Grand Prix con vaquilla / CV

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Sociedad

Ramón García (63 años) sin rodeos: “Soy partidario de las vaquillas, España sigue siendo rural. Es una especie de hipocresía”

El presentador considera que la decisión de eliminar la vaquilla del Grand Prix responde más a una presión mediática y política que a la realidad cultural del país

La palabra en euskera que utilizan los españoles a diario sin darse cuenta: "Viene de 'beso'"

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El regreso del Grand Prix a la televisión ha sido uno de los acontecimientos televisivos más comentados de los últimos años. El programa, que en su nueva etapa ha recuperado gran parte de la esencia que lo convirtió en un fenómeno en la década de los 90 y los 2000, ha vuelto a reunir a familias enteras frente al televisor para disfrutar de sus pruebas, su humor blanco y su espíritu veraniego.

Al frente, como siempre, Ramón García, que a sus 63 años sigue siendo la cara más reconocible y querida del formato. Con su inconfundible chaqueta y su tono cercano, “Ramontxu” se ha convertido en un símbolo del entretenimiento familiar en España.

Uno de los cambios más notorios de esta nueva etapa ha sido la ausencia de la emblemática vaquilla real, sustituida por una versión virtual y pruebas alternativas. Esta es ya la segunda edición consecutiva en la que el animal no participa físicamente, una decisión que responde a las nuevas sensibilidades sociales y a las regulaciones que prohíben el uso de animales en este tipo de producciones.

Sin embargo, este cambio no ha estado exento de polémica. Entre los nostálgicos y los defensores de la tradición, la desaparición de la vaquilla ha sido vista como una pérdida de uno de los símbolos más icónicos del programa.

Un momento de la primera semifinal del 'Grand Prix 2025'. | RTVE

Un momento de la primera semifinal del 'Grand Prix 2025'. | RTVE

El ícono de Grand Prix: la vaquilla

Ramón García no rehúye el debate y se muestra claro al respecto: “Sí, y yo también soy partidario porque los juegos que hacíamos con la vaquilla eran maravillosos. En los pueblos se sigue haciendo fiestas con vaquillas porque España es un país rural. Se equivoca la gente que desde un despacho de Madrid cree que Madrid es lo importante. O Barcelona, o Bilbao. No, España sigue siendo rural, de pueblo, y en los pueblos sigue habiendo vaquillas, incluso en Euskadi, donde están en contra; o en Cataluña, donde no hay toros. Es una especie de hipocresía. ¿Por qué seguimos viéndolo y divirtiéndonos en los pueblos, y no lo podemos ver en la televisión pública?”, señala el presentador al Diario Vasco.

El presentador considera que la decisión de eliminar la vaquilla del Grand Prix responde más a una presión mediática y política que a la realidad cultural del país. A su juicio, existe una desconexión entre el mundo rural y las grandes ciudades, que tienden a imponer sus criterios al resto del territorio.

“España sigue siendo rural”, insiste, recordando que, en numerosas localidades, incluso en comunidades autónomas con posturas más críticas hacia los espectáculos taurinos, se continúan celebrando encierros y juegos con vaquillas en las fiestas patronales.

Aun así, García reconoce que el programa ha sabido adaptarse a la ausencia de este elemento icónico. “Porque la sociedad ha evolucionado. Pienso que funcionaría mejor con vaquilla, pero como no se puede, hemos potenciado los juegos”, admite.

La producción ha reforzado las pruebas físicas y de habilidad, manteniendo el espíritu competitivo y divertido que siempre lo ha caracterizado. Aunque para muchos seguidores nada puede sustituir la emoción de la vaquilla persiguiendo a los concursantes, el Grand Prix sigue liderando las audiencias del verano, demostrando que su fórmula, incluso adaptada, conserva un enorme poder de convocatoria.