El encuentro celebrado ayer entre el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y Christian Bruch, consejero delegado de Siemens Energy, en el marco de su asistencia al Foro Económico de Davos que se celebra estos días en Suiza, ha sido valorado de forma positiva por parte de los sindicatos de su filial española, Siemens Gamesa.
“Viene a escenificar el compromiso de España con Gamesa, lo cual es muy positivo”, valoran. “El Gobierno central está trabajando y avanza adecuadamente. Se encuentra negociando el tema de los avales y todo apunta a que hay buena comunicación con Siemens Energy”, confirma Clara Fernández, delegada de CCOO y presidenta del comité de Siemens Gamesa.
No obstante, tal y como trasladaron UGT-Fika y CCOO Industria, solicitan que toda ayuda que se conceda sea a cambio de mantener los puestos de trabajo y la producción en el país. Sánchez ha querido transmitir el apoyo del Ejecutivo español a Gamesa, a la que se ha referido como "una de nuestras empresas bandera y referente europeo en el sector eólico".
Así, se reafirma en su intención de ayudar a que Siemens Energy reflote, después de haber anunciado unas pérdidas económicas de 4.588 millones de euros en 2023. Para tratar de contener sus números rojos, el Gobierno alemán anunció, el pasado mes de noviembre, que destinará 7.500 millones de euros a la multinacional alemana, que se verán complementados hasta los 12.000 millones de la mano de un consorcio bancario.
Además, el Gobierno de España ha mostrado su interés en poner de su parte también y se ha comprometido a destinar una cantidad de dinero aún no especificada pero que podría rondar los 3.000 millones de euros en forma de avales, con el objetivo de asegurar la actividad y los cerca de 5.000 empleos que genera la multinacional en el país, un millar de ellos en Euskadi, entre sus oficinas de Zamudio y sus plantas de Asteasu y Mungia.
Reanudación de la producción
Sin embargo, más allá de la cuantía de la ayuda que determine el Gobierno central para hacer posible el rescate de esta empresa y el mantenimiento de los 5.000 puestos de trabajo que genera en el país, lo que más preocupa a los sindicatos es cuándo va a reanudar Gamesa su producción, ya que aún no se ha fijado una fecha concreta.
Antes de finalizar el año la dirección avanzó que sus planes estaban dirigidos a retomar la actividad en los primeros meses de 2024 y en la última junta de 2023 aseguraron que ya tenían localizados los problemas, pero “no entendemos por qué tardan tanto tiempo en solucionarlos”, lamenta Mikel Zarandona, representante de UGT en Gamesa. “No obstante, a día de hoy no tenemos ninguna información al respecto y por el momento, todo está parado”, confirma.
Zarandona advierte de que como la puesta en marcha de Gamesa siga retrasándose más tiempo, va a suponer “un grave problema” para los proveedores de Gamesa, que agrupan a 15.000 trabajadores aproximadamente. “Ya hay algunas empresas que están empezando a notar problemas y, teniendo en cuenta que los pagos son a 120 días, es difícil que aguanten en esta situación mucho más tiempo, por lo que existe el riesgo de que caigan esas compañías y, con ellas lo haga también la cadena de suministro”, explica. Y, “si no tenemos proveedores, pues difícilmente se va a poder reanudar la fabricación”, incide.
Cuando Gamesa retome la actividad, habrá que ver cuál es el contexto en ese momento y analizar las consecuencias que su inactividad haya podido causar en los 15.000 empleos indirectos que genera en la larga lista de empresas que abastecen a Siemens Gamesa, en la que aparecen 700 compañías vascas, a las que, a lo largo de 2022, la filial realizó compras por valor de 400 millones de euros.
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