Un manipulador de alimentos. Competir en familia
Iker Artaraz (45 años), hostelero con 2 años de experiencia: "El primer día estaba más perdido que un cerdo en una perfumería"
Artaraz adquirió su actual empleo en El Capricho de Loren, en Sondika (Bizkaia), elaborando brochetas y gildas gourmet gracias a Lantegi Batuak.
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Euskadi registró, en el tercer trimestre de 2025, más de un millón de personas ocupadas, esto supone 6.400 trabajos más que en el trimestre anterior. Mientras, el número de desempleados disminuyó en 1.200. Así lo confirman los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se compara con el tercer trimestre de 2024, el territorio vasco registra 29.500 ocupados más y 4.800 parados menos, lo que supone una tendencia positiva. Pero no debe olvidarse que desde el sindicato LSB-USO denuncian que las cifras positivas no reflejan la igualdad en el mercado laboral, ya que la brecha de género persiste y, por ejemplo, las personas con diversidad funcional todavía no lo tienen tan fácil para conseguir trabajo.
Motivo por el que se impulsan programas de empleo como el de Lantegi Batuak, que ha conseguido que más de 300 personas con diversidad funcional sean contratadas en los últimos 30 años. Así es como Iker Artaraz adquirió su actual empleo en El Capricho de Loren, en Sondika (Bizkaia), elaborando brochetas y gildas gourmet. Lo confirma Deia en su artículo Un empleo hacia la inclusión: "Este trabajo me ha permitido cumplir un sueño".
Un hostelero con mucha maña
El bilbaíno de 45 años cuenta ya con dos años y medio de experiencia trabajando como manipulador de alimentos para esta empresa de elaboración de gildas. "Trabajo con el género. Limpio las guindilllas, pelo los langostinos y los lavo, cojo cosas del almacén como aceitunas, bacalao, salmón o bonito cuando necesitan... Hay días que se pasa el tiempo y ni me entero", relata para el medio.
Artaraz, que controla a la perfección cada paso, está encantado con su trabajo y admite que la relación con sus compañeros de trabajo es satisfactoria. "Me tratan muy bien y yo les correspondo de la misma manera, tratándoles muy bien".
Al igual que el bilbaíno, el jefe de El Capricho de Loren, Lorenzo Grijalba, también admite estar muy contento con Iker y su trabajo. Nunca tuvo a nadie con diversidad funcional en su plantilla y confirma que su trabajo está siendo muy bueno.
"Iker trabaja espectacularmente bien. Es una persona muy responsable, solo hay que decirle las cosas una vez. No hay que forzarle porque sabe perfectamente lo que tiene que hacer", comparte con Deia.
El manipulador de alimentos, que terminó sus estudios hasta Bachillerato y cursó soldadura y calderería en Lantegi Batuak de Derio (lo que le permitió trabajar en una cadena de montaje), todavía se acuerda de su primer día en El Capricho de Loren. Nunca lo olvidará porque confiesa que "estaba más perdido que un cerdo en una perfumería".