Brigdestone, Trump y la crisis de la industria vasca

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Opinión

Bridgestone, Trump y la crisis de la industria vasca

Esta ha sido una semana negra para la industria vasca, sobre todo para la automoción

Más información: Bridgestone anuncia un ERE para 335 empleados de Basauri

Más del autor: Hacia el final de la conflictividad en el sector público vasco

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Tambores de crisis. Semana negra para la economía de Euskadi. El lunes conocíamos los planes de Bridgestone, que quiere despedir nada más y nada menos que a 335 trabajadores de su planta de Basauri. El miércoles conocíamos los aranceles anunciados por Donald Trump, que serán del 25% en la automoción.

Esto afecta muchísimo a la industria de los coches en Euskadi. Y, por tanto, toca actuar. El Gobierno vasco tiene que moverse y tomar decisiones más allá de las ayudas a la compra de vehículos que anunció días atrás.

Es verdad que se va a reunir con las principales empresas exportadoras a EEUU la semana que viene. Y es verdad que ha dicho que reactiva el grupo para la defensa de la industria vasca. No sabemos qué podrá hacer el Ejecutivo, por otra parte, teniendo en cuenta que las medidas de Trump pueden generar una recesión mundial, pero tiene que intentarlo.

Vivimos momentos de incertidumbre e inestabilidad, por otra parte esperados viendo quién es el inquilino de la Casa Blanca. Pero en Euskadi tenemos que trabajar entre todos, sobre todo desde las instituciones, para que el impacto sea el menor posible en la automoción. Y, concretamente, en el caso de Bridgestone.

En Crónica Vasca venimos informando sobre este asunto desde hace semanas. Hemos contado, por ejemplo, cómo la dirección de la empresa ha castigado a la planta de Basauri tomando decisiones sobre la producción. O presentando unas previsiones de ventas lamentables. Ahora, esos 335 trabajadores tienen que estar en los planes del Gobierno vasco.

Esperemos que las medidas sean lo más potentes que se pueda para frenar esta crisis -en la medida que se pueda frenar- y, sobre todo, para impedir que esos 335 empleados de Bridgestone se vayan a la calle.