Yurena / Europa Press

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Sociedad

El 'tamarismo' de la vasca Yurena resurge de la mano de Los Javis en Netflix con Superestar: "Una serie como nadie se la espera"

El tamarismo, con su caos y su ternura, vuelve en formato, serie para recordar que, a veces, la verdad se esconde en los márgenes

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Netflix vuelve con una nueva apuesta en su parrilla. Este viernes se estrena Superestar, una miniserie que revive una era televisiva que dejó marcada un ante y un después en los tamaristas. Y es que, esta producción regresa el espíritu de una estrella.

Una serie dirigida por Nacho Vigalondo y producida por Javier Calvo y Javier Ambrossi —más conocidos como Los Javis—, la ficción pone el foco en Tamara, luego Yurena, como figura central de un fenómeno que marcó la cultura popular española en los años 2000.

Más allá de una simple biografía del autor (biopic), esta pieza audiovisual enfoca la mirada sobre los personajes que fueron protagonistas mediáticos de nuestra televisión.

"Si de entrada le piden a un autor de ciencia ficción que haga una serie sobre Tamara, yo doy por hecho que quieren que lo haga a mi manera", explica Vigalondo en una entrevista con EFE, dejando claro que lo suyo no es la reconstrucción literal, sino la reinterpretación a través de la ficción y la emoción.

Un mosaico pop que mezcla ciencia ficción y verdad emocional

Superestar se sumerge en el delirio mediático de principios de siglo, esa era televisiva donde lo grotesco y lo entrañable se daban la mano en un plató nocturno. Vigalondo, director conocido por su originalidad en el género de la ciencia ficción, recibió la propuesta de Los Javis con una advertencia clara: "No hagas 'La Veneno 2', haz algo tuyo", explicó a EFE. El resultado es una obra "como nadie se la espera", en palabras del propio cineasta.

La serie cuenta con un reparto de rostros reconocidos: Ingrid García-Jonsson se mete en la piel de Tamara, acompañada por Secun de la Rosa como Leonardo Dantés, Carlos Areces como Paco Porras, Pepón Nieto en el papel de Tony Genil, Natalia de Molina como Loly Álvarez y Rocío Ibáñez como la mítica Margarita Seisdedos. Sofía González interpreta a la joven "Tamarita", mostrando una infancia que anticipa el fenómeno mediático que vendría después.

El tamarismo, el fenómeno mediático que marcó la escena televisiva española de comienzos de este siglo, renace con el estreno este viernes de 'Superstar', la nueva serie de ficción dirigida por Nacho Vigalondo y producida por Los Javis con Tamara (c), Secun de la Rosa (d) y Pepón Nieto (i), entre otros. EFE/

El "tamarismo", el fenómeno mediático que marcó la escena televisiva española de comienzos de este siglo, renace con el estreno este viernes de 'Superstar', la nueva serie de ficción dirigida por Nacho Vigalondo y producida por Los Javis con Tamara (c), Secun de la Rosa (d) y Pepón Nieto (i), entre otros. EFE/

Pero esta no es solo una historia de ascenso televisivo ni un desfile de imitaciones. Vigalondo pone el foco en las emociones, especialmente en la relación madre-hija que sostuvo buena parte del universo Yurena.

"Tenía muy claro que la relación entre madre e hija era el eje emocional de la serie; sí, era la base del amor que estábamos contando", reconoce el director. Así, Seisdedos, famosa por sus bolsazos defensivos y su férrea protección a Tamara, tiene un lugar destacado desde el primer capítulo.

El fenómeno tamarismo 2000

Para entender Superestar, hay que remontarse al fenómeno del "tamarismo", un movimiento que emergió en los márgenes de la cultura televisiva de principios del siglo XXI y que convirtió a personajes como Tamara, Leonardo Dantés, Tony Genil o Paco Porras en ídolos pop tan atípicos como inolvidables.

Eran los "antifamosos", los "no-modelos", que irrumpieron en el prime time a base de provocación, excentricidad y, sobre todo, autenticidad.

"De repente, los famosos no eran guapos, ni ricos, ni normales, ni jóvenes (...). Tamara, Leonardo Dantés, Tony Genil o Paco Porras no eran gente que representaba ese ideal", explicó Vigalondo a EFE, aludiendo a una ruptura radical con la imagen hegemónica de la fama.

Este conjunto de personajes se convirtió, casi sin proponérselo, en el espejo deformado, pero real de una España que salía del siglo XX sin tener del todo claro hacia dónde iba.

Superestar / X

Superestar / X

De ícono de plató a icono de ficción

En ese contexto, Superestar se presenta como un ejercicio de memoria y relectura cultural. Ingrid García-Jonsson, quien encarna a Tamara, confiesa haber sentido vértigo al interpretar a una figura viva. "Quedamos para tomar un café antes, porque ella me quería conocer y a mí me parecía importante tener como su visto bueno", relató a EFE. Según la actriz, la historia también captura esa "vulnerabilidad del artista" que sintió Yurena en sus momentos más expuestos.

Más allá de la estética pop, Superestar ofrece una crítica velada sobre cómo la televisión puede devorar a sus criaturas, y cómo, dos décadas después, puede también rendirles homenaje. "Para mí, una historia así me parecía muy interesante", señaló Vigalondo, quien encontró en este proyecto una oportunidad para moverse entre lo "mainstream" y lo "underground", dos etiquetas que él nunca ha terminado de asumir del todo.

El estreno de Superestar no es solo el regreso de un personaje icónico, es la recuperación de toda una época en la que el desparpajo, el absurdo y el espectáculo se convirtieron en el nuevo lenguaje de masas. El tamarismo, con su caos y su ternura, vuelve en formato, serie para recordar que, a veces, la verdad se esconde en los márgenes. Y que el brillo de una "superestar" puede venir de donde nadie lo espera.