Aitziber (26 años), vecina, sobre su alquiler: "Pagaré 800 euros y nos dijeron que cada vez hay menos pisos para alquilar"

Alquilar un piso en Euskadi es difícil no solo por el precio (el metro cuadrado se sitúa en 14,8 euros, según el portal inmobiliario de Idealista en su informe Evolución del precio de la vivienda en alquiler en Euskadi), sino porque apenas existen pisos para alquilar.

Lo asegura la vecina Aitziber para CRÓNICA VASCA. La joven, cuando acudió a la inmobiliaria a por su piso en una localidad de Bizkaia, le confirmaron que apenas había viviendas en alquiler: "Ahora mismo pagaré 800 u 850 euros, pero lo más dificil de alquilar es encontrar, porque hay muy poco".

"No sabía hasta qué punto estaban tan mal las cosas hasta que fui a buscar piso en inmobiliaria, fuimos a cuatro inmobiliarias, y nos dijeron que cada vez hay menos para alquilar y que la cosa está muy mal, y lo poco que hay, vuela".

Sin mucha oferta

La vecina vizcaína miraba en Idealista y se topaba con precios desorbitados "para cuchitriles". No le parecían "nada justos" y asegura que lo que se paga por alquiler "no es nada razonable y es vergonzoso". Sin embargo, otra de las cosas que más le impactó fue darse cuenta de que no había muchos hogares para alquilar. 

Nekane, otra vecina vizcaína, coincide con Aitziber. "Por Bilbao no hay prácticamente pisos en alquiler y los que hay son carísimos, entonces es complicado que cualquiera pueda tener un alquiler, en cambio, sí veo que se vendan más pisos de los que se alquilan". 

No hay casi oferta en Euskadi, como subraya el Observatorio del Alquiler. Además, se prevé que esta disminuya lo que queda de 2025. La caída en Andalucía, Extremadura, Galicia o Aragón sería contenida, mientras que en Asturias, Cantabria o Euskadi, se "recrudecerá de forma acusada la tendencia que ya se viene observando en los últimos años", es decir, en el territorio vasco, en el año anterior, salieron del mercado de alquiler la "mitad de viviendas que en 2023". 

Pero ese no es el único factor por el que el mercado de alquiler está "mal", sino porque los precios no dejan de aumentar y los ciudadanos apenas se pueden permitir residir en hogares dignos y asequibles.

En la reciente Tribuna de El País elaborada por Javier Gil, No se trata solo de construir más pisos, el periodista expone que, si la vivienda fuese "íntegramente un problema de falta de oferta, el Banco de España no registraría enormes alzas de precios donde la población está cayendo". 

Gil señala que la población ha aumentado "mucho" en los últimos cuatro años en todo el Estado. Sin embargo, los precios "empezaron a subir hace 10", por lo que, las "fechas no cuadran". 

Datos del Banco de España entre 2014 y 2022 demuestran que los precios incrementan incluso en los territorios donde disminuye la población. Se han registrado municipios que han perdido vecinos y donde se han dado subidas entre un 20% y 60%.

En cuanto al alquiler, los datos son "más sangrantes", ya que en lugares donde "la población cae en picado", los alquileres han aumentado entre un 18% y un 27%. "Las subidas no se explican principalmente por el aumento de la población, si fuera así, veríamos una relación proporcional entre población y precios". La explicación, añade Gil, "hay que buscarla en otros elementos, más ligados a la inversión y a la rentabilidad". 

El auge de la demanda no residencial lo explica mejor: los pisos turísticos, las segundas residencias o las compras de inversores especulativas "elevan los precios sin aumentar el número de vecinos", porque la demanda es "especulativa" y no son hogares "compitiendo entre sí por las casas", sino que "compiten con inversores que tienen más capacidad de compra". 

De esta manera, las familias quedan excluidas del mercado no porque no existan casas, sino porque "no pueden competir con los inversores". Como solución, Gil propone que se deberían no construir más casas, sino "cambiar las reglas del mercado".