La rica tradición gastronómica vasca ha cautivado a paladares exigentes con su énfasis en la calidad de los productos y la maestría de los chefs locales. Enclavada en esta región culinaria excepcional, Euskadi se erige como un verdadero paraíso para los amantes de la buena comida. Sus restaurantes, reconocidos a nivel mundial, destacan por la excelencia en sus propuestas, llevando la esencia de la cocina vasca a nuevas alturas.
La Guía Repsol, conocida por premiar la excelencia culinaria en España, ha otorgado este año dos soles Repsol al icónico Casa Julián en Tolosa. Estos dos soles, que resaltan un lugar que sobresale, certifican que la experiencia en este asador vasco es única. La distinción es un reflejo del compromiso y la dedicación del equipo de Casa Julián en proporcionar momentos gastronómicos inolvidables.
Casa Julián: la chuleta perfecta y el mejor chuletón del mundo
Casa Julián, el templo de la carne en Tolosa, es un proyecto que vio la luz en los años 50 y se ha convertido en un referente mundial de la parrilla. Matías Gorrotxategi, artífice de esta experiencia culinaria única, perfeccionó la técnica que le ha valido el título de poseedor del "mejor chuletón del mundo" según la reconocida revista Forbes.
La chuleta, protagonista indiscutible en Casa Julián, no es simplemente un plato, sino una experiencia culinaria que resalta la importancia del producto y su demanda creciente en los restaurantes. La selección cuidadosa de cortes de ternera, con énfasis en el corte llamado Txuleta, se convierte en el pilar fundamental para el asado perfecto que ha conquistado los paladares más exigentes.
Todo comenzó con la exploración de diferentes cortes de ternera, hasta que se descubrió el corte Txuleta como el más adecuado para el asado. Con el tiempo, Casa Julián se aventuró con cortes de vacuno mayor y buey, elevando aún más la experiencia culinaria. La dedicación y el esfuerzo en la selección del producto se traducen en la exquisitez que cada comensal encuentra en su plato.
El legado de Matías Gorrotxategi continúa gracias a sus hijos Mikel, Iñaki y Xabier, quienes han asumido la responsabilidad de mantener viva la tradición y la excelencia en Casa Julián. En este restaurante familiar, con sus dos soles Repsol, la chuleta perfecta seguirá siendo el emblema de este asador vasco, ofreciendo a los comensales una experiencia única que trasciende el tiempo.
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