las investigaciones policiales o por la vía judicial, pero también tiene que haberlas desde la política.

Ante este panorama llama la atención el silencio atronador de algunos partidos estos días en Euskadi. Más allá de la simpatía o cercanía que cada uno tenga con determinadas siglas, es innegable que hablamos de un caso de corrupción gravísimo que obliga a depurar responsabilidades.

Frente a ese silencio, toca hacer ruido, pero un ruido tranquilo y sosegado que consista en pedir todas esas explicaciones para que se desentrañen todos y cada uno de los detalles de esta trama que huele cada vez peor y, tengo que insistir, apunta cada vez más a nuestra comunidad.

Todas estas corruptelas manchan la política nacional y también manchan la política vasca. Y generan muchísima desafección entre los ciudadanos, en especial entre los jóvenes. No es casualidad que las encuestas digan que los más jóvenes o están cada vez más lejos de la política o se van a las opciones más extremas de la derecha populista.

Estos casos nos repugnan como ciudadanos. Y toca reclamar, una vez más, que haya más transparencia, más información y más explicaciones satisfactorias.