España se encuentra dividida en 17 comunidades autónomas, cada una con su propio gobierno y amplia autonomía legislativa. Estas comunidades autónomas a su vez están subdivididas en 52 provincias, además de numerosos municipios que conforman la rica diversidad cultural y tradicional del país. Cada región, provincia y municipio posee sus propias tradiciones arraigadas, expresiones culturales únicas y peculiaridades que reflejan la historia, geografía y las influencias sociales que han moldeado su identidad a lo largo del tiempo.

Además, tiene numerosas islas e islotes dispersos por sus costas, pero lo que muchos españoles desconocen es la verdadera cantidad de estas islas. A menudo se piensa que son solo 12, incluyendo las 7 que pertenecen a Canarias y las 5 de Baleares, sin embargo, la realidad es mucho más sorprendente. En España, concretamente, se encuentran un total de 179 islas distribuidas por todo su territorio geográfico, algunas de las cuales se localizan en la región del País Vasco. Sin embargo, dentro de esta comunidad, y por ende del país, existe una isla que destaca por su singularidad. A continuación, exploraremos los detalles de esta isla peculiar.

Isla de los Faisanes, la isla más rara del mundo

La isla más rara es la Isla de los Faisanes, ubicada en la frontera entre España y Francia, en la desembocadura del Río Bidasoa, entre las ciudades de Irún en el País Vasco y Hendaya en Francia. A pesar de su diminuto tamaño, con menos de 7000 metros cuadrados de territorio, esta isla destaca por ser el terreno compartido más pequeño del mundo, según ha señalado el creador de contenido @carloartspain.

La historia de la Isla de los Faisanes está marcada por disputas territoriales entre España y Francia. Su ubicación estratégica la convirtió en objeto de conflicto durante siglos. La rivalidad por su dominio llegó a su punto álgido en el siglo XIX, cuando ambos países firmaron el Tratado de Bayona en 1856 para poner fin a la disputa. Este acuerdo histórico, que selló la paz entre España y Francia, estableció que la soberanía de la isla sería compartida, alternando la posesión de la isla cada seis meses entre ambos países: de febrero a julio bajo control español, y de agosto a enero bajo control francés.  

A pesar de su importancia histórica, la Isla de los Faisanes nunca ha sido habitada de forma permanente. Esta decisión se tomó para evitar conflictos entre las dos naciones. En lugar de ser un lugar de residencia, la isla alberga únicamente un monumento que conmemora los eventos históricos que tuvieron lugar entre España y Francia. Durante sus respectivos períodos de dominio, ambos países se encargan del mantenimiento y cuidado de la isla, con especial atención en las tareas de jardinería.

La Isla de los Faisanes es mucho más que un punto en el mapa. Es un símbolo de la compleja relación entre España y Francia, donde la colaboración y el respeto mutuo han prevalecido sobre las disputas territoriales. Su historia única nos recuerda que incluso en los rincones más remotos y pequeños del mundo, se pueden encontrar lecciones de convivencia y cooperación entre naciones. Así, esta pequeña isla en la frontera de Euskadi se convierte en un recordatorio de la diversidad y la riqueza de la historia europea.

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