El País Vasco es una región conocida por su rica cultura y fuertes tradiciones. La gastronomía es uno de los pilares fundamentales de su identidad cultural. Los pintxos, pequeñas tapas elaboradas con productos frescos y de alta calidad, son una experiencia culinaria esencial. Además, es famoso por su excelencia en vinos, destacando el txakoli, un vino blanco joven y afrutado que acompaña perfectamente los platos de mariscos y pescados que abundan en la región. La combinación de paisajes verdes, una cocina de renombre mundial y vinos únicos hacen de esta región un lugar especial para los amantes de la cultura y la gastronomía.

Entre las joyas enológicas que adornan esta tierra, los vinos vascos se alzan como auténticos protagonistas, avalados por la creciente popularidad del enoturismo que atrae a visitantes ávidos de experiencias sensoriales inolvidables. La riqueza de los sabores locales, desde los productos cultivados en las tierras vascas hasta los manjares marinos, garantiza una experiencia gastronómica única que conquista los paladares más exigentes.

No obstante, entre los tesoros de Euskadi, destaca un producto estrella que merece especial mención: la sidra. Esta bebida alcohólica de baja graduación, con un contenido mínimo de alcohol del 5% en volumen en el caso de Euskal Sagardoa, se elabora con el jugo fermentado de la manzana. La sidra vasca, con su sabor refrescante y característico, se convierte en un componente esencial de la identidad culinaria de la región, atrayendo a aquellos que buscan explorar la diversidad de los placeres gastronómicos vascos.

Zapiain tiene la mejor sidra natural

El IV Concurso de Sidra Internacional de Sagardo Forum en San Sebastián tuvo lugar el pasado mes de diciembre, con la participación de 262 sidrerías de todo el mundo. El certamen incluye diversas categorías, siendo la Sidra Natural una de las más destacadas. En esta categoría, se distingue la excelencia del producto de la tierra vasca, reconocido por su excepcional sabor.

En esta última edición, la sidrería Zapiain de Astigarraga se llevó la medalla de oro, siendo galardonada como la mejor en la categoría de 'Sidra Natural'. Con una historia que se remonta a 1542, Zapiain es una de las sidrerías más antiguas, y su compromiso con la esencia de la sidra se centra en la utilización de manzanas provenientes de sus propios manzanos. La clave de su calidad radica en la combinación de diversos tipos de manzanas ácidas y amargas.

Dentro de la variada gama de sidras ofrecida por Zapiain, destaca la Euskal Sagardoa Premium, elaborada con manzanas sometidas a un estricto sistema de trazabilidad que garantiza su origen. Desde Zapiain, se recomienda disfrutar esta sidra en un vaso o copa de cristal fino, en pequeñas cantidades, y acompañarla de platos elaborados a la parrilla para una experiencia completa.

Qué ver y hacer en Astigarraga

En Astigarraga, el Museo de la Sidra (Sagardoetxea) es un punto de referencia esencial para quienes deseen sumergirse en la historia y el proceso de elaboración de la sidra vasca. Este museo interactivo ofrece una experiencia enriquecedora, con exposiciones y un manzanal al aire libre, además de la oportunidad de degustar sidra local. Otro lugar destacado es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción renacentista del siglo XVI que, aunque modesta, refleja la arquitectura eclesiástica tradicional y el encanto histórico del pueblo.

El entorno natural de Astigarraga también es un gran atractivo, ideal para los amantes del senderismo. El Monte Urgull, cercano a San Sebastián, brinda rutas con vistas espectaculares del mar Cantábrico. Asimismo, el casco antiguo del pueblo invita a pasear entre sus calles empedradas y caseríos típicos, mientras que el río Urumea, que atraviesa la zona, ofrece la posibilidad de disfrutar de tranquilos paseos junto al agua o actividades al aire libre como el piragüismo.

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