El arancel cero refuerza el momento dulce del sector aeronáutico y aeroespacial vasco

Mientras la mayoría de la industria vasca padece las consecuencias de la política arancelaria de Trump, ratificada recientemente, el sector aeroespacial y aeronáutico respira aliviado tras confirmar que quedará exento de aranceles por el momento. 

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Era una decisión que desde que el presidente de Estados Unidos anunció su intención de reforzar la política proteccionista del país llevaban esperando y finalmente hace escasos días lo confirmaban: sus productos no estarán gravados.

Así, uno de los sectores más estables del tejido industrial vasco -y de los pocos en los que el crecimiento estaba previsto- se salva evitando el duro golpe que la imposición de aranceles en este tipo de industria supondría nacional e internacionalmente. 

Los aranceles, ya en vigor

Este recargo entraba en vigor el pasado jueves, suponiendo un duro golpe para la economía vasca. No solo por el fuerte peso exportador que juega este país -en 2024 fue el cuarto país en exportaciones con 1.990 millones de euros anuales de media y en torno a 1.040 empresas que exportan de manera regular-, también por la presencia de empresas vascas en el mismo -132 compañías están implantadas-. 

Aunque finalmente estos serán del 15% en la mayoría de los casos, estos alcanzan el 50% en el caso de la siderurgia, un sector especialmente tocado desde comienzos de año y en el que algunas empresas ya han presentado un ERTE para poder hacer frente a la situación, como Tubos Reunidos o Nervacero. 

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La automoción y el vino serán otros de los sectores más afectados, no por el propio arancel -que en ambos casos es del 15%- sino por el peso que EEUU juega en sus exportaciones. En el segundo caso, el vino, este país supone el segundo mercado en volumen y el primero en valor.

Trabajadores de AVS Robotekin

El sector aeronáutico, en crecimiento

De esta manera, se libra uno de los sectores más 'sanos' del tejido empresarial vasco. Y es que este es uno de los pocos que prevé crecimiento en los próximos años. En concreto, Hegan, el Clúster de Aeronáutica y Espacio de Euskadi, calcula un crecimiento en su facturación de un 9,5% anualmente hasta 2028. Alcanzando una facturación total de 4.150 millones en los próximos tres años, tras haber cerrado 2024 con una facturación de en torno a los 3.000 millones.

Y la facturación no sería lo único que crecería, ya que para afrontar este crecimiento exponencial, el clúster ha calculado que el empleo aumentará un 5%, sumándose de esta manera a las 16.000 personas que trabajan ya en las compañías que conforman este clúster, más de un tercio en Euskadi.  

Una de ellas es Sener, que recientemente ha lanzado, junto a la ESA, MTG-S1, "el satélite meteorológico más complejo jamás construido", que forma parte de un programa cuyo objetivo es mejorar la predicción del tiempo y la predicción inmediata de fenómenos meteorológicos de alto impacto, como las tormentas eléctricas.

Aunque también hay compañías vascas al margen del clúster que este año han dado pasos para posicionarse como referentes a nivel europeo. Una de ellas es Satlantis, que surgió como una startup dedicada a la fabricación de cámaras de alta precisión y lanzaba, en enero, 'Garai A' su cuarto satélite propio. 

O la guipuzcoana AVS, con sede en Elgoibar e instalaciones en Miñano, que ya trabaja, tras el lanzamiento el pasado verano de Lur-1, en el lanzamiento de LUR-2, sucesor del ya activo, y ROADS, satélite doble que demostraría la capacidad de unir dos elementos en el propio espacio. 

Además de CAT-IOD, un satélite cuya fecha de lanzamiento está prevista dentro de tres años, en 2028, en el marco de colaboración con la Agencia Espacial Europea y cuyo objetivo es salir al espacio con una finalidad, “ir a por LUR-1, cogerlo en el espacio y deorbitarlo hasta su desintegración en la atmósfera”.