
Karlos Arguiñano / Atresmedia
Karlos Arguiñano alerta del riesgo de este ingrediente: “Se la metió en la boca y le empezó a arder todo”
El cocinero vasco ha aconsejado tener precaución con uno de los ingredientes y quitarlo a tiempo para no estropear la receta
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El chef vasco más conocido, Karlos Arguiñano, sigue siendo fiel a su audiencia y no deja de sorprender a los que está detrás de la pantalla cada día. Siempre alegrando el estómago con recetas caseras y alegrando el corazón con su humor y forma de ser.
El cocinero vasco, como podemos ver en cada programa de Cocina Abierta, es un fiel defensor de la comida casera y tradicional. Eso sí, usando los ingredientes frescos según la temporada y haciendo un menú variado y equilibrado.
Arguiñano destaca la importancia de cocinar en casa para tener control sobre los ingredientes y la preparación de los alimentos. Además, recomienda comprar en el mercado tres veces por semana y aprovechar los productos de temporada, ya que suelen ser más baratos y tener mejor sabor.
No obstante, no solo se aprenden de él sus recetas ricas y sencillas, sino que también lanza consejos según que alimentos muy interesantes y que no tienen desperdicio. En esta ocasión, aprovechó para advertir sobre uno de los ingredientes con el que hay que extremar la precaución.

gambas ajillo
El ingrediente con el que hay que tomar precaución en la cocina
Como es habitual, con su toque de humor y recordando una anécdota familiar de la que nunca se olvidan. Se trata de la guindilla y el cocinero lo tiene claro con este ingrediente. Un sabor picante que no todo el mundo tolera, y que por ello señala que se puede quitar para evitar malos ratos: “Por eso digo que cuando metéis guindilla, le da mucha chispa, pero hay que saber sacarla luego a tiempo”.
Así lo ha explicado, revelando la situación que vivió con su nieto Víctor en un restaurante. “El otro día, cenando bacalao al pil-pil, mi nieto vio una guindilla en el plato y pensó que era un trocito de bacalao… Se la metió entera a la boca y al momento empezó a arder 🔥😂”, comenta entre risas.
Las guindillas pican debido a la presencia de capsaicina, un compuesto químico que activa los receptores del dolor en la boca y la garganta, generando una sensación de ardor. Esta sensación se conoce como pungencia y se mide en la escala de Scoville, donde a mayor concentración de capsaicina, mayor es la intensidad del picante.
Si te despistas y te pasas con este ingrediente puedes buscar soluciones o remedios como rallar manzana en el plato. El picante de las guindillas se repartirá y su característico sabor disminuirá. Otro remedio casero es utilizar leche entera que, por su composición química, favorecen la eliminación de ese sabor picante.
O, por otro lado, el zumo de limón, de tomate o incluso un chorrito de vinagre actúan como neutralizadores naturales del picante. Estos líquidos alteran el pH de la capsaicina, disminuyendo su capacidad para irritar las terminaciones nerviosas de la lengua.