Imagen del cierre de campaña del PNV en Bilbao, con Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar y los principales candidatos jeltzales.

Imagen del cierre de campaña del PNV en Bilbao, con Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar y los principales candidatos jeltzales. EAJ

Política ANÁLISIS

El 28-M ya está aquí: el PNV busca copar todo el poder con las incógnitas de Vitoria y Gipuzkoa

Los 1,7 millones de vascos con derecho a voto deciden este domingo después de una campaña demasiado larga y con la abstención como amenaza que crece

28 mayo, 2023 05:00

Noticias relacionadas

Los 1.708.980 ciudadanos vascos con derecho a voto tienen la palabra este domingo. Ellos repartirán el poder en las tres Diputaciones forales y en todos los ayuntamientos de Euskadi. Este 28-M se libra, por encima de todo, la primera gran batalla por la hegemonía entre Bildu y el PNV, que aspira a seguir copando el poder en las principales instituciones vascas con la colaboración del PSE.  

El 28-M ya está aquí tras una campaña electoral acaso demasiado larga y sin duda demasiado tensa. Una campaña que ha estado marcada, por un lado, por la presencia de 44 condenados por pertenencia a ETA en las listas electorales de Bildu y, por el otro, por la pelea entre la coalición abertzale y los peneuvistas, que han chocado una y otra vez, y por momentos de forma poco agradable

De las "cloacas" a rectificar

Como si de unas elecciones generales se tratase (acaso este 28-M sea enfocado como una primera vuelta de las mismas), durante casi toda la primera semana de la campaña sólo hubo un tema, tanto en Euskadi como en el resto de España: la presencia de los exetarras en las candidaturas de la coalición abertzale que comanda Arnaldo Otegi

Tanto es así que al inicio de la segunda semana de esta contienda, el propio Otegi, que al principio hablaba de "campaña de las cloacas" en su contra, se veía obligado a rectificar, acaso porque los sondeos de Bildu reflejaban malestar de sus hipotéticos votantes o acaso porque la presión mediática y política era demasiado grande.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, junto a candidatos de su partido en Vitoria.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, junto a candidatos de su partido en Vitoria. EP

La renuncia a los cargos de estos candidatos supuso, dicho sea de paso y por ser justos, una victoria para el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que denunció los hechos para asombro de los electores y para sonrojo de la prensa, que no reparó en semejantes datos hasta que dicha asociación los publicó. 

Pese a que Bildu reculó, no faltaron quienes intentaron mantener viva esta cuestión, si bien es cierto que lo lograron más fuera de Euskadi que dentro. Ya en la segunda mitad de la campaña, enmarcada en un debate nacional sobre el racismo por el caso Vinicius y en medio de un rosario de detenciones por la compra de votos en diversos puntos de España, cambiaron las tornas, si bien tampoco parece que las verdaderas preocupaciones de la gente estén en los titulares

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, en un mitin en Vitoria / L. Rico - EFE

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, en un mitin en Vitoria / L. Rico - EFE

Todos contra todos

Por su propia esencia, cualquier campaña elecotoral, y más una como esta, con tantas y tantas plazas importantes en juego, es un todos contra todos. Pero en el caso concreto de Euskadi parece obvio que unas formaciones han mirado más a otras, quizás por los votos que bailan entre ellas. 

Ya se ha dicho que el enfrentamiento entre PNV y Bildu ha sido más que duro. No hay duda de que ha sido el más ruidoso, pero no ha sido el único. La pelea por el mismo caladero entre los abertzales y Podemos es igualmente notoria. Al igual que los socialistas vascos, terceros con más ediles, no disimulan que intentan hacerse con el espacio de los podemistas

El propio PSE también ha lanzado duros ataques al PNV, con el que gobierna en tantas partes, porque en campaña es cuando los socios más se alejan. Asimismo, el PP vasco se ha empeñado en un doble objetivo: atacar al PNV para que tantos y tantos votantes que han mutado en peneuvistas vuelvan a ser populares, por un lado, y exhibir un discurso duro frente al nacionalismo, para ahuyentar los apoyos a Vox, por el otro. 

Isabel Díaz Ayuso en un acto de campaña del PP en Bilbao junto a Carlos Iturgaiz / H. BILBAO - EP

Isabel Díaz Ayuso en un acto de campaña del PP en Bilbao junto a Carlos Iturgaiz / H. BILBAO - EP

Las dos grandes peleas

Todos contra todos, claro, y en numerosos, casi incontables frentes. Muchos ayuntamientos en juego. Y en muchos casos sin que las encuestas aclaren qué va a pasar. Eso sí, en Crónica Vasca venimos contando tanto en estas semanas electorales como antes que, amén de las posibles sorpresas de última hora, de todas las batallas en liza hay dos que están más que ajustadas.

Son las dos pugnas más emocionantes y equilibradas. Se trata del laberinto por alcanzar el poder en Vitoria, con hasta cuatro partidos con opciones, y de la lucha de PNV y Bildu por la Diputación de Gipuzkoa. En ambas disputas parte como favorito el partido jeltzale, pero también en los dos casos los abertzales les pisan los talones. Y, por otro lado, ambas luchas serán ganadas por mujeres, lo que evidencia la feminización de la política vasca (no todo iban a ser malas noticias). 

Está más que claro que en Sabin Etxea esperan una victoria holgada en estas elecciones, sí, pero también es obvia la preocupación por lo que ocurra en estas dos plazas. Una o dos victorias de Bildu en ellas podría interpretarse como un salto cualitativo de Otegi y los suyos. Pase lo que pase, todas las formaciones vascas miran ya a las autonómicas de 2024

Y la amenaza silente

Aun a riesgo de que en la noche electoral, como manda la tradición en unas forales y municipales, casi todos digan que han ganado porque se centren en los datos que les convengan, no es descartable que, de alguna manera, todos sean en alguna medida perdedores. 

Hay una amenaza silente que también va a contabilizarse. Parece que la apuesta de los candidatos por Instagram y Tik Tok no termina de funcionar como estímulo para los nuevos votantes. Porque ya se anuncia desde hace tiempo que habrá una fuerte abstención. Decrece la participación en las elecciones porque crece la desafección por la política, sobre todo entre los más jóvenes.

Más allá de los resultados de este domingo, de las sonrisas y las lágrimas frente a las cámaras, de los perdedores y ganadores, de las 'makilas' conseguidas o ansiadas, esa abultada abstención sí es una mala noticia para todos los partidos y toda la ciudadanía.  

Una persona introduce su voto en la urna durante unas elecciones en el Pas Vasco. / EP

Una persona introduce su voto en la urna durante unas elecciones en el Pas Vasco. / EP