La semana de oro de Kutxabank y BBVA: dos zarpazos que pueden relanzar a la banca vasca en el sector

La semana de San Prudencio, del Día del Trabajador y del apagón que dejó sin luz a la península ha sido más que jugosa para las dos principales entidades financieras vascas. Tanto Kutxabank como BBVA han presentado una vez más resultados trimestrales históricos y, además, logran pasos adelante vitales en su estrategia para ganar volumen.

Se esperaba que Competencia se pronunciara el lunes sobre la OPA de BBVA sobre Sabadell y debido al apagón lo hizo finalmente dos días más tarde. La decisión de la CNMC va en la línea esperada y avala el movimiento del banco vasco, que da un paso importante y envía ahora la pelota al tejado del Gobierno central.

Por unanimidad, la CNMC concluye que los compromisos que ha presentado BBVA son "adecuados y suficientes para solucionar los problemas" que genera la concentración, con territorios especialmente sensibles como Euskadi, y en concreto Gipuzkoa, donde la futura fusión alcanzaría un 36% de cuota en crédito a empresas, como señaló en su día Competencia vasca.

La decisión es un aval a la pretensión de la directiva de Carlos Torres por configurar la segunda entidad del sistema financiero español, solo por detrás de Caixabank, y dar un golpe sobre la mesa ante competidores como el Santander.

La OPA llega ahora al último escalón, al político, en el que deberá superar las reticencias que ha generado dentro del Ejecutivo y el rechazo de otras formaciones como Junts.

Junta de accionistas de BBVA en Bilbao

Consolidación en el mercado

Algo más abajo en el ranking pero también dentro del top 10 de bancos españoles por volumen está Kutxabank, que anuncia al fin una de las deudas pendientes que se arrastran desde prácticamente el nacimiento de la entidad.

La integración de Cajasur, que supondrá que a partir del año que viene toda la red del grupo vasco operará bajo la misma marca, también en Andalucía, sirve en cierta medida para normalizar una situación excepcional aprovechando esta época de 'vacas gordas'.

Oficina de Cajasur, del grupo Kutxabank / E Press

En aquel baile y unión de siglas en los años posteriores a la crisis financiera de 2008, Cajasur fue una de las primeras cajas españolas en situación crítica en dar con un nuevo dueño. BBK la compró en 2010 en una apuesta muy cuestionada entonces por el enorme agujero económico que arrastraba la cordobesa y que poco después se convertiría más en una losa que en un activo para el nuevo Kutxabank.

Aun así, bajo manos vascas el rendimiento de Cajasur ha dado la vuelta hasta ser capaz de aportar en positivo a los beneficios récord del grupo en los últimos ejercicios, más de 30 millones de euros de ganancias en 2024 sin contar el último trimestre.

Antón Arriola, de Kutxabank, con el consejero Mikel Jauregi y José Antonio Jainaga

Beneficios récord

El buen desempeño económico ha sido la llave que ha permitido abrir la puerta de la integración. La absorción va a suponer un aumento de los costes del banco por la equiparación salarial de los ahora 1.600 trabajadores de Cajasur con las tablas de Kutxabank, aunque el ERE en marcha en la entidad cordobesa, con 260 salidas, servirá a su vez para generar ahorro en el plano laboral a medio y largo plazo.

La tranquilidad que da encadenar continuas mejoras del resultado, con un nuevo crecimiento del beneficio en el primer trimestre hasta casi 150 millones y la previsión de mejora de un 20% en el periodo 2025-2027, permite afrontar con garantías la operación. La integración se demandaba desde hace años por la plantilla de la entidad cordobesa y, a la vez, amplía las sinergias de cara a mejorar el rendimiento del grupo en Andalucía, donde Cajasur ha dado pasos importantes en la última época.

Como Kutxabank, BBVA ha dado a conocer estos días un incremento del beneficio en el primer trimestre muy similar, de casi el 23% (más del 40% si no se tiene en cuenta el cambio de moneda), que también proyecta un nuevo récord anual a 31 de diciembre. Doble celebración por tanto para la entidad vasca, que destaca especialmente el desempeño del negocio en España, donde mejora el resultado casi un 44%, con fuerte crecimiento en la concesión de crédito a empresas.