Las elecciones autonómicas de Euskadi en 2024 son las más emocionantes de los últimos años. En esta cita con las urnas hay muchas cosas en juego, como es sabido, pero para empezar es obligatorio poner el acento en que no van a ser los comicios feminizados que nos habían prometido. En eso, parece que vamos hacia atrás.
Hace aproximadamente ocho meses todos los políticos vascos decían dentro y fuera del Parlamento, tanto en público como en privado, que ya era la hora de las mujeres en la política vasca. Ahora la realidad es que todos los grandes partidos apuestan por hombres como candidatos.
Ya tenemos dicho que ser hombre o mujer no te convierte en mejor o peor aspirante a la Lehendakaritza. Pero servidor es de los que piensa que los representantes públicos tienen que parecerse a la Euskadi que representan. No parece lógico ni normal que a estas alturas no haya más candidatas al Palacio de Ajuria Enea...
Dicho eso, son las elecciones de los nuevos rostros, del famoso cambio generacional. Los ejemplos más claros son obviamente las candidaturas de Pello Otxandiano, de Bildu, e Imanol Pradales, del PNV. Esta misma semana esa muda de ciclo político quedaba aún más clara si cabe al conocerse que Joseba Egibar deja el Parlamento vasco y que Josu Erkoreka abandona la política.
Sin caer en un edadismo insolente e injusto, aquí hemos repetido hasta la saciedad que este cambio generacional es más que necesario. Euskadi demanda nuevas caras para nuevos retos de una sociedad que cambia a un ritmo frenético.
Así, son unas elecciones de cambio generacional, que está muy bien, y no feminizadas, que está muy mal, pero, sobre todo, son las más inciertas que se recuerdan en los últimos años. De hecho, lo más incierto está en los propios candidatos citados, porque son tan desconocidos para el público que casi parecen sendos enigmas.
¿Quién gobernará tras las elecciones? Lo ocurrido esta semana con la moción de censura presentada en Pamplona después de la conocida renuncia del propio Arnaldo Otegi abona el terreno para el tripartito de Bildu, PSE y Podemos, si bien sigue pareciendo que lo más probable es que el PNV y los socialistas vuelvan a aliarse... E incluso ya se habla de la remota 'operación Borgen', con el debutante Eneko Andueza recibiendo los votos de Bildu para ser lehendakari.
Tampoco está precisamente tranquilo el panorama a la izquierda del PSE, con esa crisis que comentábamos la pasada semana entre Elkarrekin Podemos y Sumar. ¿Serán las vascas un primer round entre ambos partidos antes de las europeas donde ya está claro que competirán?
También será interesante ver qué pasa en el centroderecha, con el PP vasco buscando remontar y, de paso, acabar con Vox en Euskadi. Con un discurso más moderado, Javier de Andrés aspira a sacar rédito de los pactos de Sánchez como el de Pamplona, por un lado, y a lograr que muchos de sus votantes que se acercaron al PNV 'regresen a casa', por el otro.
En suma, vamos hacia unas elecciones tan inciertas como emocionantes. Muchas emociones e incertidumbres que aquí, en Crónica Vasca, les intentaremos contar como mejor podamos y sepamos haciendo el periodismo honesto que buscamos cada día.