Los hayedos de Otxandio: El lugar perfecto para perderte esta Semana Santa
Los hayedos de Otxandio representan uno de los lugares más bellos de Bizkaia. Alejarse del asfalto y disfrutar de la naturaleza mediante una de sus rutas promete convertirse en uno de los mejores planes de esta Semana Santa.
8 abril, 2022 05:15Aunque este enclave es capaz de seducir a cualquier visitante a lo largo de todo el año, en primavera derrocha vida y con ella, infinidad de atractivos. El paisaje en el que reinan los centenarios hayedos de Bizkaia da la bienvenida a quien decide adentrarse en este hermoso paraje. Le invita a huir de la rutina diaria para refugiarse en un bosque que parece salido de las páginas de un cuento.
Primavera en los hayedos de Otxandio
Patrimonio natural, etnográfico y cultural se alían en el corazón verde de Otxandio. Solo aquellos que están dispuestos a recorrerlo paso a paso pueden descubrir todos los secretos que encierra. Senderos fácilmente transitables, arroyos en los que refrescarse, la multitud de especies que conviven... Y, por supuesto, alguna que otra sorpresa que es mejor no revelar aún. Sin duda, es el mejor antídoto contra el estrés y las preocupaciones diarias.
La visita a Otxandio se revela como la oportunidad perfecta para realizar la ruta de los hayedos PR-BI 52. Se trata de un recorrido de 6,5 kilómetros de distancia que carece de desniveles. Este itinerario se describe a la perfección en las páginas de la Guía de los senderos de pequeño recorrido de Bizkaia, escrita por Ricardo Hernani.
El encanto de la ruta de los hayedos
Tiene como punto de partida la plaza Mayor, lugar en el que se erige el ayuntamiento de esta localidad vizcaína. Los primeros pasos discurren por el antiguo trazado del Camino Real, que desemboca en la ermita de San Roke. Se suceden los hayedos, como el de Sanrokeoste, Abitxu y Olazar, mientras el río Oleta se cruza una y otra vez en el camino.
Entre puentes y estelas
En los kilómetros iniciales por los hayedos de Otxandio nos encontramos con un bello puente de piedra, que nos permite cruzar el arroyo de Amezola, y con plantaciones de coníferas. La vieja calzada empedrada que conduce a Oleta nos llevará hasta el hayedo de Illuntxo. Es la antesala de una pista de tierra que continúa hacia Kurutzalde, donde podremos contemplar una estela del siglo XIX.
Tras completar la mitad de la excursión por los hayedos de Otxandio, todavía queda por conocer el barrio de Morgaola. El camino discurre entre otras plantaciones de coníferas y fincas hasta llegar a Itza. Aquí, nuevas construcciones salen a nuestro encuentro, como el puente que une las dos orillas del río Urkiola o la ermita de San Antonio. Esta, que cede su nombre al barrio cercano, permanece abierta los 365 días del año. Cuenta la leyendaque el templo servía de punto de encuentro a cuantos iniciaban su peregrinación a Urkiola.
Los metros finales
Tras regresar al Camino Real, es el momento de poner rumbo nuevamente al municipio en el que se inició la marcha. Aún queda tiempo para deleitarse con otros paisajes de este itinerario. Por ejemplo, en su tramo final podemos contemplar la ermita de Elexabarri y el crucero de Urigoiena, que indicaba la entrada a la población en otra época.
La vuelta a la plaza Nagusia da por concluida esta hermosa ruta. Sin lugar a dudas, la experiencia habrá merecido la pena.
Conocer Otxandio con rutas como esta se convierte en un plan especialmente tentador para cualquier día de fiesta. Los hayedos de Otxandio son el lugar perfecto para realizar una escapada esta Semana Santa y disfrutar de una excursión llena de belleza y encanto.