Euskadi tiene una infinidad de platos tradicionales. Desde el bakalao al pilpil hasta el sukalki, kokotxas en salsa verde o incluso la porrusalda, entre otros. Una mezcla de carne, mar y huerta. Pero hay un plato que no puede faltar casi nunca en las mesas de los vascos por su sencilla elaboración y su rico sabor. Se trata del marmitako. 

Una receta nacida de los barcos de pesca y con la que nadie queda indiferente, ya que es el plato perfecto para saborear el bonito de una manera única: con patata, pimientos, cebollas, puerro, ajo y carne de pimiento choricero. 

¿Cómo reconocer un buen marmitako?

Para reconocer un buen plato de marmitako primero hay que mirar el pescado utilizado. Tiene que ser bonito del norte, no hay que confundirlo con atún. El primero tiene la carne bastante más pálida y es más jugoso.

Para poder adquirirlo fresco hay que esperar, ya que la temporada de bonito es de junio a septiembre, cuando migra desde el Atlántico hasta el mar cantábrico. Pedir un marmitako en enero, por ejemplo, es arriesgarse a que lo preparen con otro pescado o que el bonito sea congelado. 

Otro detalle a tener en cuenta es que las porciones del bonito tienen que ser muy parecidas con el objetivo de lograr un sabor y cocción uniforme. Además, el caldo debe estar espeso, esto se logra con las patatas al chascarlas, pues sueltan almidón. Tampoco pueden faltar en el plato los ingredientes ya mencionados arriba. 

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