Gómez Jurado cierra (sin portazo) 'Reina roja': "Mis libros están llenos de emoción"

Juan Gómez Jurado es el escritor más leído en castellano en el mundo. Con su novela 'Todo muere' (Ediciones B) cierra (pero ojo, sin portazo) el círculo del universo de la saga 'Reina roja'. Ocho libros conectados entre sí pero que pueden leerse en cualquier orden componen esta obra que hace las delicias de los amantes del thriller. 

Es difícil sacar un minuto para un autor tan solicitado. En su charla con 'Crónica Vasca', hecha por teléfono y a toda prisa pero con infinita amabilidad, Gómez Jurado repasa esta aventura literaria en la que al principio "sólo sabía que íbamos de Santurce a Bilbao por toda la orilla".

Empecemos por el final. ¿Por qué ha decidido suprimir la sinopsis en este libro?

Porque estoy hasta las narices de la ultra-infantilización que se hace con la sociedad, de cómo en todos los sectores te tratan como un idiota, todo son dicotomías, es de una forma tóxica... Por qué no tratar a los lectores como gente inteligente.  

Le gusta mucho escribir de personajes con mucho poder y de personajes un tanto mágicos, como Antonia Scott o Mentor. ¿Son sus personajes la clave de su éxito? ¿O lo son las tramas?

Pienso que ni una ni otra. No hay clave para el éxito, porque es siempre exógeno e incontrolable, a lo que no se puede encontrar explicación. Si fuéramos capaces de encontrarla, sería replicable.  

Si me preguntas qué creo que les gusta más a tus lectores, tampoco sabría responderte. Creo que mis libros están llenos de emoción, porque cuento historias que me gustaría leer a mí cuando tenía 13 años y empecé a leer como adulto.

¿Existen los Mentores o las familias Dorr u organizaciones como El Círculo en la vida real?

Abre un periódico y luego me dices...

¿Pero no le critican por ser tener tramas poco creíbles?

Eso me lo dicen mucho. Cuando alguien me dice que algo le resulta inverosímil, le digo que por favor me diga qué parte en concreto. Y cuando me lo dicen, casi siempre en menos de un minuto le encuentro un titular de periódico parecido... Me pasa tanto que ya empiezo a mirar la realidad desde el otro lado. El otro día leí un titular sobre que el jefe de la Policía Antiblanqueo en Madrid detenido con veinte millones debajo del gotelé. Yo lo miraba y decía 'joder, soy un mierda'. Si se lo cuentas a alguien no se lo cree nadie.

Con 'Todo muere' usted cierra el círculo de ocho novelas. ¿Cuándo escribió 'Cicatriz' o 'El Paciente' ya estaba pensado todo este universo? ¿Lo tenía ya claro?

Íbamos desde Santurce a Bilbao por toda la orilla, pero sabía sólo eso, no tenía claro cómo iba ser el recorrido y con quién me iba a encontrar en el camino. Sí sabía que íbamos hacia las últimas ocho palabras del libro. El universo era lo que visualicé hace unos años. Y a partir de ahora...

¿Habrá más o no?

Dependerá de los lectores. Yo acabo de terminar un thriller que no tiene que ver con este universo. Y me ha dado por escribir una novela de fantasía de la que llevo siete capítulos.  

¿Por qué dice que "este libro les va a dar una satisfacción inmensa aunque probablemente también conseguirá que me odien un poco"? ¿Tan mal acaba?

No es acabar mal. Yo pienso en el final de 'El Padrino', con una ensalada de tiros mientras vemos un bautizo. ¿Eso es acabar mal? Acabar mal es que la historia no sea coherente ni satisfactoria. Dicho lo cual, lo que tenía claro era que lo que yo quería era generar en el lector esa sensación que se tiene muy pocas veces de querer asesinar el escritor. 

Me pasó a mí con Gandalf cayendo al abismo de Moria. Releía esa página una y otra vez pero no cambiaba y empecé a gritarle al libro. Eso, esa sensación de estar dentro, es la que sé que va a suceder. Es bonito y es divertido. El otro día una lectora vino a una firma y me golpeó con un cojín.

¿Qué le han parecido las adaptaciones a series de sus libros?

Me gusta mucho Reina roja. Hemos trabajado en ella con Koldo Serra, director de Bilbao y con Amaia Muruzabal. Ha sido precioso, lo está siendo, porque estamos ya en la segunda temporada. Ahí he tenido la inmensa suerte de ser productor ejecutivo y consultor de guion. Y ha salido muy bien. En Cicatriz no he tenido la suerte de participar, y es diferente.

Por último, ¿se lo pasa mejor escribiendo thrillers, con la saga infantil Amanda Black o presentando un programa de televisión?

Si tengo que elegir, desde luego no es presentando un programa de televisión, que tampoco lo hice muy bien. Prefiero escribir para niños, porque es más difícil, sino por el resultado que produce. Porque es maravilloso que a una firma te venga un niño con el undécimo libro de Amanda Black y te diga que 'haced más libros, porque los hacéis muy cortos'...

¿Qué se siente al ser el escritor en castellano más leído en el mundo?  

Eso es un concepto, es etéreo. Te puedo decir cómo me siento al no ducharme esta mañana o al pasear por Bilbao en un día sin viento y con sol pero con fresco. Lo otro no te lo puedo describir, porque es cierto pero no es real. Está sucediendo en otro sitio. Y son conceptos asociados entre ellos, el nombre del autor y las ventas.  

Ismael Tato

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