Adrián Otaegui, el otro vasco que encabeza la lista de los golfistas más ricos junto a Jon Rahm
El donostiarra, que sumó más de un millón de euros de ganancias en 2023, está consolidado entre los 35 mejores europeos y es el tercer español con mejor ranking mundial, detrás del vizcaíno y de Pablo Larrazábal
9 enero, 2024 05:00Noticias relacionadas
El mundo del golf ha experimentado un cambio radical en las últimas fechas. El cambio de liga de Jon Rahm, que a partir de esta temporada formará parte del circuito árabe LIV Golf, y las constantes quejas de algunos profesionales del deporte con la dirección que está tomando el PGA Tour, han tomado cierta repercusión que se unen al crecimiento económico del golf. Este último año, hasta 271 jugadores han ingresado más de un millón de euros, siendo nueve de ellos españoles y únicamente dos de Euskadi.
Uno de ellos es el propio Rahm, segundo golfista con más ingresos a nivel mundial. El de Barrika ha ingresado más de 16,5 millones de dólares en PGA Tour, superado por los 21 del estadounidense Scottie Scheffler. Una cifra que engrandece su figura dentro del panorama nacional y que lo convierte en un icono vasco. Junto a él, un deportista alejado algo más de los focos, pero muy presente entre los mejores golfistas del panorama internacional. Se trata del donostiarra Adrián Otaegui, actual número 106 del mundo y que, en 2022, finalizó entre los 15 mejores de Europa y como número 73 del Official World Golf Ranking (OWGR).
Un año después de debutar en el DP World Tour, Otaegui perdió la tarjeta y disputó durante una temporada la Challenge
Con apenas 19 años debutó como profesional. Aquel chaval que soñaba con ser como Severiano Ballesteros y José María Olazábal, estaba ante su primer torneo. Los nervios recorrían todo su cuerpo y las piernas, a la hora de golpear, temblaban. "A día de hoy recuerdo aquel año y sigo creyendo que la esencia sigue siendo la misma. Soy la misma persona y con el mismo modo de ser, pero con algunas canas en la barbilla", afirma Otaegi repasando una trayectoria ascendente y que, quizá, no tuvo el comienzo más deseado. Un año después de debutar en lo más alto, perdió la tarjeta del DP Tour -máxima categoría del golf en Europa- y jugó la Challenge en 2013.
Una temporada que, eso sí, le vino bien para dejar atrás aquellos nervios y aquellas dudas que rondaban por su mente. La confianza en sí mismo y en su golpeo fueron clave. Desde entonces, ya no se ha bajado de la primera división y su crecimiento y mejoría ha sido imparable. Pasó de generar 12.400 euros en su año rookie en el DP Tour, a 204.873 en el segundo. Un cambio radical. En el ranking individual también se vio la mejoría escalando de la posición 252 a la 118: "Comencé a ver el golf de otra manera. Tengo muchas experiencias a lo largo de estos diez años que me hacen ver las cosas diferentes y reaccionar de distinto modo a lo que me va pasando dentro y fuera del campo de golf".
En 2018, tuvo unos ingresos de 1,7 millones de euros, cifra que superó las ganancias totales de sus cuatro años anteriores
Su pico llegó cuatro años más tarde, en 2018. Ganó su primer tour en el DP World Tour y quedó entre los tres primeros en otros dos torneos más. Unos logros que se tradujeron en un cambio de vida a nivel financiero. Aquel chaval que vivía en Donostia, pasó a cambiar de localidad y trasladarse a Abu Dhabi, aunque también cuenta con residencia en Igeldo. Ganó 1,70 millones de euros, una cifra que superó los ingresos totales de sus cuatro años anteriores (1,67). Finalizó el año entre los 25 mejores europeos, el 69 del mundo. Ya estaba entre los más destacados del panorama internacional. "Tengo la sensación de que en esos primeros años en el Tour el objetivo era pasar el corte y luego ir jugando el fin de semana a ver qué pasaba. Luego hace 'clic' la cabeza y quieres más: quieres top ten y quieres pelear por ganar. Cuando ya ves que te metes en la pelea varias veces, quieres ganar", asegura Otaegui sobre aquella etapa.
La dosificación, clave
En los últimos años, Otaegui ha vivido las dos caras del deporte, la del agraciado y la del inafortunado. Sufrió un pequeño bache en 2019, pero irrumpió con fuerza semanas antes de la pandemia con la consecución de su tercer torneo como profesional en el DP World Tour, el primero desde 2018. A partir de entonces, ha ido moderando su número de participaciones en los torneos y organiza mejor su rutina de viajes. Participa en menos torneos que hace cinco años, pero genera más beneficios económicos y su rendimiento deportivo también va de la mano. "En una semana de torneo estoy menos horas en el campo de golf. Hago lo que tengo que hacer, sobre todo lunes, martes y miércoles. Intento llegar al jueves listo, pero luego muchas veces acabo la primera y la segunda ronda y no hago casi nada, un poquito para refrescar, gimnasio y me voy a descansar. Se trata de gestionar y administrar la energía a lo largo del año, ya que aunque pasa echando leches, es muy largo y te puede afectar física y mentalmente", dice.
"Cuando ya ves que te metes en la pelea varias veces, quieres ganar. Quieres top ten y quieres pelear por ganar"
Actualmente, lleva sin participar en un torneo del DP World Tour desde el pasado mes de noviembre. A sus 30 años de edad, ha generado más de 8 millones de euros. Su situación monetaria ha variado con el paso de los años, pero su ambición, continúa intacta. "El mayor sueño que tengo es ganar un grande, ganar dos grandes, ganar tres grandes… Ese sería el mayor sueño, estar ahí peleando. Si ocurre eso, al final estaré arriba en el ranking mundial. Pero sí, ganar grandes".