Bain reconoce que se llegará a la firma de la venta de ITP sin tener el consorcio industrial cerrado
El fondo que negociará en exclusiva con Rolls Royce insiste en implicar a Indra para liderar el grupo de socios empresariales junto a Sener, Sidenor y la guipuzcoana Sapa
9 agosto, 2021 05:00La venta de ITP tiene por delante un largo recorrido al que le quedan mucho flecos por cerrar y muy importantes para dar el proceso por terminado. De hecho, puede decirse que no acaba más que empezar, ya que habrá que dar forma a un consorcio de socios industriales imprescindibles para que el proyecto salga adelante, que hoy por hoy no está más que perfilado. De hecho, fuentes de Bain Capital, el fondo que negociará en exclusiva con Rolls Royce a partir de ahora y hasta el 27 de septiembre, fecha que se ha fijado como tope para firmar el acuerdo, reconocen que se llegará a ese día sin tener el consorcio industrial cerrado, al menos en lo que se refiere al reparto exacto del capital entre los diferentes socios.
Lo que se pretende es tener amarrado un preacuerdo con los que serán los principales socios industriales en el momento de la venta, para después perfilar el reparto, y con la posibilidad de dar entrada a partir ahí a otras empresas. Un preacuerdo que hoy por hoy no se ha suscrito con ninguna de las compañías que se han considerado como acompañantes seguras de Bain Capital en la compra de la aeronáutica. Es el caso por ejemplo de Sener, o de Sidenor, que no reconocen más que "conversaciones" con Bain sin que se haya llegado a un acuerdo, ni siquiera a una negociación propiamente dicha, A ellos podría sumarse la empresa guipuzcoana Sapa fabricante de alta tecnología ligada a vehículos de Defensa y el Ejército, con la que se asegura que se han mantenido también contactos.
A partir de ahora arranca una labor para amarrar estos apoyos industriales en los que Bain quiere que esté implicada Indra, pese a que la empresa ha desmentido categóricamente que vaya a participar en la operación. Sin embargo, desde el fondo que ha salido elegido en la puja están convencidos de que esta empresa no sólo estará en el consorcio cuando llegue el momento, sino será la que lo lidere por las implicacionse que tiene la empresa con el Gobierno central -está participada por la Sepi- y el interés que existe desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez en controlar el proceso por el carácter estratégico de ITP debido a sus contratos con el Ministerio de Defensa. Indra negoció en 2019 la adquisición de una participación de control de ITP a Rolls-Royce. Las conversaciones terminaron entonces sin acuerdo entre las partes.
La propuesta de Bain Capital se basa en consituir un vehículo financiero para que entren las empresas que quieran sumar en el proyecto, en el que tampoco se descarta a Aciturri, el grupo industrial que se presentaba de la mano del fondo Cinven y que ha quedado descartado en esta fase.
Asi las cosas, pese a que Rolls Royce ha podido anunciar en la presentación de sus resultados este jueves que "la venta de ITP avanza", todo está bastante abierto a estas alturas a la espera de concreciones. La propia multinacional inglesa reconocía al confirmar que negociará en exclusiva con Bain hasta finales de septiembre que "no puede haber certeza de que se llegue a un acuerdo".
De momento, parece que las negociaciones se van a tomar un impasse veraniego, aunque eso no quiere decir que se suspendan los contactos. Hay que tener en cuenta que se trata de una operacion muy importante que asciende a 1.600 millones de euros. Las empresas socios industriales deberían aportar alrededor del 40% lo que supone casi 600 millones, una importante cantidad de dinero que está haciendo que las empresas se lo estén pensando mucho antes de tomar decisiones en falso. De hecho, el precio puede ser uno los aspectos más complicados a la hora de limar asperezas con las empresas.
Rodearse de socios industriales es la única garantía de que el Consejo de Ministros no vete la operación, ya que se trata de la entrada de capital extranjero -Bain Capital es un fondo de inversión americano- en una empresa estratégica. De ahí que se quiera un núcleo duro fuerte que garantice el arraigo de la empresa y que, con el paso de unos años, no sucumbe a la especulación. El Gobierno central, y también el vasco, han apostado por la propuesta de Bain y de los posibles socios que pueden acompañarle. Pero la resolución es una asignatura que queda para septiembre.