Matrici prepara un plan de mínimos para salvar el año y espera que el sector despegue en 2023

Matrici encara el concurso de acreedores en una posición relativamente buena dentro de lo que son este tipo de procesos. Fuertemente endeudada pero con tesorería para dar salida a los trabajos pendientes hasta final de año, la histórica cooperativa dedicada a la fabricación de moldes para piezas de automoción y aeronáutica trabaja en un plan de negocio de mínimos de aquí a final de año que permita encarar con cierto margen un 2023 en el que se espera una reactivación de los pedidos de la mano de los grandes fabricantes de vehículos europeos.

Dentro de lo que es un proceso concursal lógicamente la cooperativa del grupo Mondragon arrastra grandes dificultades, principalmente una deuda de 25 millones de euros, pero encara esta fase en una posición que permite ser optimistas sobre las posibilidades de dar continuidad a un negocio lastrado por la caída en picado del mercado de automoción. Si será bajo el paraguas del principal grupo cooperativo vasco o si el administrador concursal se tendrá que abrir a escuchar ofertas es a estas alturas difícil de aventurar, pero no se puede descartar ninguna de las dos hipótesis.

Así lo explica el propio Iñigo Gutiérrez, designado por el juez Zigor Oyarbide para llevar la batuta del proceso, que en primer lugar aclara en declaraciones a 'Crónica Vasca' que la primera impresión ha sido positiva. El administrador concursal, socio de ETL Global en el País Vasco, destaca que la situación económica de la cooperativa, más allá de la abultada deuda, es solvente y desde luego hay medios financieros como para mantener la actividad al menos hasta final de año.

Señala por un lado la buena dinámica del área de aeronáutica, que da aire frente a la delicada situación de la automoción, y recuerda también que están pendientes de cobro una serie de pedidos de la china Evergrande (hay piezas que aun no se han entregado), que no se dan por perdidos y podrían reforzar la caja en los próximos meses.

Visita del lehendakari Iñigo Urkullu a Matrici / CV

Los clientes piden continuar

La dirección de la cooperativa de Zamudio trabaja en un plan de viabilidad para los próximos meses, una especie de plan de supervivencia que permita dar salida a los trabajos que están en marcha y algunos que podrían entrar pese a la solicitud de concurso. El hecho es que Matrici es una referencia en el sector, y los clientes están demandando que el proyecto continúe. Como es habitual en estos casos, la primera labor del administrador es trazar un dibujo general de cómo está posicionada la compañía tanto a nivel económico como de mercado, y las sensaciones que percibe Gutiérrez en ambos casos no son como para bajar la persiana, al menos de momento, aunque evidentemente no se descartan ajustes para poder reducir la deuda.

Fuentes del sector coinciden en el valor añadido que aporta la cooperativa, que se ha ganado cierta fama por la elaboración artesanal, casi a mano, de los troqueles. Un know how que sin duda sería un gran atractivo para que otras competidoras se plantearan lanzar ofertas por la compañía, que entró en concurso con 130 trabajadores, en caso de no poder continuar dentro de la Corporación Mondragon, aunque aun es pronto para ponerse en ese escenario.

La hoja de ruta pasa por dar resistir hasta final de año para comprobar en enero de 2023 hasta qué punto se cumplen los vaticinios que apuntan a una reactivación de la automoción en Europa. Matrici ha mantenido ya contactos con varios grandes fabricantes, entre ellos BMW, como adelantó 'Crónica Vasca', con el objetivo de atar un gran contrato para los próximos años. Esa idea continúa siendo la obsesión de los gestores de Matrici ya que blindaría la continuidad de la actividad y serviría de garantía para los bancos acreedores.